Capítulo 1

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Por mí y por todos mis compañeros!

30 de agosto de 1956

SOUL:

-Tres, dos, uno... El que esté detrás de la panda la queda! Voy!

Al girarme, veo el prado de mi casa totalmente vacío. Comienzo a caminar entre las altas hierbas, con cuidado, mirando varias veces hacia atrás, por si alguien aparece. Pero eso no ocurre.

"Sin duda, Violet estará en casa, probablemente dentro de un armario".

Entro en casa, al pasar la puerta escucho un ruido, pasos. "Todavía no se ha escondido, será torpe" Sigo el sonido de los pasos, que me conducen al desván. Las luces de colores iluminan la sala, y entre algunas cajas se divisa un trozo de pelo rojo con un lazo blanco. Rápidamente grito:

-Violet! Te pillé!

Y salgo corriendo hacia la pared del jardín. Obviamente, llego antes que ella, Violet no es precisamente lo que se dice una chica veloz; tras de sí su cabello pelirrojo ondea al viento; sus ojos verdes centellean a la luz del sol. Nunca he visto un verde como ese. Es el verde de los prados, las manzanas y los lápices de colores. Tan tan verde, que hasta que no los ves, no te lo crees.

-Jolín, eso no vale! No me has dado tiempo a esconderme! -se queja.

-Cincuenta es cincuenta, yo no hago las reglas, las aplico -me justifico.

-Pues las reglas están mal!

-Vale... me ayudas a buscar a Sam y Annie, por favor? -digo.

-Que remedio! -dice ella resoplando, la carrera la ha dejado sin aliento.

Decidimos dividirnos, ella irá hacia el puerto y yo, al pueblo, a buscar en todos los parques.

"Estos críos no tienen límite" pienso.

Tras 10 minutos de búsqueda intensiva, decido volver a mi jardín a reunirme con Violet, que también vuelve con las manos vacías.

-A estos chicos se los ha llevado el viento! No aparecen por ningún lado! 

Un temor asoma por mi mente:

-No entrarán en el...?

-En el bosque? No lo creo! Pero si solo nos queda mirar allí...

Me estremezco, no me gusta la idea. Es imposible que mi hermana esté allí, pero si está, seguramente es porque Sam la ha obligado. No tiene miedo a nada.

Antes de que pueda negarme, Violet me agarra del brazo y prácticamente me arrastra por todo el pueblo hasta el bosque. Sortea los árboles con facilidad, a diferencia de mí, que me tropiezo con todas las ramas y raíces que se cruzan en mi camino.

Por fin, llegamos a un pequeño claro. No hay muchos árboles, solo tres, bien alineados. Parecen bastante normales, pero, al fijarme, puedo distinguirlo, allí, casi imperceptible, un corte que delinea el contorno de lo que parece una especie de puerta.

-Por fin! Qué estabais haciendo aquí?

El grito de Violet me hace volver a la realidad. Sam y Annie están allí, jugando entre los árboles. Están intentando abrir las puertas, pero no pueden.

En ese momento, recuerdo que aún estamos jugando, así que grito:

-Os pillé!

Y, de nuevo, salgo corriendo a la pared.

Los niños vienes detrás de mí. Primero Sam, siempre tan altruista, su pelo rojo le impide ver, ya que lo tiene bastante largo, pero eso no le impide casi alcanzarme. Por otro lado, corre Annie, va un poco más atrás que Sam; su pelo castaño cae en cascada sobre sus hombros; sus ojos oscuros tornan una expresión feliz cuando Violet la coge en brazos y sale corriendo con ella. Violet, tiene la esperanza de llegar antes que yo y poder gritar:

-Por mí y por todos mis compañeros!

Pero eso no ocurrirá, el peso de Annie le hace ir más lenta.

Ya en el prado de mi casa, Sam consigue alcanzarme, pero en el último momento, se tropieza con una piedra y cae al suelo. Por lo tanto gano el juego.

-Por dios! Le has puesto la zancadilla, se ha visto claramente! -se quejó Violet, otra vez.

-Violet, no te enfades, que te toca contar -me río yo.

Violet parece dispuesta a quejarse otra vez, pero justo en ese momento, llega Lily, su criada, gritándoles:

-Sam, Violet! A comer!

Se despiden de nostras y se marchan.

Yo y Annie entramos en casa, despreocupadas, sin pensar en todo lo que había cambiado esa mañana.

Time: PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora