"Capítulo 6: La vida es drama puro. Primera parte."

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  Cuatro años atrás.
-Así que al parecer lo único que necesitabas para estabilizarte no era un ella, sino un él- hablaba el mayor con una gran suavidad. Con una voz tan ligera y serena, que a cualquiera le daría paz.-
-Me encantan tus formas de molestar hermano
-¿Sasuke?- le hablaba sentado en el sillón.
Tenía un pantalón verde militar de gamuza y una cazadora negra. El olor a cigarro aún se encontraba persistente en el ambiente, pero al menor no le resultaba relevante.-
-¿Qué pasa Itachi? –No podía evitar verlo con algo de curiosidad. Su hermano era de esas personas que hacen todo, todo por una razón. Algo así como: "Nunca dan paso sin zapato". -¿Qué sucede? Luces inquietante- Ante esto último, Sasuke pudo notar que se encontraba algo raro, como si hubiera algo que lo molestara-
-No es nada –se levantaba del sillón acercándose lo suficiente a su hermano menor- Lo miró y esbozó una sonrisa- Nunca olvides que te quiero, ¿de acuerdo?
-¿A qué viene eso? –el chico no podía evitar tener una cara de preocupación desmedida-
-Sólo quiero que lo sepas, y lo recuerdes siempre –le revolvía el cabello- eres mi hermano y aunque no estemos juntos te cuido a lo lejos... y nunca me olvido de ti
-Hablas como si te estuvieras despidiendo...
-¿Qué dices? –Hablaba mientras arqueaba las cejas-
-Cómo mamá y papá –desviaba la mirada- fue lo último que nos dijeron cuando...
-Lo sé –interrumpía sin brusquedad, a la par que con sus brazos, rodeaba la espalda del joven- pero yo no me voy a ir Sasuke
-¿Me lo prometes? –Hundía su rostro en el pecho de Itachi-
-Te lo prometo –De nuevo una suave y cálida voz resonaba dentro de él; algo que lo llenaba de tanta paz, que podría jurar que todo lo que dijera su hermano en ese momento, era de verdad. Lo miró de reojo sintiendo su protección, pero no se sacaba de la cabeza... que Itachi le estaba ocultando algo.-
-"A momentos me gustaría ser tu... para poder saber que estás pensando... ¿qué estás sintiendo? –Se decía así mismo, a la par que se separaba de su hermano.-
-¿A ti te pasa algo? -le preguntaba Itachi-
-Es sólo que me encantaría presentártelo –decía tratando de restarle importancia-
-Sería una gran idea- Sonreía ampliamente. Era una de esas pocas veces que Itachi sonreía.- ¿Cuándo?
-¿Mañana?
-A ti tampoco te gusta perder el tiempo, ¿no?
-No por nada somos hermanos, ¿no?
-Pediré una reservación en el restaurante que tanto te gusta... los espero a las ocho en punto
-¿Pero qué dadivoso eres... cierto?
-Yo soy así... siempre
-Estoy seguro de que te caerá bien
-Eso espero –debajo de esa sonrisa, aguardaba una tristeza y culpa enorme... dado que, ¿cómo presentarte ante alguien que ya te conoce y que lo hace demasiado bien?... ¿cómo? ¿Cómo decirle a Sasuke que conoce a Naruto desde hace tanto? ¿Cómo decirle a todos... la verdad?-Ojalá que un día, seas capaz de perdonarme- Se hablaba así mismo en el fondo de su cabeza-
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Época actual
-Sigo teniendo mis dudas...
-Te mantendremos informado. Pero independientemente de lo que pase, necesito que te presentes en el teatro donde trabaja. Si Sasuke acepta, entonces los ensayos darán inicio pasado mañana
-De acuerdo –con algo de delicadeza el hombre, se levantó de la mesa-
-¿Alguna duda? –Jiraiya lo miraba con un toque de curiosidad-
-El guion... la escena final la hiciste a propósito, ¿no?
-Cualquier similitud a la realidad es pura coincidencia
-¿Así que serán Karin y Sai?
-Efectivamente–asentía-
-Nos vemos en el teatro- se colocó sus gafas oscuras, y salió lo más rápido que pudo; los fans y paparazis ya estaban listos para atacar en cualquier momento.
Así de rápido desapareció. Cerró los ojos recreando lo sucedido hace cuatro años una y otra vez. Se frotó la cien, tomó algo de agua embotellada y se dejó caer de lleno en el asiento trasero de la camioneta.
-¿Entonces...?
-¿Qué? –Dejaba salir un suspiro-
-¿De verdad sólo viniste por esto? –le hablaba Sasori, mientras Deidara sólo observaba-
-Es... curioso –Se erguía de nuevo en el asiento, estaba algo sorprendido-
-Es tu hermano, es lo único que te queda, tratas de recuperarlo, cancelas todo para venir aquí y hacer cuanta estupidez te pidan con tal de tener al menos algo de esperanza y redención...
-¿Acaso no es lindo y cursi? –Interrumpía Deidara-
-¿Qué reacción esperas que tenga ante esto? –Preguntó Sasori-
-Ninguna. Es sólo que las relaciones entre hermanos, me resultan muy entretenidas
-Si tú lo dices...
-No es lo que digo...es lo que debería ser... -susurraba-
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-¿Quién... -su voz sonaba entrecortada, al parecer el ruido de la puerta lo había despertado.-
-Oh- Hablaba suave- no pensé que ya estuvieras en casa, perdón por despertarte... Sasuke –el chico en cuestión se incorporó del sillón, se había quedado dormido con la televisión prendida; así que cuando se sentó la apagó y levemente se talló los ojos. Observó al contrario y tal vez, sólo tal vez, porque seguía medio dormido o desorientado, logró sonreír como lo hubiera hecho cuatro años antes.
La expresión de Naruto tampoco se quedó atrás, así que con mayor confianza se acercó y optó por sentarse en el mismo sofá.
-Descuida, -miraba el reloj de la pared- si son las ocho y media de la noche, quiere decir que dormí casi todo el día- seguía sonriendo y mirando a Naruto, que pareciera como si el tiempo se hubiera detenido y que nada malo hubiera sucedido.-
-¿Estás seguro? ¿No quieres dormir más? –Preguntaba con cautela-
-No. Estoy bien –Se levantaba con suavidad- hoy sólo fui un rato, ya que no hay función se podría decir que es mi día libre
-Entiendo...
-Y, ¿tú? –Parecía que Sasuke también tentaba terreno- ¿Cómo fue que lograste llegar temprano?
-Bueno –se acomodaba, recargándose, dejando su cuerpo caer, mientras que con una de sus manos tiraba de la corbata, quitándosela.- Creo que hoy encontré la manera en cómo organizarme con todas las cosas que necesitaba hacer... así que terminé antes de lo planeado- Notaba como el menor le prestaba mucha más atención, a cada una de sus palabras, como analizando, reflexionando... pensando- Además ese trabajo lo puedo hacer mañana
-¿Seguro? –Contestaba con un vaso de agua en la mano izquierda-
-Sí- Se pausaba, para después armarse de valor- Además quería verte... y estar contigo, ya que generalmente te encuentro dormido- Ante eso, Sasuke no pudo evitar sorprenderse, y por supuesto que increíblemente, tal vez por la forma en la que el rubio lo dijo, en esta ocasión, no dolió; no hubo presión, opresión, ni nada por el estilo, parecía que eso era lo más sobresaliente de toda la escena que se sobrellevaba en esos momentos- ¿A qué viene eso tan de repente?
-Pues, es la verdad- El mayor se levantaba- yo...
-¿Naruto? –Lo miraba- ¿Conseguiste... eso?
-Eso...-"anímate"- pensaba para sí mismo- lo encontré... ya hablé con ella. ¿Quieres que venga aquí?
-Si se pudiera...
-Sabes que se puede –el contrario sonrió- ¿quieres que mañana te lleve al teatro?
-Tú... -se acercaba de nuevo, sin quitarle la vista de encima, incluso de manera infantil realizaba diferentes muecas- tenemos que platicar. Sólo será un poco, no pienso discutir hoy
-Tú dirás... -No podía evitar sentirse nervioso, de hecho las manos le sudaban; estar a la expectativa, tan expuesto, nunca había sido su fuerte-
-Estos días lo he pensado muy seriamente. Tanto que hasta he soñado con ello- suspiraba- nosotros éramos la pareja perfecta, hasta antes de "eso" –le dedicaba otra mirada- Soy capaz de recordar la mayoría de las cosas buenas y malas que nos han pasado – se pausaba- y a pesar de que me hiciste tanto daño, y que ciertamente me lastimaste demasiado... -ahora desviaba levemente la mirada tratando de no recordar...- Yo aún te quiero...
Y mucho... es sólo que tampoco quiero que te vayas, pero a su vez, es tan difícil no verte en la cama con...él...Y por más que intento, por más que trato de recuperar la confianza en ti, en mí... simplemente no puedo. Porque es como si en cualquier momento, tú podrías engañarme de nuevo.
Creo que estamos pasando por una bipolaridad muy grande en la relación, y es por ello que hago lo posible por poner de mi parte también... aunque al final, no estoy seguro de quién es la víctima y quién el asesino; por lo que estoy en constante confusión y... -Naruto tomaba el rostro de Sasuke con ambas manos-
-Es sólo que yo, no sé, qué más hacer para que me perdones. Estoy tan arrepentido...
-Sólo quiero saber... -tragaba saliva- ¿por qué?
-Tal vez, yo...creo que lo mejor sería comentarlo en la terapia, ¿no te parece?
-No lo sé... no estoy seguro...-"sólo pon de tu parte"- se repetía-
-"Estoy seguro, que cuando sepas la verdad completa... vas a dejarme. Yo no quería llegar a esto, pero te amo tanto, ¿por qué no te lo puedo decir? Soy tan egoísta que no quiero perderte. No quiero perderte por todos los errores que cometí, por todo lo que hice... perdóname por ser tan egoísta, Sasuke.
¿Me amas tanto como para perdonarme? ¿Qué tanto estás dispuesto a olvidar? ¿Qué pensarás de mí? ¿Tu amor se acabará cuando te enteres? Me odio a mí mismo... por ser tan mentiroso...
Incluso contigo... lo que más amo en la vida... por pensar que esas mentiras te hacían más bien que daño... creer que nunca te llegarían, y que jamás te quemarían... por favor, perdóname algún día" –se hablaba dentro de sí, mientras caminaba detrás del moreno. Se dirigían a cenar.-
-¿Sasuke?
-Dime –se sentaba en la pequeña barra en la cocina que tenían como comedor- ¿quieres que pida pizza? ¿O preparo algo?
-¿Te sientes con ganas? –Le hablaba divertido, esperando la respuesta-
-No mucho
-Entonces pidamos pizza. Lo que sea está bien
-De acuerdo- Acto seguido, Sasuke abrió su laptop que yacía en aquella mesa. Abrió la página de internet y procedió a ordenarla- Entonces Naruto, ¿qué ibas a preguntar?
-Bueno... ¿qué te hizo cambiar de opinión?
-¿A qué te refieres? –Después de pedir la comida, cerró la computadora, dedicándole de nuevo otra sutil mirada-
-Hasta estos días... prácticamente íbamos a separarnos, ¿no?, entonces... ¿por qué?
-Separarnos... -susurró- Creo que sólo faltaba decirlo, ¿verdad?, como un secreto a voces...
-Sasuke...
-Tuve una plática, y me ayudó bastante para aclarar un poco mi mente, eso es todo
-¿Con Karin? –Asentó las palabras-
-Sí –sentenció mientras jugaba con su vaso de vidrio-
-Entonces, ¿te abrió los ojos?
-Algo así –hablaba sin ni siquiera verlo- Iré por el dinero para pagar la cena –después de erguirse y marcharse del lugar, fue de inmediato a la habitación, pero no podía dejar de pensar en lo que estaba sucediendo. No podía creerlo, por primera vez en toda su vida... le estaba mintiendo... Sasuke le estaba mintiendo de una forma enorme y garrafal a Naruto, pero... ¿por qué lo había hecho? ¿Se había vuelto igual que él? ¿A caso lo tenía merecido? ¿Siempre fue así y esto sólo fungió de simple pretexto perfecto?
Jamás había mentido, y sin embargo a pesar de sentirse mal, también le daba la sensación de tanto poder... que podría incluso hacerlo más veces... más de una vez.
Y todo eso lo asustaba; porque nunca se había comportado de una forma tan burda... pero Naruto también lo apuñaló por la espalda, así que... no era tan malo, ¿o sí?
Podía sentir como la adrenalina atravesaba sus venas después de haber cometido el mismo pecado que Naruto. Como un adicto a la cocaína que acaba de darse un toque...
Igual nadie se enteraría. Nadie podría enterarse... él, era mucho más listo, mucho más que eso... pero lo más importante tal vez era... ¿En verdad eso era lo que quería? ¿De verdad lo deseaba? Al final no mentía en que de verdad lo amaba. Pero Naruto necesitaba una lección, ¿no es así? Merecía ser castigado por todos sus pecados... ojo por ojo y diente por diente. Pero, ¿tenía derecho de hacerlo de esa forma? ¿Podía hacerlo por sí mismo? Fuera cual fuese la respuesta, el lograrlo de esa manera lo hacía sentir vivo. Vivo y liberado; después de tanto tiempo, logró sentirse... así... ardiente. Fue esa sensación la que le permitió darle otra oportunidad a Naruto; si es que se le pudiera decir así.
Después de eso, comieron pizza, platicaron un poco, pero más que antes... Incluso Sasuke logró reírse unas tres veces. Se sentía como si jugara al cazador cazado...cazado cazador... esa emoción de estira y afloja... afloja y estira...
Y sin embargo, no quería irse. Quería estar con Naruto, y lo quería a él, y para él. Era suyo, pasara lo que pasara.
A la mañana siguiente, Naruto entró con él al teatro; hace mucho que no estaba ahí. Pudo notar la enorme ausencia de su parte, ya que reconoció que en algún momento perdió por completo los pasos del moreno. No sabía si quiera con quién trabajaba y apenas recordaba el nombre de alguno que otro de sus trabajos, ¿cómo pudo pasar eso? Mientras estaban en el camerino, el celular de Naruto sonó, al parecer era un mensaje, que después de leer, prefirió no contestar. Por lo menos el menor no se dio cuenta... porque de haber sabido que se trataba de Sakura, por supuesto entonces, que lo habría matado.
Fueron hacia el despacho de Orochimaru, lugar donde había citado a Sasuke para hablar sobre los detalles de la nueva película. Ya todo estaba perfectamente orquestado.
El chico le dio todos los detalles a Naruto, y este optó por ir, sin saber que era lo que le esperaba. Se suponía que también verían a Sai y Karin; así que entraron, y la cara de ambos no tuvo nombre...
Los dos se quedaron ahí, mirando de frente... enfocaban en una misma dirección, de hecho estaban viendo algo o a alguien. A un lado de "eso" estaban Orochimaru y Jiraiya, mientras que Karin y Sai estaban sentados dándoles la espalda.
El silencio incómodo se encargó de inundar las almas de todos en el lugar, los viejos demonios ya apoderados de la situación crecieron incluso más; no había forma de derretir el hielo ya formado, y lo único que todos esperaban era la reacción de Sasuke, aunque de cualquier forma, el ver a Naruto ahí también fue, una gran sorpresa.
-¿Sasuke-kun? –Orochimaru dudaba-
-Me voy- el chico tajante se estaba dando la vuelta, Karin y Sai se levantaron de su lugar, Naruto no sabía qué hacer y Jiraiya sólo vio de reojo lo siguiente que venía-
-Sasuke, espera –cuando escuchó esa voz paró en seco y se giró-
- ¿Tienes aun el valor de hablarme... Itachi?
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-No puedo hacer esto... -Sasuke lucía un poco trastornado, seguía sin comprender exactamente qué era lo que había pasado. Una cosa llevó a la otra en cuestión de segundos, y él había cedido completamente.
Era una mañana tranquila, sólo se encargarían de ensayar y pulir como siempre algunas coreografías para la función del día siguiente. Se suponía que terminando de hacer eso, podría regresar a su casa y dormir como hace años que no lo hacía... sólo quería acabar ya, para poder acostarse y tomar una montaña de pastillas para dormir.
Todo lucía sumamente normal, cómo cualquier otro día. Cuando terminaron, se dirigió a su camerino, se cambió y enseguida prosiguió a despedirse... fue ahí donde su vida comenzaría a dar de nuevo un giro de 360°.
Conforme avanzaba en el corredor, sus pasos resonaron en una de las salas contiguas, por lo que cuando menos lo esperó, una voz muy conocida y odiada incluso por él, lo llamó...
-¡Hey¡, bastardo... -Sasuke pudo escuchar como Sai iba corriendo detrás de él, hasta que sus pasos lo alcanzaron-
-¿Qué quieres imbécil? Los señores que se encargan de recoger la basura ya se fueron, deberás de esperar hasta mañana...
-Vaya que triste, pensé que tú podrías llevarme
-Sueña como siempre, Sai –el moreno estaba dispuesto a marcharse, pero en ese instante, la mano helada del contrario lo tomó con fuerza del brazo- y ahora, ¿a ti qué te pasa?
-Quisiera... que vieras algo
-¿Qué? –Sasuke arqueaba la ceja-
-No te quitaré mucho tiempo, creo que te gustará –ante la última frase, el menor no pudo dejar de sentirse curioso-
-Sea lo que sea... sólo un momento- Cuando entraron al salón, el mayor le pidió con la mano que lo siguiera a una de las butacas que se encontraban de frente al escenario; ahí, yacían unos cuadernos de dibujo, de los cuáles, levantó el más gordo y viejo de éstos para abrirlo y buscar aquello que necesitaba.
Sasuke aun ligeramente intrigado, miraba como uno a uno pasaban ante sus ojos los diferentes dibujos que el contrario había realizado hasta ese momento. Aunque ya había visto algunos, no dejaba de sorprenderse con lo hermoso que lucían algunos otros... su ensoñación terminó, cuando Sai se detuvo-
-¿Qué te parece? –Le hablaba con tranquilidad-
-¿Por qué lo hiciste? –Se notaba la confusión del menor-
-¿A caso no es obvio? –Sonreía ligeramente- yo sólo tiendo a dibujar cosas, objetos o personas hermosas
-Yo, no sé, qué se supone que deba de decir ahora...
-No te lo he pedido, ¿o sí? –ante las evasivas confusas de Sasuke, el otro optó por hacer lo que desde hace mucho quería, y que mejor momento que ese... si no lo hacía, probablemente no habría una segunda oportunidad, por lo que... sin más, jaló de la sudadera que traía puesta y con toda la fuerza del mundo... lo besó.
Y ciertamente... Sasuke, no pudo resistirse...
Y dejó de pensar... hasta que llegó a casa, y después de un cóctel de pastillas, se durmió, al menos, hasta que Naruto llegara esa noche...

Mi amigo, mi esposo y mi amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora