A mí antiguo colegio entraron varios chicos, entre ellos: Sabrina y Manuel, los demás se fueron, se quedaron de curso o duraron apenas como dos meses.
Las chicas hablaron con Manuel, y se hicieron mejores amigas de él, sobre todo Alexandra y Romina.
Él se comenzó a juntar mucho con los varones de mi curso, pero andaba más tiempo con Tobías, a veces ellos dos con Fernando y Lucas.
Me contaron que Tobías y Vanesa cortaron casi a principios de año, y que andaba jodiendo con Agustina.
La verdad fue que jodía con ella para hacerle en enganche a Manuel con Rocío, entonces salían los cuatro y ahí se separaban las parejas. Esa relación duró poco, porque él siempre se veía con muchas chicas, aparte que Agustina tenía novio y lo amaba demasiado, lo que dudo mucho porque no podes engañar a una persona que es el amor de tu vida, no sé, eso pienso yo, si amas tanto a alguien por qué te pones a joder con otras personas, la cuestión es que no lo amas, debe ser que lo querés demasiado y te encanta, pero amar es mucho más que eso.
También me dijeron que ahora Tobías salía con Laura, y que ella se había peleado con su grupo de amigas, incluía Vanesa, por él. Supuestamente era una hermosa relación, ellos eran súper fieles y se amaban muchísimo. Veía unas cuantas cosas por Facebook, y por las fotos que publicaban ellos, lucían bien juntos además de que eran tiernos.
Yo en esos momentos me enteraba de muy poco y nada, andaba buscando a Martina y a mi nuevo yo.
Para mis quince invité a Manuel, a mis compañeros de los dos cursos.
Una foto muy linda me tomé junto a mis chicas: Alexandra, Romina, Lucía, Gabriela y yo. Otra con Fiorella. Y una última foto en el medio de los cuatro: Fernando, Lucas, Tobías y Manuel.
Fue muy lindo. Lo pasé de diez con mi familia, mis mejores amigas y mis amigos/as, compañeros/as.
El año ya estaba terminando, y mis notas eran casi perfectas. Hablé seriamente con mis papás, rogándoles que me cambiaran a mi antiguo colegio, que extrañaba demasiado a las chicas y quería terminar en secundario con ellas.
Al principio no estaban tan conformes, pero les dije que tenía el mejor promedio de todo el curso: 9.50; y que cuando vuelva a mi colegio iba a seguir teniendo buenas notas.
Pasaron como dos meses y me dijeron que sí. Mi papá volvió una tarde contándome que no rendía nada por mi buen promedio, y que ya estaban hechos todos los papeles. Les agradecí a ambos, y a Dios también por supuesto.
Seguía saliendo de fiestas, y ya lo hacía porque me gustaba y no por peleas. En algo estaba progresando supongo.
Yo estaba muy feliz. Si bien a veces me agarraban ataques de me odio y odio a todo el mundo, ya no eran tantos, o tampoco era algo de guardar lo que me sucede y lo siento, para después explotar al final.
Me besé con muchos chicos; me volví menos tímida o más desvergonzada; hice increíbles amistades (con las cuales actualmente hablo con muy pocas de ellas); pasaba tiempo con Fiorella y charlábamos sobre lo que nos pasaba, o de chicos; jodí con dos chicos que eran mayores que yo. A uno lo dejé de hablar porque sólo con diecinueve me decía que era demasiado pendeja, y que todo lo que me pasaba era algo estúpido, que me faltaba mucho para madurar. En definitiva él sólo quería que tengamos relaciones y listo. El otro chico, mi otro amor: Facundo.
Facundo es un chico diez, no sé, a mí me encanta, pero por causalidades de la vida jamás llegamos a algo serio, o por lo menos algo que me gustara a mí. Lo conocí por Ask, después lo hablé al face, y conseguí su WhatsApp. Era mayor por seis casi siete años que yo, y podría decir que andaba loquita. Por su religión, se tuvo que ir a Chile durante dos o tres años, así que después de una efímera relación, se marchó. Los dos muy tristes, y lo único que hice fue guardarlo en mi memoria, recordando los bellos momentos que pasé junto a él. Ay, es lo mejor.
El año terminó, y mi vida seguía bien, yo estaba feliz de vez en cuando. Normal.
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Lo que jamás dije.©
Teen Fiction¿No te parece que entre dos personas siempre hay algo que no se dice?