No Juegues en las Fauces de un Lobo

5

Mi cabeza llena de dudas, dudas y más dudas.

Hemos acabado de practicar y creo que he encontrado la forma perfecta de aprender todos los pasos y no confundirme. Saber que Brieg Orci es un perfecto imbécil. Él dejo de preguntar qué me pasaba y se dedicó a mostrarme cada paso y movimiento interesante. Luego nos unimos al grupo en el baile once y con la música bien alta comenzamos a practicar. Todo era demasiado sencillo pero a la vez bastante impresionante.
Y mientras los chicos hablan y se hidratan, yo estoy sentada en el suelo viendo mi reflejo en el otro lado de la clase. Pensando. No puedo creer que él haya dicho eso de mi. Pensé que me respetaba un poco. Pero eso me pasa por abrir mi bocaza y decirle lo guapo que es. Está obvio que a cualquiera le molestaría el acoso de una admiradora.
—¿Por qué estas enojada? — pregunta Esteban.
—No estoy enojada. — murmuro.
No puedo dejar de prestar atención al lugar donde está Brieg con Brooke, bailando y riendo.
Parecen divertirse bastante. Y yo arruiné mi reputación siendo tan extraña. ¿Cómo debo ser ahora? ¿Qué puedo hacer si así soy yo? Y ¿Por qué soy tan extraña que ni siquiera puede jugar conmigo así?
La respuesta es simple. Debo alejarme. Esteban nos hace juntarnos cuando el profesor Thompson se va y comienza a decir sus planes para el fin de semana.
—Iremos a la playa. — dice al fin cuando nadie le dice nada.
—Irán, lastimosamente tengo una cosa con mi mejor amigo. — le digo, sigo bastante molesta.
Brieg eleva la vista hacia mi y frunce ligeramente el ceño, como si... le importará que no fuera. Mentira.
—¿Mejor amigo? — pregunta él con suavidad.
—Sí. Sé socializar. — le digo por lo cual él frunce el ceño con confusión, yo ruedo los ojos.
—No me importa tu amigo, Blair. Esto es Serene's. Y tenemos que conocernos y tienes que aprender a ser un grupo. Cuando entraste, tuviste que haber sabido acerca de las responsabilidades. — me regaña una chica pelirroja que se llama Sabina.
Suspiro y así es como acabamos planeando en qué auto nos iremos. Yo no quiero participar, ya que quiero que Brieg se disculpe o mínimo me pregunte. Ya sé que me preguntó antes pero quiero que se interese en mi. Lo cual no hace. Así que me quedo ahí, escuchando los planes. Iremos a una playa algo lejana y nos quedaremos en la cabaña de Esteban. Iremos en el auto de Brieg y de Esteban, que son los más grandes.
—Yo iré contigo, Esteban. — digo cuando estamos saliendo del salón. Él se encoge de hombros.
—En el que caigas, Blair.
Y con eso se va. Yo me preocupo por la hora, no porque tenga miedo... bueno, sí tengo miedo. Pero sé que no me pasara nada. Nunca pasa nada. Espero en la entrada de Serene's hasta que me decido por el camino más largo. Cuando comienzo a caminar, veo la camioneta negra de mi crush. Lo he espiado tanto que la reconozco al instante. Está ahí con Brooke a su lado. Él baja la ventanilla y veo a Brooke poner los ojos en blanco hacia mi.
Idiota.
—¿Quieres que te lleve a casa, muñeca? — pregunta con tono suave.
¡Ignórame!
—No. Quiero caminar. — digo y mi voz suena algo chillona.
—Te veré mañana entonces.
Y cuando el auto se está alejando me pregunto ¿por qué soy tan imbécil? ¡Pude haber ganado lugar a su lado! ¡Tengo que dejar de actuar así! Él no tiene la culpa de que yo me enoje. Tengo que reaccionar. Reacciona, Blair, estás evitando a tu crush, idiota.

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DIN DON.

Abro los ojos y observo mi cuarto con curiosidad. ¿Fui yo o sí sonó el timbre? Son las 5:57.
Cierro mis ojos de nuevo cuando el horrible timbre suena de nuevo y mi madre me grita desde arriba que abra la puerta. Lastimosamente yo vivo en el piso de abajo de nuestra casa, así que me toca levantarme y abrir la puerta. Afuera me espera Brieg con rostro dormilón y ojos achinados. Cuando lo veo, mi atención se va directamente a mi misma. Estoy en pijama. Tengo mi pijama de pingüinos y seguro estoy toda babeada.
—¿No estás lista?
—Eh...
Él gruñe algo y entra a mi casa así como así. —¡Oye, Brieg! No puedes simplemente entrar así como así.
Él camina hacia el pasillo, encuentra las escaleras y unos pasos allá, mi habitación.
—¿¡Qué haces ahí, Blair!? ¡Tenemos que conseguir tu ropa! ¡Rápido!
Asiento y corro hacia él, entro a mi habitación y él comienza a revolver entre mi ropa, buscando algo.
—¡Aléjate de ahí, yo lo hago! — le siseo.
—Tienes un minuto. — me regaña
Él se acuesta en mi cama y yo me quedo unos buenos diez segundos viéndolo hasta que él eleva las cejas y tengo que voltearme o empezará a alegar del tiempo.
—Dos días. — me dice.
Asiento y meto ropa para dos días. Me refiero a dos bragas, eso es esencial. Me llevaré tres mejor. O...
—¡Deja de pensar y hazlo!
¡Qué odioso! Es igual que cuando no aprendo bien los pasos. Termino justo cuando Brieg toma mi mochila y se la pone en los hombros, caminando hacia la puerta. Yo me dedico a agarrar mi maquillaje y bloqueador solar.
En el auto, simplemente saludo a Elena y me siento adelante con ella, luego saludo a los chicos y nos estamos yendo. La playa está algo lejos así que todos nos ponemos nuestras máscaras para dormir y disfrutamos de un largo viaje mientas mi crush maneja el auto. Para dormirme rápido, me voy imaginando a Brieg conduciendo a nuestra luna de miel.

"Oh can't you see
You belong to me?
How my poor heart aches with every step you take"

Every Breath You Take, The Police suena interrumpiendo mis sueños hermosos sobre Brieg y yo. No quiero abrir mis ojos y no lo hago hasta que escucho la linda voz de Brieg cantar el coro de la canción. No es mejor que yo pero él tiene estilo al cantar. Abro mi ojo derecho y lo observo manejar cantando. El sol es suave y golpea su rostro por su ventana abierta.
—Buenos días, princesa. — dice él y yo cierro mis ojos con fuerza.
¡Princesa!
¿Pero me lo dijo a mi o a alguien más que este despierto?
Atrás sólo hay hombres. Y aquí está Elena más dormida que un koala. Y si es gay le hubiera dicho a su novio "príncipe" o algo parecido. Pero que sea gay no le impide llamarme princesa.
Así que aún no confirmo eso.
—Blair, sé que estás despierta.
Sonrío y abro los ojos. —¿En donde estamos? ¿Ya vamos a llegar?
—Estamos cerca, ya casi.
Asiento y le pongo volumen a la canción pero él le baja rápidamente. Lo veo curiosa y vuelvo a subirle volumen y antes de que pueda alejar mi mano él le baja, sus largos dedos rozando los míos.
Y yo me derrito.
—Los chicos están durmiendo.
—Yo ya no.
—Pero ellos no quieren despertar aún. No son tan enérgicos como tú.
Sonrío y miro al frente, a la carretera.
—¿Por qué ayer estabas tan molesta?
Me tenso inmediatamente. No preguntes, qué vergüenza.
—No lo estaba...
Él me lanza una mirada y yo sólo lo ignoro viendo las copas de los árboles.
—Ya te conozco un poco con el tiempo que hemos pasado juntos. Y es bastante obvio que estabas molesta... conmigo.
Suspiro profundamente. —Me caes mal.
Él ríe y luego me lanza una mirada, como queriendo saber si bromeo. No lo hago en su totalidad. Me cae mal su actitud de andar diciéndole a Brooke, su novia, que le caigo mal. Es horrible.
—Bueno... no me gusta que... te juntes conmigo si no te caigo bien. — le digo al fin.
Él frunce el ceño. —Me caes bien. Es obvio que no me juntaría contigo si no me cayeras bien.
—Porque es tu obligación.
—¿Mi obligación?
—Por el baile. — le explico, señalándome con el dedo.
—Ah, eso. Siempre tengo la opción de sacarte del club. Prácticamente soy uno de los líderes. Me gusta como bailas. Me parece que será genial presentar la danza contigo así que te quedas. No eres Serene pero eres Blair y eres genial y bella.
Me le quedo viendo en blanco. ¿Genial y bella? Es la descripción más linda que un crush pudo haberme dado. Le ganó a Daniel por mucho. Pero aún sigo pensando en lo que me dijo. Le caigo bien. O le parezco genial. Entonces Brooke mintió. ¿Cierto?
—Pero tu novia Brooke me dijo lo malo que le dijiste sobre mi.
Él me voltea a ver y se encoge de hombros, acabando ahí la conversación y dejándome con la enorme duda en mi cabeza que no me deja volver a conciliar el sueño. ¿Le dijo cosas malas de mí a ella? Y ¿Brooke es su novia?
No negó ninguna de mis afirmaciones.
Estoy acabada. Listo, se acabó. No tengo oportunidad con este tipo.