Perdí la noción del tiempo, del lugar, de las personas que me acompañaban. La ayahuasca hizo su labor de desconectarme del mundo real y me fui hasta lo mas profundo de mi inconsciente. Volví a encontrar esos miedos que siempre tuve y los deseché de mí. El miedo al abandono, a la soledad, a la pérdida de los seres queridos. Creo que es normal que te duela perder a alguien, pero no vivir con el miedo de que ocurra. Descubrí que la soledad no es desagradable, inclusive se puede disfrutar. Hay cosas que son mas agradables estando solo, de eso no hay duda y sé disfrutarlas. Me di cuenta de nuevo de que no era responsable o culpable de lo que haya hecho Alejandra, cada persona es libre de tomar sus propias decisiones, pero también es responsable de estas. Así como yo soy por completo responsable de enfrascarme en mis estudios y arriesgar mi relación de pareja. Eso no debo de lamentarlo, fue mi decisión. Pero lo que nunca me reprocharé es el haber abandonado la universidad para buscar a Juno. Luego recuperaré el tiempo perdido. No será tan difícil; después de todo, no hay una regla de edad para terminar de estudiar, puedo seguir preparándome toda la vida si así lo quiero. Y lo haré, nunca lo dejaré.
De pronto recapacité extrañado en que mis reflexiones eran similares a las del temascal anterior, como en un deja vu, como si fuera la misma escena, pero luego me di cuenta de que ahora Juno estaba a mi lado y esa era una gran diferencia.
No sé con precisión lo que ocurrirá entre Juno y yo, pero de seguro cosas buenas. Estamos juntos y eso es lo más importante. La encontré, ¡Nos encontramos por fin! Yo quiero estar con ella y ella quiere estar conmigo. Cuando dos se aman así, siempre encuentran la manera de seguir juntos, no hay obstáculo insalvable.No supe cuanto tiempo pasó hasta que abrí los ojos . No pude ver nada con la completa oscuridad que reinaba dentro del temascal. Pensé que tal vez afuera ya había oscurecido.
-¿Cómo te sientes Valerio? Me preguntó Juan al percibir que me movía.
-Bien... muy relajado y
¿Y tú?-Igual.
-¡Ahh! -respiré profundo. Me dí cuenta de que no me dolían las costillas rotas al hacerlo.
-¡Ahhhh! Esto del temascal de verdad funciona para curar heridas de todo tipo ¡No me duelen! -volví a respirar mientras me tocaba el tórax con la mano derecha. Luego moví la izquierda para probar que tanto me dolía el brazo quebrado. Lo sentí muy ligero. -¡Genial! -exclamé.
Me palpé el brazo lesionado con la mano derecha, incrédulo ante tanta bondad del temascal.
-Espera... ¿Y las ramas? ¿Me quitaste la férula? ¿A que horas que no me dí cuenta?
-¿Que dices? No -replicó Juan. -¿Cuáles ramas?
-¿Tú fuiste amor? -volteé hacia donde estaba Juno.
-Tranquilo -dijo riendo Juan. - 'Ta bien que me caes bien, ¡Pero no eres mi amor!
-¡Ah que Juan! Siempre con tus bromas. No te digo a tí.
-¿Eh? No entiendo...
-Claro... ¿Amor? -levanté la mano hacia mi derecha en la oscuridad. -¿Tú me quitaste las vendas, Juno? Al hablar me di cuenta de que mi diente perdido estaba donde siempre. Al mismo tiempo, mi mano abanicó en el aire al no tocar a nadie.
-¿Donde está? -¡Juno! ¿A donde fue?
-Tranquilo Valerio... ¡Uf... mal viaje! Cálmate por favor.
-¡No, no! ¿A donde fue? ¡Dime! ¿Salió del temascal? ... ¡Juan, dime!
-¿Quién? ¿Quién salió? ¡Nadie salió, solo estamos tu y yo!
-¡No, no, no! ¡Dime que no es cierto! ¿Aquí estaba verdad?
-¿Quién? ¿Quién estaba? Solo somos tú y yo Valerio. Su voz iba adquiriendo un tono mas pausado y condescendiente -Tranquilízate.
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LA INFRUCTUOSA BÚSQUEDA
RomanceCuando Valerio separó con delicadeza los desnudos muslos de Alejandra, acariciando su blanca y suave piel que tanto lo excitaba, cuando fue acercando su ansiosa boca a esa vulva en llamas esperando percibir de nuevo ese sabor y esa textura que lo h...