¿Por qué mi suerte va de mal en peor?
—¡Yo también quiero de ese! — digo cuando veo que Brieg ha pedido un no sé qué de mora. Brieg lo pide por mi y luego nos miramos, como no sabiendo dónde empezar. —¿Y Serene?
¡Bien! La primera pregunta. Besos para mi.
—No lo sé. ¿Por qué tanto interés en ella?
—Porque la odio.
Él se carcajea y niega con la cabeza. —¿Por qué?
—Es mi turno de preguntar. — señalo.
Él eleva sus oscuras cejas hacia mi y sonríe. —¿Teníamos turno? Dime por qué te molesta tanto Serene.
—Porque es abusiva. — digo, pensando en todas sus horrendas cualidades. —Se cree la reina del mundo... me dice que tengo cejas de Chewbacca... no le gusta cómo bailo y me odia. Y te trata mal a ti y no me gusta cómo se cree tu reina.
—Concuerdo contigo, a veces es un poco exagerada.
—¿A veces?
Se ríe de mi y comienza a ver el menú, me pregunta qué quiero y yo inmediatamente digo pizza. Se ven muy buenas las que venden aquí. Y ricas. Y quiero comer mucho.
—¿Entonces? ¿Serene está todavía alrededor tuyo?
Él se encoge de hombros. ¿Eso qué significa? —Ella no ha estado alrededor mío desde que terminamos hace un tiempo.
—Pero... ella estaba hace un mes. Y hace una semana y todo el tiempo.
—Bueno, sí, pero no por mi. Yo he terminado con ella y ya está. No la quiero alrededor. ¿Por qué preguntas por ella?
—Porque...
Porque si ella está yo me voy y no aceptaré ningún tipo de idiotez por parte de Serene. Simplemente la quiero muy lejos y si está con él pues entonces también me iré lejos. Punto. No aceptaré locas.
—Porque sí. — termino diciendo. —¿Entonces crees que volverá?
—Si quiere algún favor. Pero no lo creo, ya que ya no estaré en Serene's. Y si viene conmigo no puedo darle nada. Ella está mejor con sus nuevos amigos. La admiran y soportan lo suficiente.
¿Tiene amigos? ¡Ja!
—Qué bien. Vale. Entonces...
—Entonces ella no está. Y fin de la historia, Serene se acabó. Estaba pensando, desde que nos tocaba bailar y eso, que quiero dejar Serene's por la misma razón. Comenzar un nuevo capítulo, hacer cosas que yo quiero. Me inscribí a la universidad de nuevo y me falta poco para acabar. Quiero hacer cosas nuevas. Quiero conocer gente nueva y trabajar en otro tipo de cosas, trabajar y vivir las cosas que me gustan. Siempre estuve algo indispuesto a la danza, pero al final me quedé aceptándolo.
No quiero sonar egoísta con él diciendo que debería quedarse en Serene's así que le sonrío.
—Eso será genial, Brieg. Pero...
—¿Pero? — su sonrisa se vuelve más amplia y decido callarme de una vez por todas.
—Nada.
Él se pasa a mi lado y pone su brazo sobre mis hombros, una mirada en sus ojos que me hace querer mirar a otra parte. ¿Ahora qué quiere? Debería seguir molesta con él por Serene.
—¿Por qué Serene te beso?
—Eh... — él se sonroja. —No lo sé, cariño. No estaba esperándolo. Estaba esperándote a ti.
Mi estómago se revuelve pero no lo volteo a ver, ya que sé que si lo hago, sé que voy a derretirme. Él acaricia mi mejilla con suavidad rápidamente y luego se aleja un poco. Comienza a revisar el menú y como que después de un rato está completamente pegado a mi costado.
—Quiero carne. Pero no encuentro carne. — dice.
—Eso es carne. — le señalo.
—Eh... no lo había visto. — ríe algo bobamente.
Sonrío y le pregunto si ya avisó al señor Thompson sobre dejar Serene's por lo cual él asiente y no puedo evitar preguntarle qué piensa Thompson de esto. Dice que está bien, que él realmente no se molestó tal vez sólo se decepcionó un poco, pero que lo que estaba haciendo no era por nada más que una decisión suya sobre cambiar. Dijo que era un cambio bueno que traería buenas aventuras y le creí. Quiero preguntarle si continuará recordándome o que me seguirá buscando pero no lo hago y guardo mis preguntas para el futuro. Quizá con el paso del tiempo sabré cuales son sus verdaderas razones para estar conmigo.
Él me habla sobre lo que le gusta más de los animales y yo sonrío al estar de acuerdo. Dice que los animales son siempre fieles y que no importa qué, ellos se apoyan. Me cuenta que sus tres perros están felices porque tienen otro miembro en la familia, lo cual me sorprende. Ahora tiene un pug bebé.
—Quiero ver al pequeño. — digo cuando me termina de contar cómo el pequeño pug comenzó a ladrar para llamar la atención de Brieg.
—Vale. Vamos a mi casa, sólo déjame terminarme esto. — dice antes de comenzar a atacar su carne con rudeza.
Cuando acaba, salimos del restaurante y me doy cuenta lo cansada que estoy de caminar. Camino con dificultad y vamos cerca del auto cuando él habla, alejando mi atención del sueño húmedo y frío.
—¿Y qué pasa con Daniel? ¿Ya lo dejaste? Dime que sí porque yo no lo soporto.
—¡Daniel es mi asunto, Brieg! — río para no golpearlo.
Él se encoge de hombros y frunce el ceño. —Es un idiota. Ay, no entiendo cómo puedes besarlo si sabes que es un imbécil.
—No es un imbécil. — le digo. Él eleva una ceja oscura y sexy. Suspiro. —Tal vez a veces. Pero sigue siendo mi amigo.
—¿Sigue siéndolo? ¿Por qué yo me alejo de Serene y tú no te alejas del imbécil? ¡Es injusto!
Y justo en ese momento, cuando estoy a punto de abrir la boca, mi tacón se dobla haciendo que mi tobillo se vuelva de plastilina y me caiga al suelo, abriendo la boca como una idiota y gritando. Me caigo de culo y me quedo sin respiración. Diablos. No sé si te has caído de culo alguna vez pero es lo peor. Te deja una sensación como que no podrías moverte nunca más y un dolor que llega hasta arriba del espacio.
—Ay. — digo a penas como un susurro. Subo la mirada por el cuerpo lindo de Brieg y veo su rostro rojo y ojos con lágrimas. —No vayas a reírte...
—Claro que no. — dice y suelta una risita. Luego se tapa la cara y comienza a carcajearse, así como si le hubiera contado un chiste o hubiera visto la cosa más cómica del universo.
—¡Brieg! — le pego en la pierna y eso simplemente hace que se retuerza y continúe riéndose.
—¿Te duelen tus...? — carcajada. —¿Te duelen tus nalguitas, cariño?
Y continúa riéndose. —¡Brieg! — río, pues es inevitable al verlo así. Luego comienzo a reírme fuertemente, pues me doy cuenta lo estúpida que pude haber parecido. Seguro como esas chicas que se caen en las pasarelas doblándose el tobillo por usar tremendos tacones. Y recuerdo cómo grite. Sonó como el grito de un hombre.
¿Por qué eres así? ¿No pudiste haber caído con estilo?
—Voy a morir. — dice Brieg después, agarrándose el estómago y tratando de tranquilizar su respiración. —Me duele mucho.
Sus ojos se topan con los míos y se achinan de nuevo antes de comenzar a reírse otra vez, agarrándose el estómago.
—¡Ayúdame! Está frío aquí.
Él aún riendo me toma de los brazos y trata de ponerme en pie pero en vez de eso me hace caer otra vez. —Voy a morir. — dice de nuevo antes de respirar profundo y tratar de tranquilizar su risa. —No, lo siento, no tengo fuerza, cariño. — se ríe.
Me agarro de sus hombros y con dificultad me levanta del suelo, aún riendo con suavidad, lágrimas en sus mejillas. Le frunzo el ceño pero una enorme sonrisa avergonzada se forma en mis labios. Es ahí cuando se tranquiliza totalmente y sus ojos se vuelven seductivos. Ay, no...
—¿Quieres un masaje?
¿En donde? ¡No! Idiota, voy a morirme... Sus manos toman mi cintura con firmeza y las baja sólo ligeramente, como advirtiendo.
—¡No me abuses! — siseo, por lo que él se carcajea y su sonrisa seductiva desaparece, para reemplazarla una burlona.
—Vámonos.
—Creo que me duele mucho. — le digo. Bajo la mirada a mi tobillo y grito con horror. Está hinchado. Oh, no. Diablos, no. ¿¡Qué voy a hacer ahora!? ¿¡Cómo se supone que practicaré!?
—Oh, no... — la voz de Brieg se vuelve seria.
—¿Está muy mal? — le preguntó afligida. Él me ve y sus ojos se suavizan, una sonrisa suave y protectora.
—No te preocupes, Blair, yo voy a cuidarte. — me sonríe. Entonces me carga y me lleva a su auto, yo cada vez preocupándome más y ruborizada por su protección. ¿Arruiné mis sueños?
—Vas a estar bien. No te preocupes. — me dice él y con eso suspiro y escondo mi cara en mis manos, gritando con frustración.
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No Juegues en las Fauces de un Lobo
ChickLitAl principio, mi crush me parecía un completo ángel perfecto. Luego, abrió la boca y su hostilidad apareció y me pareció un tipo desagradable que se cree el centro del universo y cree que todas las chicas se mueren por él. Y puede que sea cierto pe...