Instintos

6.2K 581 31
                                    


—¿Que quieres cenar?

—Lo que quieras, sabes que lo comeré.

—okaaay-canturreo el mayor.

Ambos se encontraban el la casa del mayor, ambos preferían comer en la casa del mayor, ya que ahí el castaño tenía todas sus herramientas de cocina e ingredientes, se sentía más cómodo.

Namjoon aún seguía ayudando en la academia con las clases, ademas de las mismas clases que el tenía allí, pero, se dio cuenta que de hecho le agradaba darla, aunque él mocoso (en este caso, Jungkook) no iba a clases desde hace varias semanas, no le importaba en lo más mínimo, pero le preocupaba no saber nada de él, y que no supiera ninguno se sus movimientos, ya que no quería que se le acercara a Jin de nuevo.

Desde hace dos días, Namjoon se había sentido mal, sentía que tenía fiebre ,pero ,tampoco al punto de un dolor o algo insoportable, sólo era calor repentino, lo más probable que fuera una advertencia de que debía de cuidar su salud.

Namjoon comenzó a revisar su celular, pensando en que ya hace varios días no hablaba con Yoongi,aún seguía algo enojado, no más por las acciones del alfa más pálido, sino por sus palabras, aunque sabe que ambos se excedieron
en las palabras que se habían dicho, pero, ya no se podía cambiar lo que habían dicho.

Namjoon suspiró y se recostó mejor en el sillón, empezaba a tener demasiado calor, el día en el que estaban no hacía calor, están fresco y muy agradable, además de que estaba usando una playera negra de manga corta, no debía de haber razón alguna para tener tanto calor, de pronto se empezó a sentir mareado, el olor a alyssum y miel lo empezó a embriagar en todo su sentido del olfato, era el olor de Jin, pero ahora demasiado dulce y lo olía en todos lados, pensó qué tal vez Jin había entrado en su celo, ya que su aroma suele ser muy empalagos y dulce, pero, ahora era diferente, además Jin había tendido su celo hace unos días, se levanto del sofá rápidamente ya que los cojines olían a el, todo su aroma estaba demasiado impregnado, comenzó a asustarse un poco, ya que solamente había una razón para lo que estaba ocurriendo.

—Nam! Termine, ven!

La dulce voz de su omega retumbaba en sus oídos, soltó un quejido pidiendo ver a su omega, sacudió su cabeza, necesitaba tranquilizarse, no quería perder la cabeza cuando Jin estaba con el.

A paso lento fue hacia la cocina, donde se encontraba sirviendo la comida en los platos que estaba en la mesa, le estaba dando la espalda a la puerta de la cocina, donde estaba Namjoon.

Jin en ese momento detuvo sus movimientos, el olor a petricor y lonicera se volvió diferente, demasiado fuerte y le daba calor el olerlo, era el aroma de Namjoon, pero se sentía diferente.

Se dio la vuelta y vio a Namjoon con una mano recargándose en el marco de la puerta, con su cara roja y cabellos rubios cubriéndole un poco la frente, su respiración como si hubiera corrido un maratón y sus ojos mirándolo fijamente, como si Jin fuera su presa.

Pero de hecho Jin es su presa.

Como todos los que consiguen su posición en la jerarquía, tiene el celo, los omegas lo tienen durante tres días, aunque depende si tiene una pareja para calmar el celo, a un beta le dura solo dos días, aunque ellos controlan un poco mejor su celo, mientras que los alfas solo lo tienen durante un día, no era el primer celo que tenía, pero si el primero junto con Jin, las veces pasadas siempre le tocaba cuando estaba en su casa o simplemente cuando Jin no estaba ahí.

My Own MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora