H E L I U M || Chrizzie [Terminado]

XXXVI. Epílogo: A un suspiro de encontrarnos

Reposando en una cama de hospital puedo ver cómo entran Adam y April con sus hijos, y los hijos de sus hijos.
Jamás en ochenta y dos años me había sentido tan tranquila de estar rodeada por los seres que más amo. Aunque hay algo que me falta, algo que por medio siglo me ha faltado, el amor de mi vida.
Me resulta increíble pensar que Chris me dejó hace cincuenta años y me es más difícil creer que ahora soy yo la que está siguiendo sus pasos.
A veces la gente puede estar convencida de que cuando eres anciano sueles olvidar las cosas, pero hay historias que más allá de cicatrices, dejaron una huella indeleble en ti, y creo que si ese era el objetivo de Chris, lo ha cumplido a la perfección.
Fue un error decidir que la unidad de medida de una vida serían los años, quiero pensar que una vida va más allá del tiempo, que una vida se mide por personas, por quién eras antes, durante y después de conocer a alguien, en mi caso mi "Alguien" es mi difunto marido, cincuenta años y aún me duele decirlo.
Juraba que no veía mi vida sin Christopher Evans, y matemáticamente he estado más tiempo sola que a su lado.
Cuatro años bastaron para darme las mejores sensaciones de mi vida.
Pero aquella fría noche de Septiembre todo cambió, me sentí tan alto cuando él apretó mi mano, que más dura fue la caída cuando me aseguraron que tan sólo fue un reflejo antes de morir.
Como aseguró Chris anteriormente "¿Quién dijo que las historias de amor tenían que ser largas?"
He amado a Chris desde que lo conocí, y aunque físicamente no esté conmigo, no he dejado de amarlo nunca, porque sé que a donde quiera que vaya él irá conmigo, no sin antes dejarlo todo por el.
Ha llegado el momento de decir adiós a este mundo, adiós al dolor y a las sonrisas que invertí en estos ochenta y dos años.
Es momento de encontrarme con Chris, de mirar sus ojos azules, besar sus cálidos labios y recordarle que lo he estado esperando todo este tiempo, muriendo un poco cada día que pasaba sin él.
Now or Never, es momento de partir, y no hay marcha atrás.
Al cerrar los ojos voy dejando atrás todo lo que conozco.
Mi hijo se acerca a mí y me besa la frente, aún puedo sentirlo, April toma mi mano, es tan parecida a su madre, donde quiera que estén Scar y Jeremy deben estar orgullosos de su hija.

-Sigue la luz, mamá- susurra Adam a mi oído- Mi padre te espera.

Chris me espera, me ha estado esperando por todos estos años.
Ahí está él, con su sonrisa radiante y sus ojos azules reflejando mi cielo. Sentado al borde de la cama de la habitación, tal como empezó todo, me invita a acercarme y no me niego, como la primera vez lo hice.
Ambos sentados, mirando a la nada, pensando en nosotros, un silencio profundo que él decide romper.

-Llegas tarde- asegura con aquella voz que dejé de escuchar pero jamás olvidé- Mentira, has llegado en el momento perfecto.
-Que tú llegues temprano no significa que los demás lleguemos tarde, sólo significa que te sacrificaste por mí, cosa que jamás te podría pagar.
-Sólo significa que lo que hice fue lo correcto. Moriría mil y un veces más por ti.
-Yo podría soportar toda otra vida de dolor con la garantía de que esto sea para siempre.
-¿Estás lista?
-¿Para qué?
-Para estar juntos toda una eternidad.

Sonrío y acaricia mis mejillas, acercándome más a él.
Después de medio siglo nos besamos de nuevo, sus labios son los mismos que recuerdo, su respiración es igual de tranquilizante como la necesitaba.
Poco a poco nos vamos recostando y nos acercamos cada vez más, él se detiene y besa mi frente, con la misma ternura que tantas veces lo había hecho antes, casi no recordaba esa sensación increíble de sentirte amada.

-¡Oh, Chris!- menciono sonriendo y él me abraza con más fuerza- ¿Dónde has estado toda mi vida?
-A un latido de distancia, a un suspiro de encontrarnos...