Capítulo 9: "Cambios de conciencia"

1.7K 147 18
                                    

  -¿No lo sabes o no quieres verlo? –Cruzaba ambas piernas recargándose en el sillón- es muy lastimero verte así. Como si cada día que pasara, te fueras desmoronando más y más; como si cada día quisieras desaparecer... –bajaba el tono de voz- es tan irritante ver como permites que te haga esto...
Ambos sabemos que la relación está fracturada. ¿Realmente crees que tiene arreglo? ¿Qué es eso tan importante, por lo que te aferras tanto a él? –Lo miraba indagando en la situación- ¿Puedes jurar, que todo lo que haces es por amor? ¿Puedes creértela? Porque yo no... -Se levantaba de su lugar para acercarse al otro. Sasuke se encontraba en una especie de limbo; las palabras de Sai resonaban en su cabeza. Hacía cuenta regresiva de algunos de los recuerdos más importantes que tenía con Naruto, y de cómo éstos se fueron consumiendo en las mentiras.-
-¿De verdad terminaría así? ¿Siendo infeliz por siempre? ¿Viviendo a oscuras y a lo que el rubio hiciera o dejara de hacer? No podía permitirse eso. Era como aquél le decía en esos momentos, incluso sin saber demasiado... se había dado cuenta que al menos el suicidio lo había pensado un par de veces, pero... ¿entonces estaría bien? ¿Es que acaso su moral daba para tanto?
Aunque como el mismo sabía... Naruto no valía más la pena. Desde aquel momento perdió cualquier tipo de valor; por lo tanto, ¿no podría hacer lo que se le viniera en gana? Al final, el mayor había echado a perder las cosas primero.
Tal vez fueron las palabras, o el orden de estas; tal vez era todo lo que se había guardado, o todas las emociones que en su momento no pudo desahogar... pero de nuevo sintió la sangre fluir en su cabeza; algo lo llenaba, no estaba seguro de que le provocaba eso, pero parecía ser productor de un gran cambio en la cabeza de Sasuke.
Una sonrisa ligera pero seductora salió de sus labios. Pareció que en cuestión de segundos algo se fundió. Algo se produjo porque incluso Sai lo había notado.
-Quería adelantarte... -se pausó unos momentos- que estoy dispuesto a grabar
-¿Piensas sacar algo de eso? –El otro chico volvía a la misma frialdad de siempre-
-¿Tú que crees? –Se cruzaba de brazos a la par que se apoya en el otro sillón- Yo...-desviaba la mirada- platiqué con Itachi hace un rato... llegamos a un convenio
-Comprendo –hablaba con ligera curiosidad-
-Así que dile a Orochimaru que podemos empezar el día planeado. Hago esto por mí y nadie más, ¿comprendido? –Comentaba evitando sus emociones una vez más-
-En situaciones como estas... realmente me pregunto... ¿Quién eres en realidad? –Simplemente se quedó parado, enfrente del menor que lo miraba desde abajo dada la posición que había adquirido anteriormente. Entrecerró los ojos y después volvió a desviarlos, lucía muy renuente, pero para Sai era como ver una de las mejores obras de teatro de toda su vida. –Entonces, siendo directos... ¿quieres que te espere?
-No... -atinó a decir-
-¿Eso significa qué? –Dejaba la frase al aire para que el moreno menor contestara-
-Supongo que es justo y necesario... dado que hace años, no tengo nada de diversión –sonrío de manera maliciosa. Hace mucho que no provocaba ninguno de esos gestos, ni siquiera al actuar; ¿Cómo resistirse a eso? ¿Cómo no seguir pecando? Incluso más de la cuenta.
Sai se acercó lo suficiente para besarlo, colocó una de sus manos en la mejilla del menor; lentamente ambos se acercaban más y más a los labios contrarios, pero cuando faltaba un sólo milímetro, la puerta se abrió. Muy rápido quedó de par en par, y gracias a sus buenos reflejos seguramente Naruto no sospechó nada; aunque si lo hacía, ¿de verdad importaba?
-Pensé que estarías dormido –el rubio entraba en la plática a la cual no había sido invitado. Dejó un breve espacio de tiempo para que el otro contestara, pero al no recibir respuesta prosiguió sin ni siquiera saludar al contrario.
En términos generales, Sai no le caía ni bien ni mal, era completamente irrelevante en su vida. De hecho sabía que él y Sasuke no se llevaban bien, por lo que creía que algo estaba sucediendo y lo iba a descubrir-
-¿Sabes? Le estaba comentando a Sai que hoy me encontré con Itachi –en el fondo se encontraba de lo más divertido por todo lo que estaba sucediendo. Estaba fascinado con las expresiones de Naruto, después de que lo escuchara hablar- No fue por mucho tiempo, pero supongo que fue interesante...
-¿Qué dices? –Trataba de no demostrar emoción alguna- pero si por la mañana... –desviaba ligeramente la mirada hacia el otro individuo- Creo que es hora de que te vayas...
-Pensaba que Sasuke me querría más tiempo aquí. Como sabrás nunca habla con nadie, y cuando está decidido a hacerlo, es mejor no interrumpirlo, ¿cierto? –el chico le contestaba con la confianza errada de personas que se conocen de hace ya mucho tiempo. Ciertamente ya tenían años de conocerse, pero no lo suficiente como para que usara ese tono de voz-
-Y ¿qué es eso tan importante por lo que no pueden dejar de hablar? –Usaba un tono rebuscado en su voz- sabes que esto es más importante que cualquier otro tipo de plática a la que están acostumbrados...
-¿Qué quieres decir con eso? –Sasuke se metía al combate- ¿Acostumbrados a qué?
-Sabes que no es lo que quiero decir, yo... –Le hablaba desesperado-
-Desde hace mucho ya no sé, que es lo que quieres decir.... –ni siquiera lo miraba-
-Sasuke, por favor... –agitaba las manos señalando al otro-
-De cualquier forma todo mundo termina enterándose... -se acomodaba en uno de los sillones, subiendo las piernas a él-
-Jamás te había visto actuar tan infantil como lo estás haciendo ahora
-¿Disculpa? –Su tono se hacía mucho más grave-
-Por el respeto que me debes a mí, te pido que te vayas –trataba de hablarle tranquilo al moreno que sólo fungía de espectador- es de pésima educación permanecer en la discusión de alguien en donde no te están llamando- ante lo dicho, Sai sin hacer comentario alguno sólo caminó hacia la puerta y la cerró tras de sí-
-¿Quieres explicarme por qué tuviste que hacer tu berrinche usándolo a él?- Era la primera vez en un largo tiempo en el que Naruto realmente lucía enojado-
-Si me dices primero que fue lo que te molestó tanto, tal vez te lo diría... -le hablaba al otro en un tono casi burlón e infantil, cosa que enfureció más al rubio, pero a su vez lo hacía dudar con respecto a la estabilidad emocional del chico, pues había notado esos patrones y cambios de personalidad tan abruptos de un tiempo para acá- Simplemente quería que Sai le diera un mensaje a Orochimaru de mi parte... y en todo caso, ¿qué podría molestarte? –Ahora le dedicaba una mirada fría- no es como que tuvieras el derecho de encelarte, ¿o sí?
-Deja de jugar con mi cabeza por favor –suspiraba, dándose un tirón de pelo- ¿Sigues creyendo que no estoy arrepentido? –Le dedicaba una mirada suplicante- ¿hasta cuándo seguirás castigándome por lo que te hice?
-Hasta que encuentre paz –se encogía dentro de su sitio, acomodando los codos a la altura de sus piernas- supongo que seremos sinceros esta vez... así que te pregunto, ¿qué hacías con Sakura? –Sus ojos denotaban tristeza- es claro que terminaron temprano de trabajar... si sabías que yo estaría en casa, ¿por qué preferiste estar con ella y no conmigo? –Ante esas preguntas Naruto no tenía respuestas- pensé, que habíamos avanzado, aunque fuera sólo un poco...
-¿Estás haciendo todo esto por ella? –Se acomodaba en la punta del sillón, colocando ambos brazos en sus piernas estiradas- quería hablar contigo en la mañana pero tú no... -fue cortado abruptamente-
-No, no querías hacerlo –la voz de Sasuke cambió de nuevo. Ahora era él, quién estaba enojado- simplemente te largaste y ya. Ni siquiera tienes el valor de decirme las cosas... sigues siendo el mismo cobarde de siempre...
Y en todo caso no... no sólo lo hago por ella –susurraba, de manera casi inaudible, como un suave suspiro-
-¿Cómo quieres que lo enfrente entonces? –Naruto alzaba el tono de su voz, se veía realmente cansado emocionalmente, puesto que también estaba llegando a su límite-
-Como si de verdad me quisieras... -le replicaba con sarcasmo-
-Te lo he tratado de demostrar de muchas maneras...
-¿Cómo no llegando a dormir? -Con una de sus manos, Sasuke le enumeraba uno a uno, cada uno de sus puntos- ¿Preferir quedarte en tu maldita empresa día y noche, en lugar de venir a tu supuesto hogar? ¿Irte a beber con esa horrible, corriente y vulgar secretaria tuya?... ¿cómo eres capaz de negarme que te has acostado con ella? ¿O con Gaara?, o mejor aún, ¿con toda tu estúpida empresa? –El joven se levantó rápidamente del sillón donde se encontraba, y enseguida se dirigió a marchas forzadas a la cocina, para tomar un vaso de agua con urgencia. Su cabeza estaba explotando y tenía una sensación de aturdimiento.
Ante esto, el rubio siguió paso a paso los movimientos del moreno; una vez llegando a la cocina, podía observar mejor su cara; logró darse cuenta de que estaba llorando y sudando; notó que en realidad estaba empeorando en cuestión de días. Pero simplemente no sabía que más hacer.
Sasuke lo miraba suplicante, pidiéndole explicaciones de sus actos; y tenía razón. Pero como lo había dicho, era demasiado cobarde como para poder hacerlo. Esa misma cobardía y ganas de desviarse de la situación, de no querer tomar la responsabilidad, lo orillaba a actuar de esa manera... era como su válvula de escape. Y aunque estaba mal, la culpa con la que cargaba era demasiado grande como para considerar todo eso una buena opción-
-¿Hay algo más que te está molestando? –Naruto trataba de desviar un poco el tema-
-¿De qué hablas? –En ese instante el mayor supo que tenía razón. La reacción de Sasuke lo hizo dudar-
-Tienes algo más, ¿no es cierto? –El joven trataba de acercarse un poco- desde hace unos días estás diferente... ¿estás planeando algo?
-¿Estás demente o qué? –El chico en cuestión se veía notoriamente aturdido- me hablas como si quisiera destruirte...
-¿Y acaso no es así? –El rubio interrumpía abruptamente al menor- ¿crees que no lo sé? Cada vez que me miras, me doy cuenta de que quisieras destrozarme...
-Naruto... -un silencio abrupto inundó la mente de ambos- ¿quién eres en realidad? –Simplemente no podía creerlo; de un momento a otro la plática se convirtió en una confesión mucho más seria. En verdad, ¿en qué se habían convertido? ¿Se trataba sólo de ver quién caía primero?- ¿por qué dices cosas como esas?
Te he preguntado muchas cosas... y necesito que las contestes...
-Sé que me quieres torturar con Itachi, pero, ¿por qué aceptaste trabajar con él? ¿Qué fue lo que te ofreció?
-Sigues sin contestarme...
-Necesito saber, Sasuke... -el tono tranquilo y pose serena típica del chico regresó en esos instantes, dándole un poco de más confianza a Sasuke; podía relajarse un poco. La conversación se tranquilizó-
-Yo también necesito saber, Naruto...
-Por favor –lo miraba serio. Nunca lo había visto de esa manera. ¿Qué significaban todos esos cambios de actitud en cuestión de segundos? ¿En qué momento se convirtieron en esos extraños? Parecía, como si se tratara de dos personas completamente diferentes... ¿a dónde se fueron los verdaderos? ¿A dónde se fue todo lo que alguna vez los unió? ¿Lo que hizo que se enamoraran uno del otro?
Sasuke se golpeaba el cerebro con cada una de esas preguntas, y muy probablemente Naruto también-
-Lo único que me ofreció, fueron las respuestas que tú no estás dispuesto a darme...
-¿Sólo eso?-Su voz parecía diferente-
-Y paz... -decía en un susurro- ¿por qué necesitas saber eso? –Se cruzaba de brazos. Definitivamente ya no estaba seguro de quién de los dos estaba más loco-
-De acuerdo... entonces contestaré tus preguntas... -ante eso, Sasuke se sirvió otro vaso de agua y lo tomó con rapidez- Tienes razón.... –apretaba sus puños con fuerza. Le costaba hablar y decirle parte de la verdad; pero tenía que hacerlo.
Si bien en esos mismos momentos parecía un psicópata, tenía razones para hacerlo- Supongo que con el paso de los años, me convertí en un completo cobarde... -dejó salir un suspiro para después continuar- sé que he hecho todo mal; y cada día, cuando me levanto... veo tu rostro sumido en la oscuridad de tus pesadillas que antes eran sueños, y no puedo dejar de culparme... pensar que si mejor te hubiera dejado ir... ahora serías más feliz con alguna otra persona –agachaba su rostro con la voz crispada- conforme pasa el tiempo, creo que tengo cada vez menos oportunidad de que me perdones y siento como si cualquier cosa que intentara o que pudiera ser, no significaría nada para ti. Es por eso que intento alejarme... para no causarte más daño. Porque sé que cada vez que trato de acercarme, te lastimo cada vez más...
-¿Qué es lo que en verdad quieres decirme? –Se acomodaba en el marco de la cocina-
-Sólo puedo decirte que con Gaara jamás ha sucedido algo
-Ah, ¿de verdad? –Sonaba escéptico-
-Sasuke.... –extendía los brazos-
-De acuerdo... te creo –seguía mirándolo, analizándolo... A pesar de todo lo conocía muy bien, y sabía perfectamente que estaba ocultando algo- y, ¿Sakura?
-No puedo estar seguro...
-¿No puedes o singues sin querer decírmelo? Vuelo a preguntar Naruto, ¿ha pasado algo más con Sakura?
-No –contestó seguro- no ha sucedido nada importante...
-El chico suspiró- te creo..."al final no puedo ser tan exigente con él" –se hablaba así mismo-
-No ha pasado nada con nadie más... por si te lo preguntabas –desviaba levemente la mirada- "¿Por qué sigo siendo tan egoísta?" –pensaba-
-De acuerdo. Lamento haberme comportado así. También tenías razón, estaba molesto con lo de Sakura; tú y yo sabemos que todo el tiempo se te insinúa y quiere algo más contigo que una simple relación laboral. –Se pausaba un momento para seguir con lo demás. De nuevo jugaba con su vaso de agua- Además estoy seguro de que si estuvieras en mi lugar también dudarías, ¿no es así? Cualquiera lo haría, es naturaleza humana pura, ¿cierto? Así que opté por vengarme aunque fuera un poco. Siendo sincero sí... a veces prefiero torturarte para que sientas un poco de lo que yo sentí ese día... ¿tú, qué harías en mi situación?
El problema real, radica en que no quiero dejarte... y aunque esté molesto... no puedo odiarte tampoco. Sólo me da por castigarte... a veces...
-Supongo que no puedo culparte por eso, pero ¿realmente tienes el derecho? Si es así, entonces lamento no ser lo suficiente para ti...
Por lo tanto asumiré que a pesar de todo, nunca has pecado, ¿verdad?
-Hasta ahora te he respetado –"es increíble mi capacidad para mentir... me doy tanto asco"- se hablaba así mismo- no soy de esa clase de persona...
-Como yo querrás decir...
-No me estás diciendo toda la verdad, ¿cierto?
-Aun no estoy listo...
-¿Y hasta cuando estarás listo? –De nuevo se escuchaba una molestia en su voz- es increíble todo lo que he aguantado hasta el momento, y tú, sigues en tu estúpido estado de cobardía...
-Es por eso que necesitar rodar la película... -desviaba la mirada-
-Hasta hace un momento no querías que lo hiciera, ¿qué te hizo cambiar de parecer? –ante eso, Naruto trató de contenerse-
-Ya no quiero ser tan egoísta...
-¿De qué estás hablando?
-¿Sabes? Nunca nadie me conoció tan bien –sonreía con un deje de tristeza- jamás podré pedirte el suficiente perdón...
-Naruto.... –por un momento, Sasuke sintió cierta culpa, al final también le estaba mintiendo. Pero algo en su interior le decía que cuando descubriera toda la verdad, algo se fragmentaría de nuevo... y muy probablemente daría fin con su relación-
-¿Qué pasa?-Lo miraba con una ligera esperanza en su mirada-
-Sabes, que no voy a dejarte, pase lo que pase, ¿verdad?
-Es lo que quiero pensar...
-Naruto...
-¿Sí?
-Yo sigo queriéndote
-Y yo a ti, aunque lo dudes muchas veces...
-Quiero que me contestes algo –se acercaba peligrosamente al rubio. Se colocó frente a él con los brazos cruzados-
-¿Qué? –El otro tragó saliva-
-¿Por qué Itachi? –Dejó unos minutos en silencia- ¿qué te orilló a eso? ¿No te di todo lo que necesitabas? ¿Cometí algún error? ¿Era demasiado inmaduro para ti? Puede que los años que tenemos de diferencia te hayan afectado, y no te culpo por eso; incluso yo sé que a veces actúo como si fuera un niño...
-No es nada de eso Sasuke... -tomaba la mejilla del menor con delicadeza- es algo muy diferente
-¿Qué es entonces? –Le hablaba tranquilo, pero necesitado de saber la respuesta-
-De momento sólo puedo decirte que necesitas grabar la película –se alejaba un poco del alcance de Sasuke. Ante ello, el chico desvió la mirada, supuso que tendría que acceder ante lo que el otro le decía, y decidió cambiar el rumbo de la plática-
-Entonces, ¿cuándo veremos a la psicóloga?
-Hice la cita para pasado mañana
-Está bien –hablaba como lo hacía normalmente- Ambos entraron a la habitación que a pesar de todo seguían compartiendo-
-¿Irás mañana a trabajar?
-Debo de ir. Tal vez hagamos alguna modificación a los diálogos o a alguna escena en especial. Además seguro que Orochimaru nos dará la información general de la película
-¿Ya has leído el guion?
-¿Tú que crees? –Sonreía levemente- fuera del contexto en el que estamos, la trama es interesante...
-Por lo que entendí, Itachi será el antagonista, ¿no es así?
-Correcto... además la escena antes del final, Jiraiya la hizo exactamente para que nos enfrentáramos
-¿A qué te refieres? –Fruncía el ceño con ligera curiosidad-
-Pues... se supone que soy esposo de Karin... pero la historia da comienzo en un restaurante... yo estaré platicando con ella, y de repente me hará saber que ha visto a otros hombres... Sai es uno de ellos
-Comprendo...
-Pero la historia se vuelve un poco más oscura de lo que parece en un inicio
-¿De verdad? –Ahora era seguro que la curiosidad de Naruto había aumentado-
-Sí –lo miraba entretenido- vaya que suena interesante si lo digo así, ¿no?
La historia consiste en que Karin y yo somos un matrimonio perfecto... hasta que decido engañarla. Ella se entera de eso, pero yo nunca me doy cuenta de que ella lo sabe. Así que comienza a hacer cosas muy raras para volverme loco... entre ellas está, el decirme con cuantos me ha engañado...
Sé que suena raro, pero una vez que lo veas comprenderás de qué estoy hablando. En una de las últimas escenas, decido seguirla con un arma en mi mano. Cuando al fin llegó a donde ella está, que es, en un cuarto de motel... la veo a ella con otro hombre... y se supone que mi rabia es tanta que decido dispararle al hombre sin ni siquiera ver quién era en realidad.... Por eso Jiraiya nos quiere a ambos –susurraba-
-No me dirás que... -colocaba ambas manos en su cien-
-Sí. Con quién me engañaba ahora, era con mi hermano...
-¿Cómo pueden hacer eso? –Suspiraba con pesadez. Era obvio que estaban contando su historia, de una manera tan siniestra como lo era en realidad-
-Lo sé... lo que me da más miedo, es la idea de cómo logró enterarse de todos los detalles más escabrosos de la situación...
-Creo que yo también estoy asustado –reía levemente a lo que Sasuke también le pareció gracioso, por lo que hizo exactamente lo mismo-
-Además –hacía una breve pausa- lo que me gustó de la historia... es que a pesar de todo Karin me amaba... e hizo todo eso para mantenerme amarrada a ella de por vida
-¿Cómo es eso? –Lo miraba intrigado por las cosas que decía-
-Después de que todos los amoríos salen a la luz, de parte de ambos... decido pedirle el divorcio. Pero de buenas a primeras... aparece un asesinato que llena las primeras planas del periódico y que está en todos los noticieros... la muerte de Sai –suspiraba leve- una vez que la investigación empieza, parece que yo soy el asesino... puesto que tenía un móvil para hacerlo...
-¿Qué Sai era uno de los amantes de Karin?
-Exactamente...
-¿Y quién lo mata en realidad?
-¿Tú quién crees? –Arqueaba la ceja-
-¿Ella? –Su rostro denotaba mucha sorpresa-
-Una vez que casi piso la cárcel, ella le demuestra a la policía que el verdadero culpable es otro hombre... pero para cerciorarse de que jamás volvería a traicionarla, hace que yo la siga hasta ese motel, y justo cuando ella va un momento al baño, yo decido entrar y matar a aquel hombre...
Lo que causa más miedo de esa película, es que ella graba el asesinato con una cámara escondida... y si decido terminar mi relación con Karin... ella llevaría el video a la policía...
Así que debo quedarme con ella... para siempre... de lo contrario... pasaría toda mi vida en una celda...
-Me pregunto de donde se inspiran para crear historias así...
-A veces yo también –sonreía leve- de hecho... la primera escena me recuerda mucho a ti y a mí...
-¿De verdad? –Hablaba con ligero nerviosismo- ¿por qué?
-Empezamos con la comida en el restaurante...
-Es decir, ¿qué te recuerda a aquella cena? –Le preguntó Naruto-
-Justo a esa –contestó Sasuke con un poco de nostalgia- la recuerdo como si hubiera sido ayer... fue cuando me propusiste... vivir juntos... -miraba su mano izquierda, donde en el dedo anular llevaba consigo un anillo de plata. Tenía diamantes en toda su circunferencia y pequeños detalles negros que lo hacían lucir bastante atractivo una vez que se le miraba con atención... incluso parecía misterioso. Quedaba perfecto con Sasuke. Si bien no lo usaba durante sus presentaciones, cuando alguien se fijara bien... notaría que lo llevaba consigo a todas partes-
La historia del anillo empezó un año y medio después de su cena en Italia, cuando Naruto le pidió a Sasuke que salieran en una relación mucho más seria.
Era una noche fría de invierno, alrededor de las siete y media, estaban Los Ángeles, donde la historia comenzó. Se encontraban en un restaurante bastante pretencioso de sushi.
Una de las grandes paciones de Sasuke, era comer cuanto sushi se le pusiera enfrente, y una vez entrados en la conversación y en la comida, el chico notó que Naruto estaba teniendo algunos problemas en cuanto a poder sujetar los palillos para comerlos...
-Puede que sea uno de los empresarios más millonarios a mi corta edad en todo el mundo, pero no soy nada bueno con estas cosas... -decía mientras cada rollito de sushi se rompía entre sus palillos-
-Y pensar que incluso apareces en revistas de negocios famosas... ¿qué diría la prensa de verte así, ah? –Le hablaba divertido- déjame ayudarte –se acercaba un poco más a él, hasta que su pierna chocó levemente con la del mayor, lo miró en un tono seductor y le explicó por undécima vez como sujetar el sushi.
Una vez que lo logró, Sasuke sonrió incluso con ternura, provocando en Naruto una sensación abrasadora... sabía que era el momento-
-¿Sasuke? –Hablaba suavemente. Se encontraba muy emocionado, la ambientación del lugar ayudaba mucho. Las luces del establecimiento cambiaban lentamente, generando muchos contrastes alrededor; la música, era tranquila y relajante, lo llenaba de paz y de fuerza para seguir adelante con su decisión. Lo había pensado mucho, o mejor dicho, lo suficiente como para saber, qué era lo correcto-
-¿Qué sucede Naruto? –Lo miraba con curiosidad. Por un momento incluso llegó a pensar que tal vez lo dejaría... en el fondo seguía con ese tipo de inseguridades, pero sin embargo la intriga lo embargaba. Tomó suficiente aire y las manos comenzaron a sudarle; Naruto lo miraba de una forma muy extraña... nunca lo había visto así-
-Aún recuerdo cuando te conocí... -sonreía- lo primero que llamó mi atención fueron esos preciosos ojos negros –le hablaba en un tono tan sexy, como Sasuke le decía, que lo hacía sentir abochornado- te vi a lo lejos, desde que entraste a la sala... me fascinaba la diversión con la que veías el despegue de los aviones –reía un poco- trataba de adivinar que estabas pensando como para que te emocionaras tanto por algo tan simple como eso... quería saber más de ti –tomaba una de sus manos-
Después para mi buena suerte, sin querer nos sentamos juntos en el mismo vuelo... yo estaba tan ocupado que no pude si quiera hablarte de nuevo... yo quería algo más que el saludo que me diste.
Una vez que escuché tu voz... simplemente mi cabeza se fundió... era tan divina... y lo sigue siendo. Simplemente encantadora... intentaba imaginar cómo sería una plática contigo... como sería el escucharte hablar por horas y horas...
Y después vi tus labios –acercaba un poco su rostro y con otra de sus manos acariciaba su rostro- pensaba que eran tan suaves, tan hermosos como tu... que quería probarlos en ese momento...
Pero también me quedé paralizado, no quería asustarte; tal vez pensarías que estaba loco, o incluso enfermo... por eso no mencioné palabra alguna...
Cuando bajé del avión pensaba que todo estaba perdido, que jamás volvería a verte. Pensé en esperarte y preguntar cómo encontrarte, en dónde estarías; pero recibí una llamada de papá y tenía que presentarme urgentemente en su oficina, no podía perder tiempo. Me fui, y supuse que jamás volvería a verte... o al menos hasta que noté que había olvidado el otro celular.
Tenía en mi corazón una ligera esperanza de que tal vez lo hubieras recogido y sabrías quién era yo... moría de ansiedad, de que, ojalá me buscaras.... Pero no tuve noticias tuyas...
O al menos eso fue hasta que uno de mis amigos fue a verte por pura casualidad a una de tus obras. La verdad es que la actuación le gustó tanto, que fue capaz de romper las reglas y tomarte una foto –le hablaba como si se tratase de un secreto- así que cuando nos encontramos para desayunar me habló de ti. Al escuchar tu descripción pensé que podrías ser tú y pude confirmarlo con la foto que tomó.
Con eso, pude encontrarte... y aunque para ese momento me encontraba a punto de hacer un viaje a Japón, decidí retrasarlo para ver tu actuación en Madrid. Logré contactar a tu director y conseguir fondos suficientes para su gira... cuando supe que eras actor, sabía que tenía que hacer algo, contribuir en tus sueños... de cierta forma quería hacerme parte de tu vida.
Al final, el día de tu presentación... sabía que quería estar contigo, pero... ¿tú querrías lo mismo? Yo era un extraño para ti, ¿cómo podrías enamorarte? Por eso decidí dejarte mi tarjeta.... Y esperar a que las cosas se hicieran a tu ritmo. Cuando me buscaste no cabía de felicidad... y cuando me diste la oportunidad de tener una relación más seria, fue uno de los días más felices de mi vida...
-¿Sabes qué estás sonrojándome, cierto? –El chico en cuestión no sabía ni que decir, eran demasiadas palabras buenas, era un momento tan mágico que podía jurar que estaba soñando-
-Lo sé –besaba su frente a la par que se levantaba de su lugar- y hoy quiero... que sea el día más feliz de nuestras vidas Sasuke...
-¿Ah sí? –Estaba completamente nervioso. Sabía que algo grande venía, y tenía idea de lo que podría ser. Estaba tan emocionado que quería llorar. Naruto al notar esto, le hizo una seña al mesero, y en cuestión de segundos, un pequeño avión mecánico, igual al que una vez tomaron, volaba por el techo del lugar. Se notaba que el aparato llevaba consigo un paquete sujeto a él. Mientras volaba, uno de los meseros se acercó y colocó un pastel que tenía forma de pista de aterrizaje, del tamaño suficiente como para que el avión aterrizara ahí. Sasuke no cabía de felicidad ante tantos detalles. Una vez que el jet se acercaba, y lo vio aterrizar Naruto volvió a hablar-
-Estoy seguro de lo que siento por ti. Y creo que tú también sientes lo mismo... tal vez sea una locura, pero sé que te amo... y que lo haré de por vida. Eres la luz de mi vida y sin ti me moriría...
Eres lo mejor que me ha pasado, y después de este tiempo juntos... he descubierto que quiero compartir el resto de mi vida contigo –tomaba una de las manos de Sasuke, no sin antes tomar el pequeño paquete que venía en el avión, lo abrió y era una caja con un moño azul, la abrió y Sasuke supo de qué se trataba-
Así que Sasuke, hoy quiero preguntarte algo –lo miraba directo a los ojos. Esos ojos negros que lo habían cautivado desde el primer momento- Sasuke... ¿quisieras compartir tu vida conmigo?
-Naruto.... –habló en un pequeño susurro-
-¿Tú, quisieras casarte conmigo? –después de un breve espacio de tiempo, el chico asintió con la cabeza, y después de algunas lágrimas de felicidad, al fin de entre sus labios salió la frase que Naruto había esperado-
-Claro que si Naruto... por supuesto que sí...
-------------------------------------------------------
-Ojalá estuvieras consciente de que yo también la recuerdo a la perfección –hablaba el rubio mientras jugaba con un anillo idéntico al de Sasuke, a excepción de que el lo usaba en la mano derecha-
-¿En qué momento perdimos todo eso Naruto?
-No lo sé Sasuke... simplemente no lo sé –un deje de tristeza recorrió su rostro-
-Supongo que lo mejor será ir a dormir ya. Te vas temprano mañana, ¿no?
-Sí... debo de dejar todo listo en la semana para irme sin ningún problema...
-Cierto... casi olvidaba que debes de salir la próxima semana
-Supongo que con lo de la película, no podrás acompañarme...
-Yo... lo siento –le contestaba el menor con voz apagada-
-No tienes que disculparte Sasuke, tal vez después –trataba de sonreírle, pero era obvio que no le salió-
-Trataré de arreglar eso...
-Sabes que no es necesario –en un acto impulsivo, Naruto acarició la cabeza de Sasuke, agitando un poco sus cabellos- todo está bien
-¿Seguro? –Simplemente se dejó hacer, puesto que lo había tomado por sorpresa-
-Estoy seguro...
-¿Entonces llevarás a Gaara? –Preguntaba con curiosidad-
-No –contestaba a secas- creo que está vez iré solo
-De acuerdo...me cambiaré entonces...
-Yo también –dicho y hecho una vez que ambos estaban listos para dormir, se acomodaron a cada lado de la cama; los dos miraban al techo; sin que se dieran cuenta, cada uno trataba de tocar la mano del otro, pero antes de que pudieran hacerlo, se alejaron a causa de la culpa.
Sabían muy bien que seguían mintiendo, pero sin embargo se mantenían creando falsas ilusiones de un mundo que ya no estaba ahí, y que a pesar de que volvían a colocar un peldaño, ya fuera uno o el otro, se encargaban de tirarlo y volver al lodo del que intentaban salir. Así que se giraron a lados contrarios dentro de la cama, y cada quién a su manera, tratando de lidiar con los demonios que tenían, intentaron dormir; no sin antes, derramar algunas lágrimas por todo lo que ya se había perdido... y que la historia si de por sí ya estaba mal, sabían que se iba a poner peor.
-Sasuke –susurró-
-Naruto –susurró también. Ninguno de los dos escuchó; pero sólo en sus mentes una palabra se quedó-
-Perdóname...  

Mi amigo, mi esposo y mi amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora