Capítulo 11

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La primera ficha de dominó que cae.

1 de diciembre de 1956

VIOLET:

-Por fin, después de unos largos meses, tengo la mano… ¡CURADA!

Al decir esto, abro los brazos con tanto énfasis que me doy con la mano mala en la pared.

-Pues ten cuidado, no vaya a ser que te la vuelvas a romper –dice Soul guiñándome un ojo.

Estos últimos meses han sido bastante estresantes; por suerte, Soul se ofreció a llevarme en su bicicleta y no tuve que volver a ir con Mike. Casi se le saltan las lágrimas cuando se lo dije.

El lado negativo de esto, es que no pude cumplir mi sueño de que Josh me llevara en bicicleta; gajes del oficio. Pero sin duda lo más estresante ha tenido que ver con mi madre.

Crystal por un lado, Crystal por el otro. “Crystal ataca a un pastor de vacas”, “Crystal se le aparece a la vieja del visillo”. De un lado y de otro,  las noticias de que el fantasma de mi madre había vuelto se me hacían cada vez más ridículas.

Sin embargo, una parte de mí me decía que ella estaba aquí, observándome desde la distancia, escondida entre las sombras de una vida que nunca más compartiremos.

Bueno, puede que me haya puesto demasiado sentimental, pero lo cierto es que sí me siento observada. Por ejemplo, cuando leo mis libros no puedo evitar mirar por encima de mi hombro cada cinco minutos, y cuando duermo, me despierto varias veces durante la noche, y ante el temor de ser observada ya duermo con la luz encendida. Me consuela pensar que Soul siempre duerme con la luz encendida, tenga miedo o no.

Miro por la ventana y veo la nieve caer. Es una mañana fría digna del invierno inglés. Algunos copos de nieve quedan atrapados en mi ventana.

Echando la vista atrás, podría decirse que estos últimos meses han sido totalmente inexistentes. Porque, en realidad, no he descubierto nada nuevo, no he hecho nada nuevo y no ha pasado nada interesante.

Me saco la llave del colgante y la miro, luego miro hacia el bosque, y pienso que, a tan solo unos metros, está la clave de la desaparición de mi madre. ¿Acaso es imposible que permanezca allí, en algún lugar secreto, tras la puerta de un árbol? Y lo que es más intrigante, ¿realmente es posible que haya una puerta en un árbol? Preguntas existenciales que no me dejan vivir.

Si algo tengo claro, es que ahora que estoy en plenas condiciones físicas, no pararé hasta averiguar qué se esconde tras esa puerta.

Por un segundo casi olvido la presencia de Soul, que está sentada frente a mí moviendo sus manos frente mis ojos. Me fascina la tranquilidad con la que se toma todo este asunto, no sé si directamente ignora lo que sabe o no le importa un carajo.

-Vi… Vi… Tierra llamando a Vi, venimos en son de paz.

-¿¡Qué haces Sou?! –contesto de repente. Por un momento me asusto a mí misma, ¡ni yo me esperaba que fuera a decir algo!

-Intentar que reacciones, ¡llevas aproximadamente 20 minutos sin hacerme caso!

-Perdón, estaba pensando en… mi madre.

-Pues haces muy mal, te vas a obsesionar.

Toma una larga respiración y continúa.

-Vi, se ha ido, y no va a volver. Ya han pasado un montón de años, tienes que superarlo, lo que abre esa llave no es nada mágico, y mucho menos tiene algo que ver con tu madre.

-Eso no lo sabes. Sou, ponte en mi lugar, ¿si fuera tu madre la desaparecida no aprovecharías cualquier oportunidad por muy loca e improbable que sea para traerla de vuelta?

-Supongo que sí. Ahora entiéndeme tú a mí, no es que no me importe, por supuesto que me importa; pero si mi padre decidió dejarlo ir por algo sería.

-Yo quiero ir allí.

-¿A dónde? –pregunta Sou con incredulidad, temiéndose lo peor.

-Al bosque, a descubrir qué se oculta, ¡tras esa maldita puerta!

-Vi, no. Es demasiado peligroso, y más para dos niñas. Estás demasiado implicada en esto como para ser objetiva.

- A lo mejor en este caso no hay que ser objetiva, simplemente dejarse llevar.

- Las cosas no son tan fáciles como para poder dejarse llevar.

- Las cosas para ti nunca son tan fáciles como para dejarse llevar.

Segundos de silencio, me siento algo culpable, está claro que no debía haberlo dicho. Que Soul no es la persona más lanzada del mundo lo sabemos todos, pero tampoco es plan de echárselo en cara cuando ella no tiene nada que ver con todo lo que está pasando.

-Lo siento. No quería decir eso –digo disculpándome.

- Da igual, tienes razón, nunca me lanzo con nada. Pero es por precaución, me encantaría hacer todas las cosas que haces tú y no sentir miedo por ello –dice mirando a la ventana, aunque a mí me da la impresión de que mira mucho más lejos.

- Pero eso puedes cambiarlo, déjate llevar, aunque sea sólo ésta vez. Este asunto es demasiado importante como para dejarlo ir; si hay un momento para soltarte, es ahora.

Guarda unos momentos de silencio, como procesando mi propuesta, y me veo sorprendida cuando abre la boca y dice:

-Está bien, iremos al claro. Pero hay que darse prisa, no queda mucho tiempo antes de la hora de comer.

Y así, en un momento de tensión, y de manera equivocada, Soul consigue vencer sus miedos y volverse una chica lanzada. La primera ficha de dominó que cae e irá arrastrando a las otras hasta que no quede ninguna en pie.

Time: PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora