Victoria del amor

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-¿¡Mi amor y como está mi bebé!?- pregunta Ernandez muy preocupado a ver Helena sentir dolores.
-¡Está bieeeeen! Pero ahora tienes que llamar a la enfermera para que me ayudeeee...-grita Helena.
-¡Doctora en buena hora! Ella está recordando de quien soy...y mi hija está por nacer...- dijo Ernandez al ver que la doctora se acercaba rápidamente.
-¡Estoy muy feliz por ti! Pero vas a tener que ir a poner su traje... ella está  en buenas manos, tienes que ponerse tranquilo hombre, estás más nervioso que Helena, vete coloca las polainas, el gorro y el tapabocas.... después venga a ver tu hija nacer...-dijo la doctora riéndose de Ernandez que no sabía que hacer.
-¿Ver a mi hija nacer?- pregunta él poniendo la mano en la cabeza.
La enfermera logra hacerlo retirarse para poner el traje mientras que la doctora seguía al lado de Helena.
-Aún estamos con 7 de dilatación mamá...en el 10 llega la nena...-dijo ayudando a Helena a ponerse en la posición correcta para el nacimiento.
-¿Y Ernandez?- pregunta Helena en los intervalos de los gemidos de dolor.
-Se fue a poner su traje...- dijo la doctora riéndose- Está muy nervioso... fue difícil haberlo convencido que los guantes no eran para que él hiciese el parto,  pero, que era para proteger de las baterías...pero este parto va FENOMENAL, ya esta bien colocada la niña... ¿Como va a ser su nombre?
-¡VICTORIA!- dijo Helena con una sonrisa- Es mi Victoria, yo nunca pensé que algún día llegaría a ser mamá, vivir este sueño, tener a alguien a mi lado, yo me imaginaba yo sola...
-Es un bonito nombre mi amor...-dijo Ernandez con lágrimas en los ojos.
-¿Volviste?- dijo Helena con una sonrisa tierna.
-¡Nuestra Vicky!- dijo él acercándose- Nuestra niña... un sueño hecho realidad.
-¿Y Carmela?- pregunta Helena después de sentir un dolorcito.
-Está afuera con Fernanda y Tonks...
-¿Qué hace Fernanda aquí?- dijo Helena poniéndose molesta.
-Está muy cambiada Helena, dijo que tiene algo que quiere contarnos...-habla Ernesto tratando de tranquilizar a la situación.
-¡Aaaaaaaaay Dios mío!- grita Helena poniendo la mano en la espalda rápidamente después de sentir un dolor muy fuerte.
-¡Ya viene la niña!- dijo la doctora acercándose inmediatamente seguida de la enfermera- Respira fondo y haga fuerza... Ernandez su esposa es muy valiente... ya viene tu hija...
En medio a los gritos de dolor un lloro muy dulce rompió el momento. Las respiraciones nerviosas estaban más tranquilas después de escuchar esa voz, los ojos en la sala estaban todos puestos en el ser que lloraba libre en las manos de la doctora.
-¡Victoria!- dijo ella limpiando los pequeños ojitos verdes que la miraban muy curiosos.
-¡Nuestra hija!- dijo Ernandez emocionado besando a la frente de Helena que respiraba aliviada.
En el corredor el nacimiento de la niña ya era noticia y todos celebraban muy felices.
-¡Tiene hambre!- susurra la doctora entregando la bebé  a su mamá.
-¡Mi hija!- llora Helena al recibir la tan tierna bebé en sus brazos.
Las lágrimas limpiaban el rostro agotado de la más nueva mamá, el sentimiento que le salía por los ojos en forma de lágrimas era de victoria. Todo estaba bien ahora. Todo se había terminado, ya no sentía sus dolores, ya no sentía miedo, tenía unos ojitos pequeños que le miraban como quien mira a Dios, su lugar seguro, su vida.
-¡Gracias!- dijo Ernandez besando a Helena suavemente- Eres mi todo, te amo con toda mi alma, eres la cosa más importante de mi existencia, me diste todo...todo lo que un hombre necesita para vivir feliz por el resto de su vida...
-¡Te amo!- dijo Helena dándole un último beso lleno de amor y pasión.
-¿Quieres ser mi esposa?- pregunta Ernandez poniéndose de rodillas frente a la cama de Helena con un zapatito de Victoria en la mano.
-Si me lo permites ¡Por toda la eternidad !- responde Helena con una sonrisa mientras sus ojos se cerraban agotados.
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-¿Fernanda?- grita Tonks al ver que la secretaria caminaba rápidamente por el estacionamiento.
-¡Hola!- responde ella al verlo corriendo en su dirección.
-¿Ya te vas?
-¡Ya no tengo más que hacer aquí! Ya todo está bien...-responde Fernanda con una sonrisita.
-¡Gracias! Estoy muy orgulloso de ti...espero que ahora contestes mis llamadas...- ríe Tonks.
-Daniela se va a poner molesta...- dijo Fernanda caminando en dirección al coche.
-¡Espera nena!- grita Tonks- Daniela no existe, era Helena todo el tiempo, bueno pero ella no sabía...
-¿Hasta Helena Julian Tonks?- dijo Fernanda lanzando una bolsa en dirección a Tonks.
-¡No! Lo que quiero decir es que, cuando no me querías pues yo llamaba al teléfono de Helena con nombre de Daniela para causar celos...-explica él.
-¿Querías que yo sintiera celos?- ríe Fernanda bajando del coche.
-Te quiero pero ni modos...tu no...
Fernanda interrumpe la frase con un beso caliente.
-¡Te quiero!- ríe ella besando a Tonks- La verdad es que yo pensaba que tu y Carmela tenían algo...
-Carmela es mi amiga, ya tuvimos algo pero fue cosa de un día, en el según ella me lanzo un baso de agua en la cara...- ríe Tonks abrazando a Carmela- Y además está saliendo con un doctor..
-¿Un doctor?- dijo Fernanda sorpresa.
-Pero dejamos eso... quiero que sepas que soy hombre de familia y quiero casarme contigo....
-No eres ni una cosa ni otra, hombre de familia, yo soy más "hombre de familia" que tu, y yo soy mujer...-ríe Fernanda.
-¿Pero es siempre así verdad? Nunca me crees...- dijo Tonks abandonando a Fernanda frente al coche.
-¡Espera hombre!- grita Fernanda riéndose- ¿Quieres casarte conmigo?
-¿Ahora?- ríe Tonks abrazando a Fernanda.
Una pareja más en un estacionamiento. Yo, como soy el destino, tuve que... qué alterar un poquito de las cosas, al final, que sí, existe amor para todos.

20 días después.

-No es justo...- dijo Carmela mientras caminaba nerviosa con sus tacones en las manos por el bosque de Chapultepec- Así son los hombres, les encantan dejarnos plantadas en los parques de la vida...
-¡Carmela!- grita una voz atrás.
-¿Enrique?- dijo ella ya lista para lanzar unos tacones voladores en algún novio atrasado.
-¡TE TENGO UNA SORPRESA!- grita el guapo hombre de lejos, por detrás de unos árboles- ¡Tienes que mirar al lago!
En el lago, los barcos venían con letras grandes que juntas...
"¿QUIERES CASARTE CONMIGO?"
-¡Oh!- dijo ella con las manos en la boca- Entonces fue por eso que...
-¿Aceptas?- dijo el joven acercándose con un anillo en la mano.
-¡Siiiiiiiiiiii!- grita Carmela corriendo hacía su novio, olvidando los tacones voladores en el árbol.
Por qué... el amor, también existe en los bosques, en el pulmón de las grandes ciudades, el amor está en donde menos lo imaginas.
Fin del capítulo.
6/7
Mañana el gran final de "El cuento del destino"
Capítulo dedicado á Juliana, Maju y Chris, mis fabulosas lectoras.
¡Gracias por todo!

El cuento del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora