Capítulo 5: "Acción y corte"

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  -Sabes que el dinero no importa, conseguiré al mejor terapeuta del país, del mundo, de la galaxia, de lo que sea... lo juro –ante eso Sasuke se quedó mirando desde arriba y enseguida se colocó a la altura del mayor-
-¿Puedo preguntar algo? –Lo miraba sin mucha expresión en el rostro, pero y sin embargo ambas manos las colocaba en las del otro-
-Lo que quieras –dejaba la frase al aire-
-¿Por qué?
-¿Por qué, qué, Sasuke?
-¿Por qué no me dejaste ir? Después del aeropuerto... ¿por qué no me olvidaste? ¿En verdad te basto una mirada, para...
-Saber que quería estar contigo el resto de mi vida... -trataba de entablar contacto visual con él-
-Tú –el chico sonreía tímidamente, pero la mente se nublaba cada vez que el rubio decía esas cosas, provocando que esa ligera esperanza se perdiera entre la tristeza de su mirada- avísame cuando lo encuentres, es nuestra última opción
-Ante la respuesta, la salud emocional de Naruto no podría estar más dañada; por más intentos fallidos, por más paciencia y atenciones que podía llegar a tener, más lejos sentía a Sasuke, cómo si con cada respiro, se fuera más y más... a un lugar, dónde ya no podía si quiera verlo.- Está bien. Será a tu manera entonces –suspiraba, tratando de tener aún buena cara- ¿No tienes aunque sea, un poco de hambre? Hice, tu platillo favorito...
-Sasuke hizo una ligera mueca, pensando en qué debería de contestar- "Pon de tu parte" –se decía- fue un día de esos, que no sabes si quieres olvidar o no... me daré una ducha y... -dejaba la oración al aire- quisiera que pusieras la mesa para los dos por favor... hace mucho que, no cenamos juntos, ¿no? –lo miraba tratando de esbozar una pequeña sonrisa, que a Naruto, al menos lo tranquilizó un poco; lo suficiente, como para mantener viva la esperanza, aunque sea por un segundo más-
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-Ya no pienso decir nada...
-Pero Karin, tenemos que hacer algo
-¿Algo cómo qué? Ya lo escuchaste, nos hemos metido demasiado en su vida. Sasuke es del tipo de persona que debes de tratar como si fuera de porcelana. Ahora sabes lo que piensa de todos nosotros. Si hacemos algo más, ten por seguro que se cerciorará de que nos acordemos siempre de él, y no exactamente por sus buenos actos –la muchacha se cruzaba de brazos-
-Karin...
-Estorbamos en su vida, Ino. No somos quiénes para decirle que hacer y qué no. Si él, quiere echar todo a perder, si quiere regresar, no regresar, intentar de arreglar su vida, si no lo quiere, etcétera, etcétera; a nosotros ya no nos incumbe
-Pero...
-Yo conozco muy bien a Sasuke, y sé que dadas las circunstancias nos puede llegar a tratar hasta peor. Así que lo mejor será dejarlo solo, como él mismo lo pidió
-La otra sólo pudo suspirar con tristeza mirando el suelo- es sólo que no me gusta ver... cómo se destruye
-Creo que a nadie aquí nos gusta verlo... pero hay cosas que no podemos controlar, y lo que él haga y deje de hacer es algo con lo que no nos podemos meter
-Ya lo sé –se cruzaba de brazos indignada- pero, ¿cómo fue que esto empezó?
-¿De verdad no te sabes la historia del Uchiha bastardo? Ay querida, ¿pero en qué mundo vives? Y así, ¿quieres ligártelo? Es como si le pidieras los clavos de cristo a un pederasta...
-¡Sai¡ -Karin lo paraba en seco-
-Bueno ya de acuerdo, sólo fue una pequeña bromita...
-Verás, su historia es algo curiosa... después de haberse encontrado en Madrid, unas semanas más tarde nos dimos cuenta de que no fue exactamente casualidad. Naruto le dejó su tarjeta en un ramo enorme de rosas rojas. Fue tan gay... -se burlaba por lo bajo- pero creo que era la envidia de todas las mujeres en ese momento.
La cara de ese tonto fue inigualable, incluso pagaría por verla de nuevo... En fin, creo que esa misma noche, Sasuke lo añadió a contactos, y le mandó un mensaje de agradecimiento por las flores, algo así, sólo recuerdo que fue un completo cliché
-¿Y luego?
-Pues... comenzaron a buscarse más. Casi no hablaban por celular. Europa es caro y sus llamadas internacionales también, así que lo hacían más por mensaje o por internet...
-¿Correos? ¿Chat? –preguntaba curiosa-
-Todo eso.... Y dado que después se pusieron de moda las video-llamadas, algunas noches no dormía por platicar con él... ya sabes los cambios de horario y demás
-¿Pero, y entonces....
-Todo esto que te cuento, sucedió en seis meses. Hablaban prácticamente todos los días. Así que al año, en una de las funciones en Italia, Naruto se apareció de nuevo... y ya no dejó escapar a Sasuke....
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-Ay sí, ay sí, como ya tengo novio no me puedo ir a dormir si no me manda las buenas noches
-No es mi novio, y no tengo por qué darte explicaciones, basura
-Calmado bastardo, sólo digo lo que veo
-Pues necesitas lentes porque aquí, no hay nada de lo que dices. Además, ¿desde cuándo dejan aquí a la basura?
-Pues, desde que llegaste, ¿no?
-Idiota...
-Imbécil...
-¿Nunca van a dejar de pelear? Que aburrido tener el mismo drama patético con ustedes...
-Será mejor que no te metas Karin
-¿O si no qué Sai?
-No queremos contestarte mal, preciosa
-Siempre de galán Sasuke
-Soy todo un caballero
-¿Por qué te está molestando?
-Lo que me faltaba, los tórridos amantes... será mejor que me vaya, antes de que se atrevan a tener sexo enfrente de mí- hablaba Sai-
-Eso quisieras mi amor...-decía Karin en broma- ya enserio, después de todo su tonto espectáculo... ¿hay novedades?
-Muchas...
-¿Cómo cuáles?
-Va a venir... -era evidente su emoción-
-¿Aquí?
-Obviamente no va a ir a Suiza, Karin... va a venir a la última función
-Es decir, el domingo
-Sí...
-¿Y estás seguro?
-Claro que lo estoy. No fue simple casualidad, el mismo me lo dijo...
-¿Aunque no es poco extraño?
-Bueno, claro que es extraño
-Me refiero, a que su encuentro y a todo lo que ha sucedido –trataba de indagar en los acontecimientos-
-Bueno, si un poco, pero, ¿a qué viene eso? –el chico comenzaba a lucir un tanto confundido. Es decir, de acuerdo, sabía que todo se había dado muy rápido, y que la historia había dado un giro inesperado, pero de eso se trataba, ¿no? La vida no es más que sorpresas de todo tipo... tanto buenas, cómo malas.
Después de lo que sucedió en Madrid, y añadir su número increíblemente a favoritos, no sabía ni cómo empezar una conversación. Lamentablemente tuvo que esperar casi dos semanas, dado la carga enorme de trabajo que tenía. Y al final Naruto también estaba agradecido de ello, pues parecía que la vida también se había cargado de él, con tantas cosas que debía realizar.
Pasado ese tiempo, todo empezó con un simple hola... como en cualquier principio. De ahí en más, sus pláticas eran un tanto comunes e insignificantes, aunque con el transcurso de una semana, pasaron a cosas un poco más... "candentes". Conversaciones con un poco de doble sentido, humor negro, secretos, confidencialidad, cómplices... se estaba tornando a otro tipo de nivel. Ahora no podían decir que eran, simplemente amigos... que por un lado hacían buena y mala mancuerna; en general eran como agua y aceite, pero en las pequeñas cosas que congeniaban, parecían hacer magia... era una mezcla extraña, pero también dada la sensación e impresión de funcionar.
Hasta que un día, por fin lo esperado, el secreto a voces que todo mundo conocía, o pensaba saber... dónde sólo faltaba la confirmación de lo que se suponía, era un hecho.
-Bueno, me pidió que saliéramos en otro contexto...-Sasuke trataba de lucir sin emoción-
-¿Ese contexto? –Karin indagaba-
-Sí... en ese...
-Ya veo... y, ¿estás seguro? ¿Es una decisión que tomaste bien?
-¿Por qué preguntas todas esas cosas?
-Porque me preocupo por ti, ¿no te das cuenta?
-Yo...
-Sabes que no lo hago por lo que pasó con nosotros meses atrás –desviaba la mirada- ambos decidimos que era lo correcto. Nos dimos cuenta de quién es quién, cuáles son sus atributos y sus horribles defectos... por eso siempre es mejor cortar antes de herir y quedarse con lo que hubo, que con lo que pudo ser.
Además el salir como novios un tiempo no quería decir que nos fuéramos a casar. Tú y yo necesitábamos y necesitamos experimentar más... yo no tengo ningún problema con lo que hagas o dejes de hacer. Al final el dueño de tu vida, eres tú mismo; yo no puedo ni quiero hacer nada, ya que no me concierne... pero si veo que hay algo que no me cuadra o noto que lo estás echando a perder, entonces sabes muy bien que abro la boca
-¿A sí que piensas que esto está mal?
-No digo que esté mal. Sino que se me hizo muy pronto, agregando las circunstancias... no dudo que le gustes, y que él te guste... pero... hubiera preferido que toda esta etapa del ligue y coqueteo, etc. Etc. Hubiera sido en persona y no por correos de Messenger...
-Bueno, uno hace lo que puede con lo que tiene, ¿no es verdad?
-Supongo que sí –se cruzaba de brazos suspirando levemente- ¿sabes? Si piensas que vale la pena intentarlo, adelante. Quién no arriesga no gana, así que de acuerdo, tienes luz verde. No es lo ideal pero tampoco se puede hacer mucho dada la situación y el momento... ya sé que le dijiste que sí. Pero faltaba que te diera mi aprobación. Sólo prométeme algo...
-¿Qué? –la miraba serio-
-No seas de esas parejas de las que nos solíamos burlar...
-Karin eso no...
-Tienes que prometérmelo –le hablaba con seriedad- si notas que se están convirtiendo en eso... lo vas a dejar
-Ni siquiera sabemos si vamos a estar juntos tanto tiempo y ya me estás mosqueando las cosas
-No lo digo por eso, y lo sabes. Sé que estás muy feliz ahora mismo porque todo se está colocando en el sitio adecuado, pero por favor... cuando notes que te estás convirtiendo en eso... ya sabes que hacer
-Lo sé mi preciosa, lo sé –se cruzaba de brazos mirando hacia la ventana- prometo que no me convertiré... en una de esas parejas.
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-La mujer de cabellos rojos suspiraba- pero y sin embargo, con todas las advertencias... esos dos se han convertido en algo que juraron nunca ser...
-¿Te refieres a ese tipo de pareja?
-La que pelea por cualquier cosa, que más bien, busca cualquier motivo para discutir; la que no confía en el otro, que le pregunta en cada momento en dónde está, con quién está, ¿a dónde vas? ¿Por qué? ¿Yo no puedo ir? Entre otras cosas...
-¿Cómo ataques de celos y esas cosas?
-Pensar en terapia de pareja, y usar personas y/u objetos de salvación
-Comprendo, pero... Karin, ¿por qué les pasó eso? Por lo que he entendido de todo lo que dicen aquí... es que eran la pareja perfecta; superaron todas las expectativas que tenían de ellos. Si eso era así, entonces...
-En esta vida, hay cosas difíciles de perdonar, ¿estás de acuerdo? Y que por más que ames a una persona... puede que el error que ésta haya cometido, sea muy complicado de olvidar, ¿cierto?
-Correcto –la miraba con suma curiosidad-
-En el caso de ellos... Naruto se equivocó muy feo –se recargaba en la pared- a pesar de eso, dentro de lo que cabe, lo llevaron muy bien. Es decir, sólo los más cercanos supimos exactamente qué fue lo que pasó, como para llegar a este punto de no retorno
-Explícate
-Hace cuatro años –no estaba segura de seguir, pero sabía que de cualquier forma tenía que hacerlo. Al final confiaba en la muchacha que tenía en frente- el hermano mayor de Sasuke vino a ofrecer una serie de conciertos... fue el momento oportuno para hacer las presentaciones correspondientes entre Naruto e Itachi, pero las cosas se salieron de control
-La otra chica apretaba los puños del nerviosismo tan grande que tenía. No podía dejar de sentirse como en una novela, aunque a su vez le daba tanta pena y pavor lo que ella pensaba que Karin le iba a decir... con esa introducción cualquiera puede darse una idea de lo que pasó; pero el hecho de escucharlo de viva voz... es muy diferente... tanto que es capaz de helar la sangre...- ¿Cómo, que se salieron de control? –Tragó saliva con fuerza, esperando la resolución-
-No entraré en detalles pero... Itachi hizo algo que simplemente no se debe de hacer –suspiro hondo, miró al cielo, y regresó a los ojos azules de la menor- se metió hasta el fondo con Naruto... literalmente...
-¿Estás diciendo que...? –lógicamente no podía hablar-
-Sí –asentía con la cabeza- Itachi y Naruto fueron amantes... y Sasuke los encontró...
-¿Qué? –la chica parecía sentirse como en un sueño, pesadilla; algo casi irreal- ¿cómo pudo suceder eso? Al parecer todos se preguntaron lo mismo una y otra vez...
-Lo peor es que la historia no acabó ahí. Sasuke los encontró cuando regresó temprano de un ensayo... Me dijo que los encontró a los dos en la cama que él y Naruto compartían. Lo único que me contó fue que sintió como el mundo se vino abajo, un...vacío tan grande, un dolor, una presión en el pecho... que no pudo ni hablar. Sintió como si su alma saliera de su propio cuerpo... y, se echó para atrás, quería y necesitaba irse... pero dada la impresión, golpeó un mueble que estaba detrás de sus piernas y llamó la atención de los otros dos...
Ya imaginarás lo que pasó...
-No lo dudo... -agachaba la mirada, en señal de convalecencia hacia Sasuke-
-Lo que más le dolió, fue que hasta que se golpeó, ellos no se dieron cuenta de nada...
-Vaya, yo... no sé qué decir
-Imagina lo que pasó por mi mente cuando me fue a buscar como loco a mi departamento... tuvo una crisis nerviosa tan fuerte, que acabamos llamando al médico encargado de la compañía. Lo mejor era haberlo llevado al hospital pero por otro lado, la estúpida prensa haría circo, maroma y teatro con algo tan amarillista como eso
-Supongo...
-En cuanto a Itachi... se fue sin decir nada al día siguiente... nadie está totalmente seguro de que fue lo que pasó, pero sólo se esfumó, y no había vuelto a saber de él, hasta apenas en estos días que ha regresado
-Es por eso que Sasuke ni siquiera lo menciona
-¿Tú lo harías?
-Definitivamente no...
-Yo le dije muchas veces, pero no me quiso hacer caso... aunque bueno, eso ahorita ya no vale nada...
-¿Pero entonces, por qué no se dejan?
-Es lo que tanto me he cansado de pensar y no llego a una buena conclusión. Es decir, Naruto después... trató de resolver las cosas... no fue durante el tiempo que debió de hacerlo realmente, y creo que pudo haberse esforzado más, pero al menos mostró un poco de interés por recuperar la relación... pero obviamente Sasuke quedó destrozado, y perdió toda la confianza que le tenía
-Y con justa razón
-El problema es que no lo deja... mira que su relación nunca la terminé de aceptar, pero el verlo feliz, era señal de que entonces seguramente Sasuke estaría bien... aunque cuando terminó todo el revuelo de la infidelidad y que Naruto dejó de esforzarse... todo se desmoronó aún más y se convirtieron, sólo en aquel especie de matrimonio donde ambos luchan por tener el control y manipular al otro
-Karin...
-Traté de tener esta plática con él, pero no me dejó, ni me va a dejar... por ello, si quiere destruirse, que se destruya. Yo estaré ahí cuando lo necesite... al final somos muy buenos amigos
-¿Quieres decir que en verdad no sientas otra cosa por él?
-Hemos convivido tanto tiempo juntos, nos conocemos tan bien, que sé que lo nuestro ya no puede volver a pasar. Es lo único que puedo decir
-Sí que son admirables
-Yo diría que simplemente nos comportamos como todas las personas deberían portarse, pero vaya, no podemos hacer milagros...
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-¿Cómo piensas hacer que Sasuke acepte, Jiraiya-sama?
-Bueno, estoy plantando el terreno en conjunto con Orochimaru, de una u otra forma tiene que aceptar
-Sabes que si yo estuviera en su lugar, jamás lo haría. Después de lo que pasó, es imposible que Sasuke...
-Deja de pensar un momento en tu hermano. La pregunta real es: ¿Tú quieres? ¿Tienes la capacidad de encararlo? ¿Puedes hacerlo? Porque si tu respuesta es no, o tienes duda en alguna de ellas, entonces será mejor detener todo en este punto
-Yo sé que puedo hacerlo –sonaba decidido- pero tampoco es como que tenga el valor suficiente de mirarlo a la cara, ¿A caso tú podrías?
-Sigo sin entender... cómo fue qué pasó
-Créeme, Jiraiya... que yo tampoco lo sé –se volvía un silencio incómodo alrededor de él. Un silencio que envolvía a Jiraiya, Deidara y Sasori- cuando lo noté, estaba encima de él... y no pude parar... pero cuando vi la expresión de Sasuke... simplemente, el corazón se me partió a la mitad. Comprendía el pecado tan grande que había cometido, quería morir en ese momento... cuando vi sus ojos lo sabía... había matado a mi hermano... lo había traicionado... y lo había condenado a una vida llena de tristeza, amargura e inseguridad de la que no ha salido –observaba su taza de café ya fría- ¿tú tendrías el valor de mirarlo de nuevo a la cara?
Actualmente, no busco su perdón si quiera. Sé que no lo merezco, pero al menos me gustaría imaginar, que dentro de algunos años, al recordar mi nombre, se sienta tranquilo y en paz
-Itachi...
-No puedo pedir más... al final... me acosté con su novio y él nos vio en pleno acto. Siempre que recuerdo su cara... su mirada –la voz se le entrecortaba- no puedo evitar sentirme enfermo... darme... asco... por la estupidez que hice... cuando veo su expresión, como su voz y su alma se fue apagando...
Estoy tan arrepentido...
-Tal vez de esta forma puedas acercarte de nuevo a él...
-Estás de acuerdo que de cualquier forma... si yo acepto el trabajo, toda su ola de amigos no dejará de crucificarme...
-¿Qué más podrían hacer? ¿Respetarte? –Hablaba Sasori- sabes que eso no es posible
-Lo sé... -suspiraba- voy a hacerlo, no importa que pase... trataré de darle la estabilidad que se merece. Supongo que eso hacemos los hermanos mayores... agregando la situación con nuestros padres
-Entonces, al final... ¿aceptas?
-Giró su vista hacia el mayor- acepto... estoy dispuesto a trabajar hombro a hombro con Sasuke, aunque eso implique que me crucifiquen de por vida...
-Bien... -se cruzaba de brazos- ahora, sólo falta esperar su reacción –cerraba los ojos lentamente y los abría con rapidez- ¿ya has leído el guion?
-Es correcto, pero al igual que Orochimaru, tengo mis discrepancias. Yo sé que Sasuke no va a aceptar
-Bueno, no hay peor lucha que la que no se hace. Déjenmelo a mí.  Tengo una forma para que no pueda rehusarse, incluso si te tiene aquí.











Mi amigo, mi esposo y mi amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora