Bite

삼십 삼 - Thirty Three

- No tenías por que.

- Cállate, me asusté.

- ¡¿De Jungkook?!

- Shh, ya está despertando.

El menor se removió entre la cama y observó borrosamente como algunas personas salían de ahí.

Posó su vista ya un poco más clara, en el rostro del vampiro que hace unos minutos habían mordido su preciosa piel.

- ¿Taehyung?

- Estás vivo.

Sonrió de lado y golpeó al chico que estaba a lado, Yoongi.

- Bien, tu princesa está viva, así que ya no tengo nada que hacer aquí.

- ¿Que dijiste?

Taehyung lo tomó del cuello y lo levantó, un leve rubor se notaba en sus mejillas.

- Nada, yo... Estúpido niño, bájame.

Al patalear, el mayor se veía gracioso, lo cual provocó que lo soltara con risas.

- Sigues siendo enano igual que Jimin.

- Vuelve a decir algo así y...

- Quiero agua.

Pidió casi inaudible el pequeño que reposaba en la cama.

- Claro, aquí dejé una botella, toma.

Taehyung le extendió la botella y se volvió a sentar en su lugar.

- Me voy.

- Cuidado con los sedantes.

Bufó Taehyung.

Yoongi quería contestarle, pero paró sus palabras al notar que Jimin lo esperaba afuera.

Estaba un poco decaído.

- ¿Que pasa Jimin?

- Nam dijo que no podían estar solos.

Lo miró aún con sus ojos caídos y sobó su brazo.

- Vale pero... Solo un poco, no creo que esté mal.

Se encogió de hombros y tocó la cabeza ajena.

- Nam nos golpeara.

- Nam a veces es un idiota.

Revolvió su cabello notando como esas mejillas hinchaditas se ruborizaban.

- A demás, estaré aquí cerca, por si algo pasa.

- Vale.

Sonrió fijando sus ojos en los del más pálido.

Dentro de la habitación un sediento Jungkook se terminó la botella violeta de agua.

- Lo siento, es mi culpa que tengas tanta sed.

Taehyung se mantenía a una distancia comprensible y su mirada pasaba por cualquier parte excepto por Jungkook.

- Ya, volviendo a eso... Me mordiste Taehyung.

- Lo sé y lo siento.

- No te estoy pidiendo que te disculpes... ¿Por que lo hiciste?

Trató de llamar la atención del mayor pero fue inútil.

- Por que... No lo sé, solo...

Evadía la mirada del azabache hasta que éste se fastidió y se levantó hasta quedar enfrente de Taehyung.

- Mírame.

Pidió con los puños cerrados y ruborizado.

- ¿Para que? Te estoy escuchando.

- No es cierto, si no me miras, puedes mentirme en cualquier momento.

Taehyung titubeó un momento pero en un suspiro cansado fijó su mirada en la de Jungkook, se levantó y la leve diferencia de altura le daba cierta confianza.

- ¿Que?

- Me mordiste.

Respondió el menor.

- Lo sé.

Siguieron mirándose por un largo momento.

De repente la mirada de Taehyung se pasó por la bandita que tapaba la marca dejada por sus colmillos y volvió a los ojos ajenos.

- Tu... No lo pensaste, solo me...

- Te mordí.

Quitó la bandita provocando un leve dolor en el cuello del azabache y que su piel se erizara.

- Lo hiciste.

Jadeo poniendo su mano en la marca que estaba morada.

Taehyung suspiró dos veces y cerró sus ojos.

- Taeh-...

- Shh.

Colocó su dedo índice en los labios rosados de Jungkook.

Abrió los ojos encontrándolo con la mirada avergonzada.

- Siempre haciendo mucho ruido.

- No puedes callarme.

Taehyung levantó una ceja divertido, era la primera vez que Jungkook había visto esa expresión en su cara, llena de sinceridad.

Y eso empezaba a ser lo que más hacia su corazón acelerarse cual loco.