Capítulo 5 "¿Libertad?" (Editado)

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Me sentía perdida, asustada y rota. Mi reacción fue empezar a correr hacia una puerta que al parecer era de una finca. Casi al llegar a la salida me di cuenta de que había 3 tipos vigilando la entrada, evité a toda costa ser vista por ellos. 

Fue inútil.

Al verme, comenzaron a correr hacia mi, y al reaccionar, también corrí intentando esconderme o regresar al granero.

Un minuto después ya estaba siendo llevada contra mi voluntad a otro lugar. Primero pensé que me regresarían al lugar donde había estado antes, pero me llevaron a una casa bastante grande de 2 pisos. Por fuera tenia un aire rustico, haciendo que fuera hermosa., pero demasiado grande a mi parecer.

-¿A donde me llevan?- pregunté con miedo.

Ellos simplemente no respondieron. Solo siguieron su camino a aquella casa y me metieron a la fuerza. Por segunda vez.

-¿Tratando de escapar?- dijo Antony el cual estaba en la sala sentado dándole la espalda.

Tal vez el escapar no funcionaria ahora, tal vez mas adelante.

-¡Por favor! Déjame ir- respondí con lágrimas en los ojos y alterada.

-Dije que te quedaras aquí y punto- comentó molesto -Llévenla a la habitación- ordenó a los guardaespaldas que estaban a mi lado.

Ellos asintieron y me escoltaron hasta la planta de arriba. Abrieron una puerta de madera algo grande. Esta era la dichosa habitación.

La habitación era gigante, tenía una gran cama, un armario enorme, un baño muy completo y dos muebles a cada lado de la cama. Era mucho mejor que aquel cutre granero, pero no era lo que yo quería. Solo deseaba volver a mi pequeña y acogedora habitación.

Cerraron la puerta detrás de mí, y escuche como ponían seguro. Me encerré en el baño con la esperanza de que hubiera una ventana o algo para volver a escapar, pero fue no así, solo había una pequeña ventana del tamaño de mi cabeza. Esa no era una opción. Y en la habitación había una ventana grande, que no podía abrir por razones obvias.

-El señor Antony quiere verla en la cena a las 7 en punto- dijo un guardaespaldas del otro lado de la puerta y yo solo me quedé en silencio.

Intenté buscar otras alternativas, pero solo había dos lugares: romper la ventana o salir por aquella puerta.

Miré por debajo de la puerta y observé unas figuras. Había personas afuera cuidando que no saliera. Eso lo hacia mucho más complicado.

¿Por qué esto me pasaba a mi?

Y por primera vez había entendido a mi profesor de filosofía: Todo puede cambiar.

No quería ir a esa dichosa cena, pero tal vez era una manera de conocer el lugar y poder familiarizarme con él, y eso me daba más esperanzas de salir de aquí. Quería pasar el menos tiempo posible aquí, pero sabía que eso sería difícil...






Enamorada De Mi SecuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora