Estaba asustada.
¿Pero qué decía? Estaba más que asustada, si no fuera asqueroso hacerse en sus pantalones creo que ya lo hubiera hecho. ¡Y para colmo estaba sola!
Bueno sola lo que se dice sola no, estaba él, Jaime, mi nuevo amigo sentado a un lado de mí en el autobús tirándome indirectas de que yo le gustaba. Intenté esquivarlas lo mejor que pude y rezaba para que el chofer le pisara al acelerador y así pudiera llegar ya a la parada.
Y es que lo que me espantaba no eran en sí sus indirectas y lo que llevaban implícitas éstas, sino eran él y su misterio lo que me espantaba en ocasiones. Digamos que una persona común y corriente no era, es muy buen amigo y había hecho buenas locuras con él, podía hablar de cualquier cosa sin ser vista de manera rara pero sólo eso. Así es, en mi mente ya le estaba dando un pase directo a la friendzone.
-Lee esa historia y luego me dices qué piensas- terminó por decir cuando bajamos del autobús, por fin llegamos a la parada en donde nos separábamos.
-Bien, llegando a casa la leo y te digo.
Apenas llegué a mi casa me encerré en mi habitación y busqué la dichosa historia, con sólo ver el título y la portada preferí no leerla; no me armé de valor. Tenía tarea y era más importante hacerla, o al menos eso fue lo que le dije a él al día siguiente que me preguntó en persona si la había leído.
Me vi obligada a hacerlo, al menos él no estaba presente y tenía a mis amigas conmigo para apoyarme y leer la historia juntas. Conforme íbamos leyendo la historia me quedaba un raro sabor de boca, quizás se debía a que recordaba una etapa en mi vida que no era muy grata recordar. Y por fin llegó la "mejor" parte: ahí me nombraba.
-¿Qué ha sido eso?- preguntó asombrada Melina.
-No tengo idea- murmuré yo sin salir de mi torbellino de emociones negativas.
Me sentí ofendida con su descripción, ¿psicópata tierna? ¿Demonio con piel de oveja? ¿Quién diablos no estaría ofendida con eso? ¿A poco yo era así y nadie me dijo nunca nada?
Él volvió a preguntarme si ya había leído la historia y le dije las sabias y tiernas palabras de "te quiero como amigo", al parecer funcionaron. Pero a partir de esa historia nada volvió a ser igual, me sentía incómoda estando con él y eran muchas las ocasiones en las que teníamos que estar juntos y solos.
Sólo ésta clase de cosas me pueden pasar a mí, sólo a mí.
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Tardé pero aquí tienen un nuevo capítulo!!!! ¿Qué les ha parecido? Espero les haya gustado, no olviden dejar su voto y/o comentario. Nos seguimos leyendo 7u7
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Cosas que nunca le dije
Teen FictionQuizás nunca tuve el valor necesario para decirte lo que realmente sentía, cuando tomaba la iniciativa para decírtelo sólo bastaba una mirada y sonrisa tuya para que yo pensara mejor las cosas y me quedara callada. Pero hoy, hoy es el momento de dec...