⭐Spesial⭐

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- Dime... ¿Por qué no puedo dejar de pensar que ya estuve aquí?

- Yo... No lo sé, la verdad es que es raro todo esto pero... También siento que ya he estado aquí.

Estaban en aquel bosque, de excursión por parte de la facultad.

En aquel bosque que ambos conocían muy bien, perfectamente bien.

- Tengo una idea...

- ¿Cuál es Kookie?

Caminaban de la mano como si les importara poco lo que los demás pensaran, como si solo fueran ellos dos.

- Vamos a escondernos, total, ya pasaron lista, regresaremos en la noche, cuando vuelvan a pasarla ¿Que dices?

Lo miró con una sonrisa tentadora, de esas que no puedes resistir.

- Vale.

Sonrió de igual manera y comenzaron a caminar a paso acelerado, pasando a todos hasta que al fin, se dignaron a correr.

- ¡Oye Taehyung!

Gritó Yoongi detrás de ellos.

- Por tu culpa me regañarán, diablos...

Ya que él estaba a cargo del grupo que formaron, era en serio lo que decía.

Jungkook y Taehyung, de la mano, salieron disparados hacia los árboles.

- Sube ahí... ¡Ahí!

Taehyung impulsó a Jungkook a subirse a un pino con un agujero en medio, ese pino.

- Date prisa.

Lo animó Jungkook cuando éste ya estaba dentro.

Así mismo, los dos se adentraron y muy juntos, jadeaban por haber corrido.

- Esto es genial.

- Cállate.

Estaban tan juntos, que no les importó besarse en medio del "peligro" ya que Yoongi seguía buscándolos.

- ¿A que le tienes miedo?

- A enamorarme de ti.

Susurró Taehyung con los ojos cerrados y besando de nuevo sus labios.

- ¿Que cosa dices?

- Tenía miedo de enamorarme de ti.

Dijo en un susurro, ya que ambos sentían la presencia de Yoongi cerca.

- ¿Por qué?

- Nunca me he enamorado... Eres el primero.

- Y el último.

Aseguró besándolo de nuevo.

- Cierto.

Con un casto beso, le dió la razón al menor y en un abrazo, se introdujeron más adentro, donde nadie les haría daño, donde podían amarse sin trabas, donde era perfecto besarse.

- ¿Te digo algo?

- Si.

- Estoy feliz, feliz de haberme enamorado de ti.

- Cursi.

Se burló el menor antes de besar su mentón.

- Cállate.

Besó su nariz.

- Cállame.

Pidió gentilmente el azabache, para terminar besando sus labios de nueva cuenta.



No sé qué más haya olvidado o recuerde vagamente, ahora que empezaremos desde cero.

















Formaremos... Nuevos recuerdos.

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