capitulo 16

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Al salir Ignacio, entro ota y Roberto, cuando ella me abrazo volvieron a caer las lagrimas, necesitaba su abrazo, Roberto solo nos observaba y pude distinguir una lagrima caer por sus mejilla...

-mi querida niña.... Casi morí cuando supe que estabas aquí. Dime como te sientes....

-bien ota, un poco adolorida pero un poco mejor, no te preocupes..

-señorita...me alegro que se encuentre mejor y al fin despierta

-oh, Roberto, gracias a ti por cuidar de mi ota, se que debe haber sido difícil controlarla...y no me digas señorita, por favor..

-está bien lea, lo intentare....

-gracias Roberto..

Entro Andrés, Ignacio y el doctor, estaban todos en mi habitación.

-bien señorita hoeben, mañana ya podrá ir a casa, con algunos medicamentos y reposo y en una semana vuelves para poder hacer un chequeo....

-gracias doctor, dijimos Andrés y yo.

-que bien mi niña!!, ya mañana nos iremos a casa, nos quedaremos esta noche para que no estés solita...dijo mi ota.

-oh, ota, te lo agradezco infinitamente pero no me iré a casa contigo, ustedes ya están en tiempo de descansar y aprovechar al máximo de su tiempo a solas, entiéndeme ota, por favor...

-no, lea, te irás a casa conmigo y no se hable mas..

-maría...yo creo que deberías escuchar a lea, ella tiene razón además...va a estar bien cuidada no te preocupes.

-pero...

-nada de peros ota, tu sabes que te adoro, y por lo mismo es que no dejare que me cuidas, conociéndote, eres capaz de mal acostumbrarme y no me levante nunca de mi cama.

-oh, está bien, pero te iré a visitar...

-por supuesto!!!, y ota, ve a descansar, no necesito que se queden, yo estaré bien, de verdad, vayan todos a casa...mañana nos vemos.

-hermana yo te hare caso, me iré a casa, porque katy está desesperada por saber de ti, te quiero mucho peque, que duermas bien.

-gracias, Andrés...y dale un beso gigante a mi sobrinita y a mi cuñada favorita..

-lo hare, cuídate...

-ya mi niña, nos iremos con Roberto, duerme bien, y cuídate, nos vemos mañana...

-adiós lea, nos vemos, cuídate preciosa...

Ota y Roberto me dieron un beso en la frente y se marcharon, yo suspire un poco cansada y no me había dado cuenta que Ignacio seguía en la habitación.

Abrázame FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora