Capítulo 32 "Boleto de salida'' (Editado)

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-¿Que escuchaste sobre Karla y yo?-

Su pregunta me dejo atónita, el sabia que los había escuchado y ahora no sabía como salir.

Mierda.

-Respóndeme- grito furioso. Me sobresalte ante su grito. 

Temía por mi vida, pues si me hacia algo, nadie podía defenderme o ver por mi.

-¿De qué estas hablando?- pregunté intentando sonar confundida. Si me hacia la desentendida, tal vez me dejaría vivir.

-No te hagas la tonta, Paola- respondió sarcástico -Estabas detrás de la puerta, sé que escuchaste, pero lo voy a repetir. Dime que sabes por las buenas-

-¿O qué?- mencioné.

-Antony ha sido amable contigo, yo no. A mi no me importa lo que sientas, así que habla de una vez- dijo molesto.

Estaba entre la espada y la pared.

Tomé aire y me resigné. Tenia que hacer esto por las buenas.

-Sé que el padre del bebé no es Antony y que tienen un plan, pero es todo. Te lo juro- dije asustada.

-Con eso es suficiente- comento sonriendo como un psicópata.

Un miedo horrible me invadió cuando giro bruscamente a una calle vacía y obscura. La calle era muy larga y el solo seguía adentrándose en ella.

Estaba segura de que me iba a matar.

Detuvo el auto en seco.

Me miró y no pude descifrar lo que estaba en sus ojos.

Necesitaba a Antony.

Dudaba poder salir viva de esta situación.

Diego bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta de mi lado. Yo seguía inmóvil, pues no sabía que hacer.

-Baja- ordenó. Un escalofrió recorrió mi cuerpo.

Lo hice, pues no quería provocarlo. De una u otra manera, tenia que convencerlo de no hacerme daño.

-Seré directo Paola. Yo sé que estas secuestrada y te voy a dar un boleto de salida a cambio de tu silencio. Te daré dinero, libertad y tranquilidad, pero no te metas donde no te llamen. Si vuelvo saber de ti, tendré  que hacerlo por la mala y tendrás que decirle adiós a todo lo que te rodea. Decide: Una vida normal o una vida en el infierno-

Estaba sorprendida por sus palabras, él me estaba dando algo que yo buscaba desde hace mucho tiempo:

Libertad.

No sabía que sentir, estaba confundida. ¿Realmente quería ser libre?

De su cartera sacó unos billetes y me los tendió. Junto con él, un mapa de la ciudad. 

-Ubícate y regresa a casa, olvídalo todo y sigue adelante-

Tomé las cosas y me quedé ahí parada. Él volvió a caminar hacia su auto, y antes de subir, lo interrumpí.

-¿Y qué pasa si decido luchar por él?-

-¿Por Antony?- preguntó y asentí -Terminarías muerta y yo ganando. Deja de meterte donde no te llaman y aprovecha la oportunidad que te estoy dando- 

-¿Por qué están haciendo esto?- pregunté nerviosa.

-No te importa- respondió de manera seca.

-Dime y me iré para dejarles el camino libre- dije intentado convencerlo.

Si podía sacar algo de información, la podría usar en contra en algún momento.

Me miró de una manera extraña. Intentaba buscar algo en mi que le diera razones para desconfiar, pero no lo logró.

Suspiró rendido.

-Dinero, lo único bueno que tiene mi primo. Y Karla busca lo mismo que yo, por eso me ayuda- dijo orgulloso de lo que hacia.

-¿De quien es el bebé?- pregunté confundida.

-Mío- respondió sonriendo.

Me sorprendí bastante. Esas personas eran un asco, que estaban dispuestos a hacerle daño a cualquiera solo por dinero. Antes de poder decir algo, Diego subió a su carro y arrancó dejándome ahí sola y abandonada.

Tenía que luchas por Antony, costara lo que costara...


Enamorada De Mi SecuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora