H E L I U M || Chrizzie [Terminado]

VIII. Mentiras Piadosas

Mes y medio después...

Mucho tiempo ha pasado desde aquél tremendo error que cometí, por suerte mi secreto no ha salido a la luz, todos aquellos que saben o pueden saberlo se han mantenido discretos. Creo que ya lo estoy superando.
Hoy es el gran día, el día que esperé desde 2003, cuando comencé mi relación con Seb, ¡hoy es mi boda!

-Sebastian ¿Aceptas a Elizabeth como tu legítima esposa para amarla y serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarla y respetarla todos los días de tu vida?
-Acepto.
-Elizabeth ¿Aceptas Sebastian por esposo para amarlo y prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?

En ese momento es cuando imagino a Chris entrando por la puerta y deteniendo la boda ¡Lizzie, ya deja de imaginar cosas que nunca sucederán!

-Sí, acepto- digo y miro a Seb.
-Que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Sebastian, puedes besar a la novia.

[...]
Dos semanas después...

Al fin regresamos Seb y yo de la luna de miel en Nueva York, nunca había estado tan feliz de volver a Los Ángeles.
Seb hizo una reservación en un lujoso restaurante, él no deja de tratarme bien, ¿Cómo le explico que no merezco todo eso?
Entramos al restaurante y el mesero nos guía a nuestra mesa.  Antes de que el mesero pueda recorrer mi silla, Seb lo hace.

-Vaya que es muy afortunada señorita- dice el mesero- tiene a todo un caballero por novio.
-Esposo- corrijo.

De inmediato mi vista se lanza hacia la mesa de al lado, ¡Ahí está Chris! Pero no el Chris con el que choqué, o el que me maltrató a la mañana siguiente, luce como el mismo Chris débil que encontré llorando borracho en la habitación, aquél del que me enamoré.
Me pongo un poco incómoda y Seb puede notarlo.

-Lo siento Lizzie, si hubiera sabido que ese hombre vendría aquí...
-No te preocupes, Seb. Sé todos los esfuerzos que hiciste para traerme a este lugar, verdaderamente lo valoro.

Pongo mi mano sobre la suya y él me sonríe, Chris nos está mirando con rabia y tristeza.
Seb y yo pedimos la carta y elegimos nuestros platillos. Yo no puedo despegar la vista de la mesa de al lado, Chris está sólo y triste ¿Dónde demonios se supone que está su esposa?
Toda la cena estuve observándolo, aunque de una manera más discreta, para evitar levantar sospechas en Seb.,
Chris se retira del lugar, me siento un poco más aliviada, pero a le vez siento que desaproveché la oportunidad de hablar con él, admito que lo odio, pero no me dejó unas cosas muy en claro.

-Lizzie, voy a pagar la cuenta- dice Seb levantándose de su asiento.
-Sí, amor. Yo voy al baño- respondo.

Yo también me levanto de mi silla y camino hacia el baño. De repente siento una mano que me tapa la boca, un bazo que me toma por la cintura y me meten al baño de hombres, intento gritar pero no puedo, logró zafarme y veo que Chris fue quien me metió.

-¿Qué te pasa, estúpido?- exclamo.
-Lizzie, no grites si no quieres que tu novio se entere que estás en el baño de hombres con otro tipo.

Me jala y se encierra conmigo en uno de los baños.

-Esposo- corrijo- Ah, y ahora si soy Lizzie. ¿Qué carajo te sucede? No me digas que estás borracho de nuevo.
-Para nada Lizzie, estoy en plena conciencia, tanto como la noche que escapamos juntos de casa de Anthony.
-¿Ya recuperaste la memoria?
-Nunca la perdí. No olvidé ni pienso olvidar las mejores horas de mi vida junto a ti.
-Eso dices... pero tus acciones demuestran lo contrario ¿Y tu bebé?
-No existe tal embarazo. Jenny y yo ni siquiera nos dirigimos la palabra. Es una mentira.
-Todo lo que dices es mentira.
-Esto no, sabes que trabajo en una corporación cuyo principal objetivo es encontrar delincuentes y mafiosos, estoy constantemente expuesto a amenazas por parte ellos, y no sólo yo, también mi familia. Amenazaron con asesinar a Jenny si yo no abortaba una misión. Hicimos creer que Jenny estaba embarazada para que tuvieran piedad de ella, o de alguna forma la consideraran.
-Que horror. Debe ser terrible vivir bajo amenazas- tomo su mano- Lo que no entiendo es que tengo que ver yo, ¿Por qué mentirme? ¿Por qué a mí?
-Porque te amo, porque tú y yo no debemos estar juntos, temo que a ti te pase lo mismo, no quiero que te relacionen conmigo, ni que te quiten la tranquilidad.
-Oh, Chris, si me hubieras dicho antes...
-No podía, Lizzie. Tenía que romperte el corazón de alguna manera, tenía que alejarte de mí. Ahora aceptó que me pasé, caí muy bajo, te traté horrible, pero fue lo único que se me ocurrió para librarte de esto.
-Debiste de decirme.
-¿Acaso no lo entiendes? Tengo manos de intestino, todo lo que toco lo hago mierda. No espero que me agradezcas ahora, pero con el tiempo te darás cuenta de que alejarte de mí fue lo correcto.
-Estaré contigo, en las buenas, en las malas y en las peores. Eso es lo que se supone que hacen dos personas que se aman.
-Soy un monstruo, Lizzie. No quiero ponerte en riesgo.

Rompe en llanto y lo abrazo, puedo oír su corazón. Sacó un pañuelo de mi bolsa y le secó las lágrimas.

-Debo, quiero odiarte, pero no puedo- agrega Chris- Se suponía que debía alejarte de mí, ¡Y míranos! Ahora estamos juntos, abrazados, encerrados en uno de los baños de un restaurante.
-Nada se compara a lo que siento cuando estoy contigo ¿Por qué debemos de mentirnos? Chris, podremos mantener esto en secreto.
-Todo, tarde o temprano, sale a la luz.
-Ya nos preocuparemos cuando eso suceda.

Lo beso y después salimos de aquel baño. Se limpia la cara e intercambiamos números.

-Mantente en contacto, Olsen- dice Chris.

Después salimos discretamente del baño de hombres, primero él, después yo.

Voy al estacionamiento en busca de Seb, estoy apunto de subir al carro cuando alguien toma del pelo y me da una cachetada, no logro distinguir quién es...