Yo y la gran impresión que le di a mi crush
"Where there is desire
There is gonna be a flame
Where there is a flame
Someone's bound to get burned
But just because it burns
Doesn't mean you're gonna die
You've gotta get up and try, and try, and try"Try, de Pink suena en los altavoces mientras Brieg y yo bailamos. Sigo siendo un desastre.
Es que él es tan... caliente. A veces, claro. No quiero sonar extraña, pero lo admito. Y cuando nos acercamos tanto a veces y él golpea ligeramente su pelvis y yo... me derrito.
Diablos. Nunca puedo llegar a esa parte. Llevamos una semana y ya me sé todos los pasos. Pero no puedo hacerlos seguidos. De una vez todos. Y tenemos que aprendernos tres canciones más. Una con el grupo entero. Y quiero llorar cada vez que él se enoja y comienza a gruñir que "¿Por qué Serene se fue?"
Así que cuando él vuelve a poner la música y nos miramos desde las esquinas de la sala, pienso en lo que haré.
No es tan guapo. En serio, no es Chris Evans o Chris Hemsworth. Es simplemente Brieg Orci. Y después de verlo por tanto tiempo como que estoy acostumbrándome a él. No es un súper modelo pero es un chico lindo. Y le he preguntado a algunas chicas si les gusta Brieg pero ellas dicen que les parece más lindo Felix, un bailarín del grupo. Bueno, a comparación de Félix Brieg es normal. Pero Felix era modelo. Ahora, trate de usar a Félix para desenamorarme de Brieg. Pero no parece funcionar. Comencé a notar que es bastante sencillo, es tranquilo y sonriente. Y eso lo hace todo más difícil. Es real.
—Vamos, sólo déjate llevar. — murmura Brieg mientras nuestros cuerpos se mueven con perfección al compás de la música.
Mira, yo no puedo evitar ver sus profundos ojos color miel. Así que elevo la vista y lo miro con admiración. Pienso que lo que más me gusta de él es la perfecta forma en que mueve su cuerpo. Sus ojos tienen ese brillo seductor que siempre tiene cuando baila y yo dejo escapar el aire de entre mis labios.
—Uno, dos, tres, — él cuenta, su aliento pegándome en el rostro. Luego estamos lejos y él llega por detrás de mi, acariciando mi brazo y posicionado su rostro cerca de mi cabello.
Cuando terminamos de practicar ambos estamos satisfechos. Ya me aprendí el primero. Lo hemos practicado como veinte veces sin fallar y él está bastante feliz, sonriendo por ahí y cantando canciones.
Yo me dedico a observar sus sonrisas complacidas.
—Eres muy guapo. — murmuro y la sala parece callarse.
Qué idiota soy.
¿Cómo pude decirle eso?
Él frunce el ceño pero sus mejillas se ponen rojas.
Y yo me quiero morir. Estoy avergonzando y avergonzándome a mi misma con él. Diablos, Blair, deja de meter las patas.
—Eh...— él vuelve a fruncir el ceño.
Yo sonrío y luego entran varios bailarines a nuestra sala riendo. Brieg se sienta en el suelo, su mirada perdida entre los bailarines.
—¡Vamos a celebrar! — dice Esteban y Brieg y yo nos vemos sin saber qué decir. ¿Celebrar qué?
—Ustedes vayan. Nosotros debemos practicar.
—No seas amargado, Brieg. No te había visto así desde hace meses, cuando Serene se enfermó.
Brieg frunce el ceño y luego le saca el dedo. Yo decido que ya es hora de irme. Son las seis y media y normalmente no practicamos hasta las seis.
—Hey, ¿a dónde vas? Estamos por irnos a la fiesta. — me dice Esteban
Volteo a ver a Brieg y él está viéndome con sus ojos achinados, como esperando a que abra la boca para regañarme.
—Eh... bueno... es que tengo que dormir.
Esteban de un segundo a otro, está al lado de Brieg, dándole un manotazo en la cabeza con fuerza. Brieg se queja y se agarra la cabeza.
—¡¿Y esto por qué?!
Yo no puedo evitar reírme y él me ve enojado. Pero luego una sonrisita se le escapa sólo por un segundo, antes de volver a su ceño fruncido.
Brieg es así. Es un chico infantil y luego serio. No es tan coqueto como pensé que lo sería siendo tan guapo. Es normal. Es un chico agradable, se molesta mucho cuando lo hago mal y se pone nervioso de vez en cuando.
En mis sueños me lo imaginaba un rompecorazones. Pensé que coqueteaba muchísimo y presumía cada dote genial que tenía. Pero en vez de eso me fui encontrando a un chico divertido, que le gusta molestar y que se avergüenza cuando soy demasiado obvia que me gusta.
Es lindo.
Y pensé que eso haría que me gustara menos pero lo único que ha hecho es hacerlo más alcanzable.
Y por eso, es que decido que iré a casa. Aunque Esteban consiga convencerlo, no iré. Quizá se vuelva mi amigo y prefiero que sea mi compañero de baile y no más.
—Me voy. — digo, viendo a Brieg.
Él eleva las cejas. —Deberías socializar. — dice con una sonrisa. —Después de todo, este grupo será tu grupo hasta que consigas un mejor lugar.Y así fue como termine aplastada en el sillón más pequeño del auto de Esteban, en la parte trasera, con Brieg aplastándose junto a mi cada segundo más fuerte debido a los giros del auto. Él de vez en cuando me sonreía y yo también.
Sí, lo admito, parecemos imbéciles. Como si no nos viéramos todos los días, nos estamos sonriendo.
Es sólo que no hay palabras que mencionar. Yo tengo el impulso de decirle que quite u abusadora mano de mi rodilla pero no lo hago porque puedo imaginar que es mi novio.
Que vergüenza.
Si él supiera que yo pienso eso de él seguro le daría lastima.
Pero como no lo sabe, yo puedo disfrutar de mis fantasías.
Me he distraído tanto pensando en cómo sería si fuéramos novios que no me di cuenta que quiero tirarme un pedo y ahora lo tengo casi a punto de explotar. No con él aquí... no, por favor.
—¿Qué pasa? — pregunta Elena, una chica a mi lado cuando ve mi rostro de terror.
Yo elevó mis cejas y hago una sonrisa forzada, luego cierro los ojos.
—¡Qué apesta! — dice una chica frente a mi.
Mierda.
—¡Qué asco! — digo yo, tratando de lucir asqueada y no como si muriera de vergüenza.
—¿Quien fue? ¿Brieg? — pregunta Elena.
Yo asiento. —El tufo viene de ahí. — le digo asintiendo.
Él me ve con los labios ligeramente fruncidos y sus ojos achinados. Me tapo la nariz para que no vea que me pongo roja.
Sí, bien. Una gran impresión para mi crush. Simplemente genial.
Algo en su mirada me hace pensar que él sabe que yo fui. Y...
Eso es horrible.:::::
Me gusta hacer pasar momentos incómodos a mis personajes, es algo que puede pasarnos. Siento que los hago cada vez más reales, humanos y alcanzables con sus cosas raras.
Besos,
Karen.
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No Juegues en las Fauces de un Lobo
ChickLitAl principio, mi crush me parecía un completo ángel perfecto. Luego, abrió la boca y su hostilidad apareció y me pareció un tipo desagradable que se cree el centro del universo y cree que todas las chicas se mueren por él. Y puede que sea cierto pe...