-¿Por fin estás satisfecho? –Dos semanas más habían pasado como para permitirle a Sasuke salir del hospital. Esa nublosa mañana de jueves le fatigaba la vista cada vez que la alzaba al sol; tanto tiempo estar en la oscuridad había hecho que sus ojos se volvieran sensibles. Físicamente se sentía mejor, lo único que quería era regresar a casa.
La misma tarde en la que despertó, la noticia cayó como bomba haciendo que los medios de comunicación arribaran lo más tempranamente posible para intentar obtener algunas palabras de las que seguro el joven tenía que decir. Era obvio que no lo haría y sin embargo lo único que se pudo obtener de ello, fueron las visitas esperadas e inesperadas de las personas más cercanas a él.
Al principio no pudo negar que sentía un poco de pena o culpa, especialmente cuando vio a Karin cruzar por esa puerta, ¿cómo decirle? Seguro que no entendería las cosas, se asustaría, su relación cambiaría, podrían incluso acusarlo. En realidad no sabía cómo iba a reaccionar o la manera en que se tomaría las cosas; además ya suficientes personas lo sabían cómo para que más se enteraran. Por más que la quisiera debería mantenerla lejos de todo, por lo tal, necesitaba mentir de nuevo, repetir el guion que tantas veces se memorizó hasta aprendérselo de atrás hacia delante.
Con Jiraiya y Orochimaru no fue diferente. Al día siguiente de la visita de Karin, ambos ya estaban parados en la puerta esperando la misma explicación que el chico le dio la tarde anterior a su más allegada compañera. A pesar de que para Jiraiya lo que les contó lo hizo suspirar de alegría y tranquilidad, Orochimaru se mostraba un tanto escéptico ante la situación; haría un poco más de falta que un simple libreto de siete páginas para que no sospechara acerca de los hechos; sin embargo, prefirió dejar de rebuscar las palabras y quedarse con lo que Sasuke les contó. Agradecido debería de estar que regresó vivo, tomando en cuenta todo lo que le hicieron. Seguramente el mayor se portaba de la peor forma posible; se sentía culpable.
En términos generales, especialmente el staff del teatro y de la película, se encontraban mucho más tranquilos. Los conocidos y amigos de Sasuke más calmados y retomando sus rutinas con normalidad.
Por otro lado y a pesar de todo, Itachi se mostraba como si nada estuviera pasando. Después de la plática que tuvo con su hermano menor, no sólo se sintió asfixiado y contrariado, sino que también incluso un poco molesto; pero de nuevo, la culpa de lo que le hizo a él y a la otra chica no le permitía ponerle un alto al pequeño de los Uchiha. ¿Quién se merecía qué? Todos se merecían lo que les pasó por un error u otro. Aunque estuviera mal lo que Sasuke hizo, ¿cómo denunciarlo? Si bien era cierto, ahora podía ver un halo de esperanza en que podía recuperar a su hermano, ¿a qué costo? ¿Permitiéndole semejantes crímenes? Pero si lo denunciaba, ¿cómo obtendría las pruebas? Era un hecho que el menor no volvería a hablar del tema, ¿quién podría creerle? Y más importante aún; cuando ganara si es que lo hacía, podrían encerrar a Sasuke hasta de por vida. Volvería a perder a su hermano, ¿estaba dispuesto a hacerlo? ¿Podría sobrevivir a perderlo de nuevo? No. No podía permitirse perderlo otra vez. Por más enfermo y por más mal que pintara la situación, si esto significaba que Sasuke regresaría a ser el mismo de antes, dispuesto a recuperar la relación, si significaba ser de nuevo los hermanos tan unidos que antes fueron... entonces no importaba.
Al demonio si su vida diera lástima o fuera patético, ¿quién juzgaría lo que está haciendo? Es su responsabilidad cuidar a Sasuke y que haga las cosas bien, pero si no las hace bien ¿a quién le importaba?, al final nadie se enteraría nunca.
La vida seguía su curso, dentro de todo, la fluidez era normal, con el tiempo todos olvidarían esos estelares en los periódicos puesto que seguro serían opacados por algo o alguien más. Todos ya estaban bien; viéndolo fríamente, ¿quién se acordaría de Gaara? A nadie le importaba después de cómo lo pintaron en las noticias en los últimos días, mientras que Ino, ese dolor de cabeza no se iría hasta que la atraparan o siguieran sus chantajes toda la vida; pero estaba dispuesto a hacerlo. No le interesaba pagar ese pequeño precio a cambio de recuperar la relación perdida con su hermano.
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Mi amigo, mi esposo y mi amante
FanfictionAunque la vida laboral de Sasuke se encuentre en uno de sus picos más altos, ¿será capaz de perdonarle lo imperdonable a Naruto?