Llegué a la cocina con los puños cerrados y sumamente enojada. Saqué un bote de jugo de naranja y fruta. Había pequeños panes recién horneados y eso era lo que había llegado a mis fosas nasales. Tomé uno y pensé en llevármelo.
-Pensé que estabas arriba- escuche una voz masculina a mis espaldas.
-Pues pensaste mal. No te preocupes. Puedes regresar con esa rubia zorra- respondí ante su comentario. Di la vuelta para mirarle directamente a los ojos.
-No le digas zorra a Karla-
-No me interesa su nombre- respondí.
-¿Por que te molesta tanto si no quieres nada conmigo?- preguntó Antony levantando una ceja
-Por ser un maldito hipócrita. Dices que me quieres y no sé cuantas mentiras más, pero ahí andas con mujeres como ella, ¿Qué tal si solo estoy siendo un juego y tu aquí secuestrándome?- respondí y salí de la cocina para subir a mi habitación. Justo antes de subir las escaleras me encontré a "Karla" y al parecer no pudo quedarse callada.
-Él es mio- dijo la barbie con aires de superioridad.
-Por mi, metetelo por donde mas te quepa- respondí con una sonrisa en la cara
-Pues que te quedé claro, mocosa tonta- sus palabras me ofendieron y en cuanto reaccioné, solté todo lo que llevaba en las manos y me lancé hacia ella. La tiré al piso y ella intentaba defenderse, pero le fue inútil. Aunque yo era más joven, era más fuerte que sus brazos operados.
-Suéltame maldita- oía sus gritos, pero no me importó.
Después de dejarle el ojo morado y la nariz sangrando llego Antony y nos separo.
Me tomo de la cintura y me alejó de ella.
-Esto no se quedara aquí- dijo Karla molesta, intentado levantarse.
-Pues hay que terminarlo- y me volví a lanzar hacia ella. Antes de ponerle una mano encima Antony me detuvo agarrándome nuevamente de la cintura.
-Suéltame, déjame matar a la estúpida esta- grité molesta. La adrenalina corría fuertemente por mis venas y no era consciente de lo que estaba haciendo o diciendo.
Me levanté como un costal de papas y me llevó a mi habitación. Antes de llegar al fin de las escaleras grite desesperada:
-A la próxima te mato- y no hubo respuesta de abajo, haciéndome sentir satisfecha. Le había callado la boca a aquella mujer.
Llegamos a mi habitación y me tendió en la cama. Su cara reflejaba decepción.
-No me mires así. Yo no la llame mocosa tonta- dije calmada
-Solamente evita pelear con ella. Ella vive aquí y lo mejor será que lleven las cosas en paz- dijo Antony cansado.
Mis ojos se abrieron como platos y el odio recorrió mis venas.
-¿Entonces por que me secuestraste sabiendo que tenias pareja? Maldito estúpido- dije molesta -¿Planeas que viva con ella aquí? De verdad necesitas ayuda-
-Si, lo admito, estoy con ella, pero no la amo. Ella no es la mujer que quiero a mi lado- dijo recargado en la puerta mientras yo lo veía sentada en la cama
¿Cómo te puedes casar sin amor?
-¿Que no se supone que cuando te casas con alguien es por que la amas?- pregunte incrédula, pues a mi me habían criado con esa idea.
-Se supone, pero en mi caso no fue así-
-¿Te obligaron?- pregunté.
-Supongamos que si-
-Habla- pedí. Tenía derecho a escuchar su historia.
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Enamorada De Mi Secuestrador
RomanceSu vida parecía ser perfecta hasta que todo le fue arrancado. Un secuestro cambió el destino de las cosas. ¿Que sentirá?¿ Amor, odio o dolor? Y al final, nada sera igual...