Justo cuando estoy a punto de ahorcarme con mi propio pelo.
31 de agosto de 1956
VIOLET:
Entre pequeñas tonterías, galletas, música de gaitas y una visita turística por la cabaña, mi paciencia ha llegado a un límite desconocido para la raza humana. Ya he perdido la cuenta del tiempo que llevamos esperando, al principio, contaba los minutos, al cabo de unos setenta minutos, perdí la cuenta; pero mi desesperación no disminuye.
Justo cuando estoy a punto de ahorcarme con mi propio pelo, el padrino atraviesa la puerta. Como si de una ilusión se tratara, lo miro con los ojos como platos, sin saber qué decir.
Entra sonriente, cierra la puerta tras de sí y se sienta entre nosotras en el sofá. Entonces abre la boca, así como para decir algo; pero en lugar de eso bosteza y se dedica a escuchar la música.
-Papá, ¿no tienes hambre? –pregunta Soul, rompiendo con una situación totalmente surrealista.
-¡Qué va! Ya he comido –contesta despreocupado.
“¿Qué ha comido? ¿Cómo que ha comido? ¿Dónde ha estado?”.
-¿Y qué has comido? ¿Raíces? ¡Si te has metido en el bosque! – pregunta Sou, convirtiendo en palabras mi s pensamientos.
-Cuando necesito pensar, camino hacia el pueblo por el bosque, entro en la taberna del señor Jensen y me pido un buen plato de callos y una copa de vino. Después vuelvo caminando por el bosque –dice orgulloso, sin pensar que ha descubierto un gran misterio.
Soul y yo intercambiamos miradas de sorpresa: ¿Así que eso era lo que había hecho durante todos estos años?
-¿Así que es eso lo que has hecho durante todos estos años? –pregunta una incrédula Soul.
-Pues claro niñas. ¿Qué os esperabais?
-No sé, más show, más dramatismo, quizás que fueras a ver la puesta del sol o algo…
Quería hacerme notar, pero no sabía cómo; así que decidí que era el momento de introducir mi tos tonta. Soul se percató y habló por mí.
-Papá, anda, cuéntale a Vi todo lo que sabes sobre el colgante, o le dará un chungo y no llegará a mañana.
Contengo la respiración. ¿Y si se niega? ¿Y si se va de nuevo?
Se lo piensa durante unos segundos para luego levantarse. “Oh, no! Otra vez a esperar no!”
Entonces se sienta en un banquito, justo en frente de nosotras.
-Hace ya mucho tiempo que todo comenzó, más de nueve años.
Respiro tranquila, y trago saliva al pensar, que esa es, aproximadamente la fecha en la que mi madre desapareció.
-Todo es muy confuso. Incluso ahora yo sigo sin comprenderlo del todo. Es una historia mágica e increíble, llena de secretos que, quizás, nunca deberían ser revelados.
Sus ojos miran al fuego de la chimenea, y mirando el fuego, parecieron perderse muy atrás en el tiempo; cuando Soul y yo teníamos solamente 5 años.
“Era 1947, Crystal acababa de dar a luz a Sammy, pero sus inquietudes no le permitían pensar demasiado en su nuevo bebé. Había descubierto algo inquietante: en un claro del bosque, a unos 200 metros desde su casa, se encontraban tres árboles perfectamente alineados, pero no eran árboles normales, eran tres árboles con tres puertas, y tres cerraduras con tres llaves; una la poseía Crystal, y las otras dos no se sabe. Y como bien dice el dicho, la curiosidad mató al gato, y Crystal estaba obsesionada con tal hallazgo.
Cada vez que nos veíamos, ella me confesaba que de una tarde a otra, traspasaría esa puerta cual llave poseía para resolver el misterio que tanto la oprimía. Quería que la acompañara, pero yo no estaba por la labor, porque ese bosque, siempre me ha dado terror. Las ancianas contaban a sus nietos, historias de fantasmas, de monstruos y de siniestras entidades que en el bosque habitaban. Y como buen Grint que soy, por la pata abajo me cagaba.”
-Todo el mundo sabe que los Grint nunca ha sido una familia de valientes – aclara, antes de proseguir con su historia.
“Ella me rogaba, pero yo no aceptaba, era consciente del peligro que eso conllevaba. Y una noche de mayo, que nunca podré olvidar; me llevó de la mano a aquel extraño lugar. Me rogó que guardara su secreto y que la acompañara, mientras yo en redondo me negaba, aunque una culpabilidad insana me llenaba. Con las lágrimas en los ojos la vi traspasar esa puerta para no volver, y eso es todo lo que os puedo hacer saber”.

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Time: Pasado
PertualanganSAGA TIME PASADO EL VIAJE COMIENZA Prólogo 28 de mayo de 1947: Me da una llave. No sé por qué, ni para qué; pero ella no habla, simplemente me c...