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Ridículo doble.

Estamos en el bar y yo no puedo parar de observar a la increíble gente que tengo enfrente. En serio, ellos son geniales. Todo en ellos irradia felicidad y arte. Brieg está súper tranquilo sentado al lado de sus amigos hablando sobre alguna técnica nueva de baile o algo así. Yo no entiendo nada. Me siento, ligeramente desencajada del grupo.
—Bailemos. — dice Brooke, una chica de cabello corto.
—Venimos de bailar. — bosteza Brieg.
—Por cierto, ustedes dos, ¿Cómo van esos bailes? Necesitamos practicar el once ya. — ella dice con sus ojos achinados.
Yo miro de ella a Brieg y lo que veo me hace querer hundirme en el sillón. Él suspira y eleva las cejas con confusión.
—Ustedes preocúpense por lo suyo. — dice él y yo me alegro demasiado que no me haya echado la culpa directamente a mi. Ya que yo sé que es mi culpa.
—No lo tienes, ¿verdad?
Él bosteza de nuevo y se tapa la cara con sus manos, como terminando la conversación ahí.
Después de eso, decido que es mejor ver a mis compañeros hablar. Bueno... ver a Brieg hablar. No entiendo por qué me gusta tanto, pues él no parece gustarle a nadie más. Así que decido hacer un experimento. Es que necesito saber por qué sólo a mi me gusta y por qué estas chicas no parecen interesadas en él.
Saco mi teléfono y abro la cámara con agilidad. Después de eso me recuesto ligeramente en mi silla y veo que su cara y pecho esté perfectamente en donde tiene que estar cuando tomo la foto. La guardo y entonces comienzo a sentir esa sensación extraña en el cuello, como si alguien me estuviera viendo. Me giro con rapidez hacia la derecha y veo a Esteban viéndome con las cejas alzadas y una sonrisa en la boca. Madre, no...
—¿Qué haces, Blair?
Niego con la cabeza y me levanto de un salto, llamando la atención de Brooke, luego corro hacia el baño. Cierro un compartimento y comienzo a escribirle a la chica que sé que me entenderá. Leah.
Ella no es exactamente mi mejor amiga pero ella es mi amiga y puedo confiar.

~Blair: ¿Te enamorarías de un chico así?
~Leah: ¿Así...?
Gruño cuando la foto no se manda así que espero unos segundos.

Foto enviada.

~Leah: Qué guapo. Pero no me gustan tanto sus ojos. Son muy femeninos. Me gustan los chicos rudos machos peludos.
~Blair: Ah...
~Leah: ¿Es gay?
~Blair: Es bailarín. No lo sé... espero que no. Me gusta bastante. ¿Por qué lo dices?
~Leah: Bueno... es demasiado... sonriente.
~Blair: ¿Crees que sí?
~Leah: Tienes que averiguarlo. Coquetea con él, ya veremos. Tiene que coquetear de regreso, si no, es gay.

Suspiro y veo el rollo de papel justo cuando alguien golpetea mi puerta. La abro y veo a Brooke. Ella está sonriendo de manera traviesa.
—Karaoke. — me dice antes de irse y dejarme con una mirada de confusión.
¿Karaoke? Seguro están locos. Yo no canto. Pero de todos modos, ahí estoy, saliendo del baño con rapidez y juntándome con el grupo de bailarines a unos metros del escenario. Arriba está alguien que jamás me esperé ver aquí. Bastian Reynolds. Mi tercer amor. Diablos. Sólo falta que venga Daniel y me pida matrimonio, este es el mejor día de mi vida.
Brieg me sonríe mientras me paro a su lado y yo me le quedo viendo con una sonrisa inevitable. Es tan guapo. Él se sonroja y voltea a ver a otra parte.
¿Será gay? Dios, por favor di que no. Es mi príncipe azul. Es mi crush. Es mi dios griego. Es todo. Y tan lindo.
¿Por qué se sonroja? Diablos, quizá sea gay. Daniel no se sonrojaría. Simplemente elevaría las cejas coqueto.
Es gay.
¿Es gay?
No, no puede serlo. Tiene que ser mío. Bueno... ¿mío? Realmente nunca lo imagine pero claro, sería genial que me fuera a traer en su auto y me abra la puerta y me bese con esa boca de abusador matador...
—Te toca, Blair. — dice Esteban.
Es ahí cuando me bajo de la nube.
Brieg sonríe ligeramente y sus ojos brillan con diversión. Yo niego con la cabeza y volteo a ver al escenario a Bastian. Él está esperando por el siguiente participante y mi vida se arruina en este momento.
No puedo cantar con mi voz de gallina junto a Bastian Reynolds, mi tercer crush.
No, diablos. Esto no puede pasar. Prefiero que Brieg sea gay a esto.
—Blair, sube. — dice Brooke y yo camino como zombie hacia el escenario.
Y mi estómago da una voltereta hasta mi corazón cuando veo al cantante más hermoso de toda la ciudad. Bastian Reynolds. Él ha sido mi crush desde que lanzó ese video en YouTube hace tres años con su suave voz de hermoso guapo.
Él me guiña un ojo y yo tomo el micrófono cuando Secrets, de OneRepublic comienza a leerse por la pantalla. Madre de dios. Canto horrendo, todos se reirán, mis dos amores de mi vida se burlaran de mi y luego me alejaran.
No quiero cantar. Pero Bastian comienza a tocar y lo puedo ver que está esperando a que yo comience. Me quedo tiesa y como puedo mi voz sale de mis labios, graznidos por aquí y por allá.

"I need another story
Something to get off my chest
My life gets kinda boring
Need something that I can confess
Til' all my sleeves are stained red"

Y así fue como acabo mi vida. Fin de la historia, gracias por venir.
—Fue interesante. — dice Brooke en el auto silencioso.
—Sí. — dice Esteban.
Yo cierro mis ojos y una carcajada sale de mis labios. Soy tan idiota. Hice el ridículo con Bastian y con Brieg y con el grupo de bailarines de Serene, el grupo más genial de todos.
—A mi me ha parecido lindo. — la voz melodiosa de Brieg suena. Abro los ojos y lo veo a mi lado sonriéndome.
—Sé serio. — le digo.
—Lo soy. Me pareció lindo porque veo que todo lo qué haces lo haces con el corazón. Y siempre tratas de hacerlo bien. Como cuando bailamos.
Él me guiña un ojo brillante y la conversación se acaba ahí.
¿Qué significa eso? ¿Que le gusto? ¿Que me admira? ¿Que soy su amiga? ¿Que soy su crush también?

Al siguiente día decido llegar más temprano para entrenar con Brooke. Ella va a enseñarme el baile número once. La música de una canción bastante movida comienza a sonar y no la reconozco de primera, ya que parece tener piano, violoncello y aparte es electrónica.
—Está la hizo Serene. Le gustaba jugar con los sonidos. La que bailaremos no es está pero con esta vas a aprenderte los pasos.
Asiento y ella comienza a enseñarme lo que tenemos que hacer, diciéndome dónde van a estar los chicos. Después de un rato me pregunto si Brieg estará aquí.
—¿Brieg bailará con nosotras?
Ella eleva las cejas y me extraño.
—Te gusta. — dice.
Siento como si me hubieran lanzado una patada giratoria voladora y abro mis ojos ampliamente.
—¡No! — siseo.
Ahora quiero escapar.
—No lo niegues más. Brieg me lo dijo.
¿¡Qué!?
—Me dijo cuanto lo andas acosando. Y dijo que no podría aguantarte un día más. Eres bastante exasperante para él. Lo sigues a todas partes y siempre lo andas viendo así de rara como eres.
Mi respiración se acelera y mis mejillas se llenan de color.
¿Cómo pudo Brieg decir eso de mi?
Ella me frunce el ceño y luego para la música bastante molesta. Yo me he quedado estática.
¿No le caigo bien a Brieg? ¿No me soporta? Juro que pensé que le agradaba. Él me protegió en el karaoke.
Escucho unos pasos detrás de mi y Brieg se para frente a mi con una sonrisa decidida. Yo le frunzo el ceño y me alejo de él, las palabras de Brooke atoradas en mi cabeza.

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Aquí va el siguiente!
Abrazos!
Karennnnch

No Juegues en las Fauces de un Lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora