Atrapada en este bosque en llamas.
3 de diciembre de 1956
VIOLET:
“Abro los ojos y en la oscuridad puedo detectar una sombra observándome, pidiéndome que la acompañe. Sin pensarlo dos veces y sin más preámbulos, me levanto de la cama y la sigo. Recorremos el pasillo de mi casa, bajamos por las escaleras, y me guía hacia la puerta. Todo esto en la más profunda oscuridad, guiándome únicamente por mis sentidos.
Al abrir la puerta la luz de la luna baña mi jardín y también se refleja en las mojadas hojas de los árboles del bosque. Camino sobre la hierba empapada, ni siquiera me importa estar mojándome los pies. Atravieso el jardín a paso lento, caminando. Como atrapada en un ensueño. Entonces atravieso la carretera y obediente como un perrito, sigo a la sombra y me adentro en el bosque. Camino entre los árboles, las piedras me hacen daño en los pies y las ramas se enganchan en la tela de mi pijama, destrozándolo, intentando detenerme, tirando de mí hacia la derecha y hacia la izquierda. Por un segundo, me imagino que esas ramas son las manos de Soul intentando detenerme. Pero no la escucho, ya no puedo parar.
Al fin llego al claro. Y veo a la sombra bailar una danza demoníaca bajo la luz de la luna. Es una danza alocada, pasa entre los árboles entre giros y saltos. Desde el límite del claro contemplo embelesada el espectáculo, probablemente el más maravilloso que haya visto en mi vida. Entonces la danza cesa y la sombra se para frente al árbol de la izquierda. Camino temerosa hacia ella y me coloco a su lado. En ese momento la miro, y ella también me mira. Una sensación de extraña familiaridad me recorre la espalda. Cojo mi llave y juntas la introducimos en la cerradura. Y de nuevo recupero la seguridad que antes poseía.
La puerta se abre sin que ninguna la toque y desde el interior del árbol las llamas del bosque me iluminan la cara y me mandan su calor. La sombra entra y continúa con su danza endemoniada; baila sin quemarse, las llamas la rozan pero no le producen ninguna quemadura. Yo entro también, y a mis espaldas, un sonido. La puerta se ha cerrado, y la sombra ya no está.
Y al final estoy yo sola, atrapada, en este bosque en llamas.”
Me despierto sudorosa en medio de la noche. Solo había sido un sueño, un sueño intenso la verdad. Pero extrañamente no siento miedo, solo fascinación; y cada vez tengo más ganas de regresar al claro y atravesar la puerta de la izquierda.
Me giro en la cama e intento coger el sueño. Por la ventana, aún es noche cerrada, y con suerte aún me quedarán unas horas para dormir.
…
De nuevo parada ante la puerta de Soul, maldigo en todos los idiomas el término “fashion victim”.
Pero esta vez Ford me abre la puerta. Momentáneamente me impresiona su aspecto tan cuidado hasta el milímetro. Sus pantalones de pinza, su jersey verde, su corbata de rayas perfectamente metida por debajo del jersey, y el poco pelo que le queda perfectamente peinando con la raya a un lado y engominado hacia atrás.
Al verme, la expresión de su cara se torna lúgubre y sin decir más palabra me deja la puerta abierta y vuelve al salón a retomar su lectura en el periódico. Entro pensando en lo desagradable que es ese hombre. “No sé cómo Heather puede querer casarse con él, ¡con lo dulce y atenta que es Heather, siempre ofreciéndome panecillos!”
En ese momento Sou baja por las escaleras: lleva un vestido blanco muy ligero (esta chica no conoce el significado de la palabra “frío”) y por encima, solo una leve chaqueta de punto marrón. Nunca me he preocupado por mi aspecto físico, y desde luego, no voy a empezar a hacerlo ahora. ¿Pero qué pensara la gente al vernos caminar juntas? Ella siempre vestida como la princesa que cree que es y yo con lo primero que cojo del armario.
-¡Felices mañanas, Vi! ¡Hoy me he despertado a tiempo! –me comunica contenta saltando hacia la cocina.
-Ahora comprendo el motivo de tu felicidad.
Y sin decir más palabra, entro tras ella a la cocina y me detengo ante su despensa de panecillos. Una de las cosas que añoro del verano es encontrarme a Heather y a Annie en la cocina cada mañana. Ahora solo está Ford, y ojalá no estuviese.
-Hoy tenemos todo el tiempo del mundo para tomarnos el té. –dice Sou sonriendo de oreja a oreja mientras rebusca en un armario y otro, preparando dos tazas.
Mientras tanto, yo me limito a meter uno y otro panecillos en la boca, ¡tantos como me quepan!; mientras ya voy preparando con las manos otra tanda.
Cuando el té está listo nos sentamos alegremente alrededor de la mesa y charlamos animadamente sobre los motivos por los que Soul había decidido levantarse temprano; como el sol calienta en el cielo sin tan solo una nube que lo cubra, como no había pasado desde septiembre; y Soul también habla algo de Ford, pero poniéndole diversos nombres como: Gollum, El ladrón de guante blanco, Hades, La peste negra…
Con toda tranquilidad ambas recogemos la mesa y emprendemos nuestro camino al colegio.
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Time: Pasado
AdventureSAGA TIME PASADO EL VIAJE COMIENZA Prólogo 28 de mayo de 1947: Me da una llave. No sé por qué, ni para qué; pero ella no habla, simplemente me c...