-¿Estas lista para mudarte conmigo?- preguntó Antony mientras subía mis maletas a su camioneta.
Ya habían pasados 2 semanas desde por fin habíamos arreglado las cosas. Yo había platicado con mis padres acerca de que me mudaría con Antony, y al principio casi me encerraban en una torre en medio de la nada, pero después de decirles que estaba embaraza y que el era el padre, me corrieron, literal.
-Claro que si- cerramos la camioneta -vamos a casa-
7 meses después...
Mi estomago era gigante; ya estaba a menos de un mes de ser mamá de una hermosa niña y todo estaba marchando a la perfección: Antony y yo éramos la pareja perfecta. El trabajaba en la mañana dejándome a mi en casa con Luis y en las tardes éramos inseparables.
Ya teníamos la habitación de nuestra hermosa hija, teníamos ropa, accesorios y demás. Al saber el sexo, nos emocionamos y compramos miles de cosas.
Hoy había salido a un centro comercial para comprar las ultimas cosas que faltaban para la llegada de mi bebé. Luis era mi compañía siempre, por demanda de Antony.
Me detuve en una tienda de ropa para bebé, y decidí que era un buen lugar para comprar.
-Puedo entrar sola Luis. Tu espérame aquí afuera- dije sonriendo.
-Esta bien, aquí la espero- su teléfono empezó a sonar, el lo reviso -Es el señor Duran-
-Adelante contesta. Yo no tardo- respondí.
Entré a la tienda, la cual era hermosa. Empecé a escoger unas cuantas faldas y vestidos hermosos. Pagué todo lo que había comprado y salí de ahí satisfecha, pero Luis no estaba. Lo busqué con la mirada y nada. Era muy extraño ya que el jamás me dejaba sola; seguí buscándolo, pero al parecer se lo había tragado la tierra.
Cuando estaba dispuesta a irme, lo divise a lo lejos, pero una mano con un pañuelo taparon mi boca. Intenté gritar para que Luis me escuchara, pero fue inútil.
Poco a poco empecé a caer dormida, no sin antes ver como Luis volteaba e intentaba llegar a mi, pero sabia que ya era tarde, me estaban alejando mas de el.
Después, todo se volvió negro...
Mi cuerpo se sentía cansado y no podía mover mis manos ni mis pies, ya que algo me impedía hacerlo. Cuando recordé lo que había pasado, empecé a luchar para moverme, pero estaba atada a una silla y con los ojos vendados.No era la primera vez.
No me podía alterar por el bien de mi bebé, todo debía de estar bien. De repente se empezaron a escuchar pasos, percibía que eran dos personas y se escuchaban murmullos, estaban hablando entre ellos.
La puerta se abrió y sus voces cesaron, me quitaron la venda de los ojos y parpadee varias veces para acostumbrarme a la luz, cuando lo hice pude ver a las dos personas enfrente de mi.
Karla y Diego.
Ellos me habían secuestrado sabiendo que estaba embarazada, eso los hacía mal desgraciados.
-Es un placer verte otra vez- dijo Diego con una sonrisa.
-¿Qué quieren de mi?- pregunté desesperada con ojos llorosos -Les daré dinero, pero déjenme ir-
Karla soltó una risa burlona y se acerco a mi.
-¿Recuerdas cuando tu y Antony nos arruinaron la vida?- preguntó ella. Yo no dije nada, pero claro que lo recordaba.
-Pues es lo mismo que nosotros les vamos a hacer a ustedes- dijo sínicamente
-Pero tranquila, sabemos que estas embarazada- miro mi estomago con desprecio -así que no seremos tan crueles. Solo lo necesario- y volvió esa sonrisa a la cual le temía tanto.
Sin decir otra palabra, empezaron a caminar hacia la puerta; pero antes de llegar a ella Karla regreso y me susurro al oído.
-Te lo advertí-
Ambos se retiraron dejándome pensando en Antony y en mi bebé.
Tenia que salir de aquí....
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Enamorada De Mi Secuestrador
RomanceSu vida parecía ser perfecta hasta que todo le fue arrancado. Un secuestro cambió el destino de las cosas. ¿Que sentirá?¿ Amor, odio o dolor? Y al final, nada sera igual...