H E L I U M || Chrizzie [Terminado]

XXVII. Ximena

-Espera un momento- le respondo a Ximena.

De inmediato voy en busca de Chris. Al llegar al cuarto de los niños me encuentro a Chris poniendo sábanas nuevas y a Sydney consolando a Adam.

-Yo me encargo- digo al entrar- Christopher, te buscan en el teléfono.
-¿Quién?- pregunta Chris.
-Ximena, Ximena Gadot ¿Te suena?

Rápido sale Chris de la habitación.
Mientras tanto yo me encargo de mis niños.

-¿Y papá Tom?- pregunta Adam cuando lo acomodo en su cama.
-Papá Tom estuvo con nosotros mientras llegaba papá Chris, pero ambos te quieren tanto como yo-respondo sin saber qué decirle.
-¡Entonces tengo dos papás!
-Yo tengo tres- menciona Sydney.

Pienso en decirles "Pues son muy afortunados, yo ya no tengo" pero creo que es demasiado cruel, tanto para ellos como para mí, recordar esa tragedia no es precisamente muy bueno.
Cuando llego a mi cuarto me encuentro a Chris un poco preocupado, al borde de la cama, como aquella vez que me encerré con él, sólo que ahora sin el alcohol.

-¿Todo bien?- pregunto sentándome al lado de él.
-No podría estar mejor- dice y toma mi mano- Cuando llegué ya había colgado. No me interesa saber lo que quería decirme.
-Bien.
-¿Bien? ¿Es lo único que tienes que decir? Lizzie, sea lo que sea que estés pensando puedes decírmelo.
-No quiero decir nada.
-Ah, entiendo amor.

De inmediato se acerca a besarme, creo que malinterpretó lo que dije sobre "no decir nada"

-Chris, no- digo alejándome de él- Hoy no fue un buen día, sólo... sólo quiero dormir.
-Bien.

Me recuesto sobre la cama, Chris apaga la luz y después vuelve conmigo.

-Tienes razón, no fue un buen día- asegura Chris acariciando mi mejilla.
-Eso quería oír.
-¿Qué? ¿Qué tenías razón?
-No, tu voz.

Chris pasa su brazo por mi cintura y me abraza.

-No finjas ser fuerte, nadie lo es- dice Chris- Debes de desahogarte, sé que todo esto es difícil, llora, vamos.

Comienzo a llorar en su pecho y él me abraza más fuerte. Después de tanto sufrimiento, sólo sus brazos logran hacerme descansar.

[...]

-Say something, I'm giving up on you...- suena la canción en mi despertador.

Abro los ojos y lo primero que veo es el rostro de Chris ¡Oh Dios! ¡Tanto haber soñado con esto ahora me parece tan irreal!
Me levanto de la cama, me pongo la ropa y me recojo el cabello. Cuando estoy a punto de salir de la habitación me percato que Chris también está despierto.

-¿Madrugas Olsen?- pregunta Chris.
-El trabajo, soy directora creativa en Just-In Publicidad, entro a las siete y salgo a las tres de la tarde. Ah... lo olvidaba, sin mi madre ya no tengo quien se haga cargo de los niños.
-Me tienes a mí ¿no?
-También trabajas.
-Hasta en la tarde, tengo mañana libre, puedo llevarlos a su colegio y...
-Adam no va al colegio, hasta el siguiente año.
-Perfecto, tendremos una mañana de chicos.

En ese momento miro al reloj y me doy cuenta qué sólo tengo quince minutos para llegar caminando al otro lado de la ciudad.

-Llévate el auto- pide Chris- Yo me encargo del desayuno, la comida, todo.

Le doy un beso y voy a despedirme de mis niños.
Tomo el auto de Chris y salgo al trabajo.
Al llegar a la empresa me doy cuenta de qué hay alguien en mi oficina, abro la puerta y veo a Tom Holland.

-Hola Tommy ¿Qué te trae por aquí? ¿Todo bien?
-Sí, bueno no. Es mi padre.
-¿Robert? ¿Qué sucede con él?
-Tiene problemas.
-¿Con nosotros?
-Contigo específicamente. Hace unos días entré a su departamento y su cuarto estaba lleno de fotos tuyas en la pared.
-¿Y de donde las sacó?
-Parece que contrató a un fotógrafo para que te siguiera. No sé que planeé pero estoy seguro de que no es bueno.
-Creo que se volvió loco después del balazo ¿Aún sigue mudo?
-Aún. Diría que se lo merece, pero aunque así fuera... no deja de ser mi padre y...
-No te culpes por las acciones de Robert- le digo abrazándolo- Eres muy bueno, Tom.
-Lizzie, cuídate mucho.

[...]

Después del largo día de trabajo, llego de nuevo a la casa.
Están Adam y Sydney en la sala jugando con el teléfono de Chris.

-Hola niños ¿Y papá?- les pregunto.
-Aquí- grita Chris desde la cocina.

Me acerco a ver qué está preparando. Está haciendo espagueti y lasaña, creo que le gusta la cocina italiana.

-¡Cocinas mejor que yo!- le aseguro.
-Es lo único que sé cocinar, te vas a tener que acostumbrar a esto todos los días.
-Puedo acostumbrarme perfectamente.
-Aunque no creo que siga con esto mucho tiempo. La siguiente semana comienzo de lleno al caso de tus padres, ya no voy a poder cuidar a los niños. En la mañana puse un anuncio en internet de "Se busca niñera" ¿Hay algún problema?
-No, para nada. Gracias Chris.
-Llegará en un rato, cuando vayamos al ministerio.

Pongo la mesa y después Chris nos sirve la comida, estamos reunidos como una verdadera familia.

-¿Cómo te fue en la escuela, Sydney?- pregunto.
-Muy bien.
-¿Y a ti, Adam? ¿Qué tal la mañana de chicos?
-Papi y yo te compramos un regalo- dice Adam.

Chris saca una caja y me la entrega, yo la desenvuelvo y miro un precioso collar que Chris me ayuda a poner.

-¿Te gusta, mami?- pregunta Adam.
-Claro que sí, gracias.

Después de comer, Chris se ofrece a lavar los platos y yo me preparo para el interrogatorio.
Cuando estamos listos se escucha que llaman a la puerta, yo abro y veo a una mujer hermosa y refinada, mucho más alta que yo.

-Hola- le digo.
-Hola, vengo por el puesto de niñera.
-Pasa.

La mujer entra y se sienta en uno de los sofás.

-Oye, Lizz...- dice Chris acercándose a nosotras- ¡Ximena! ¿Qué haces aquí?