열 다섯 - Fifteen

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Hazlo, joder solo hazlo.

- Lo siento... Jungkook perdón.

Se separó por completo de él acostándose en la cama.

Jungkook con los labios semiabieros y ruborizado a no más poder soltó un suspiro largo, casi como si le hubieran estado ahorcando y no lo dejarán respirar.

- Está bien... Fue la pócima ¿Cierto?

Se removió en su lugar con la mirada baja y tragó hondo.

- Si, supongo.

Se encogió de hombros y miró hacia el techo.

- Supones...

Dijo apretando los dientes, estaba ¿Enojado?

- Supongo.

Repitió sin gracia y recargandose de la pared para sentarse.

- Que tonto ¿No?

Dijo algo molesto.

- ¿Que?

Lo miró curioso y con el ceño fruncido.

- Es estúpido que esté aquí, yo no quería estar aquí y sufrir todo esto, siento que es un sueño... Esto es una mierda.

- Oye tranquilo, ¿Que rayos te pasa? Estás siendo muy grosero.

Por suerte Taehyung se lo tomó como juego, pero en realidad la pócima estaba cabreando a Jungkook.

- ¿Y que cojones importa? Nunca te importa nada a parte de ti.

Se levantó de la cama y el mayor trató de tranquilizarse para no hacer una barbaridad, antes de que pudiera salir, tomó la perilla y cerró de inmediato.

- ¿A donde crees que vas?

Taehyung estaba a sus espaldas y sostenía fuertemente la perilla de la puerta.

- Déjame salir fenómeno.

- ¿De cuando a acá te das el derecho de hablarme así niño?

- No soy un niño.

Se dió la vuelta encarando al mayor y está estaba serio mientras que Jungkook estaba estallando de la rabia.

- Si que lo eres... Niño.

Se acercó a él peligrosamente susurrado cerca de su nariz.

- Hazte para allá.

Lo empujó haciendo que el mayor riera y así mismo lo hiciera enojar más.

- Hace unos momentos me querías cerca, que bipolar eres.

Si Taehyung no estuviera bajo los efectos de la poción ya hubiera hecho añicos a ese irrespetuoso chaval.

- Deja de reírte joder... ¿Estas tarado o que?

- Un poco, me causa gracia ver cómo te enojas, eres tan... Lindo.

- Hijo de-...

- Shh, haces mucho ruido.

Tapó su boca estampando su espalda en la pared y después se quejó fingidamente de un dolor en la cabeza.

Jungkook comenzó a forcejear, pero Tae era hábil y un vampiro, así que con una sola mano inmovilizó sus brazos sobre su cabeza, aún tapándole la boca.

- No te atrevas a competir con un... Fenómeno.

Sonrió ante lo que había dicho anteriormente el menor.

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