Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)

Capítulo cincuenta y cuatro

La rectora decidió tomar mi caso en su despacho. Me explicó que conocía bien a mi madre y aunque fuese su responsabilidad castigarme, me daría una oportunidad para explicar lo sucedido, ya que no quería provocarles a mis padres un disgusto mayor. Agradecí la relación entre ellas, que al parecer, se conocían porque habían compartido clases de cocina.

— Mark Tuan... Es el joven quien está registrado como inquilino en esa habitación —comentó ella revisando su computadora, mi estómago se encogió al recordarlo. Deseaba que no se encontrara con Nick esta vez en mi habitación— Entiendo que el edificio hace un poco más de dos meses alquiló las habitaciones que no ocuparon estudiantes este año, a menores de veinticinco años, pero...¿qué relación tiene usted con él?

— Mark y yo somos... Primos —respondí. Mientras caminábamos hacia el despacho de la rectora, había considerado el hecho de nombrar a Mark como familiar, tendría que aceptar la culpa del cigarro, pero podría intentar solucionar o explicar lo de la habitación con aquella excusa—

— ¿Primos? Tu madre...

— Es por parte de mi padre, es larga la historia pero Mark lleva el apellido de su madre y no de mi tío. Nosotros... Crecimos juntos y no habíamos tenido una oportunidad de reunirnos desde hace mucho tiempo, así que cuando me avisó que vendría, fui a su habitación y pasamos toda la tarde conversando y... Poniéndonos al día  —la rectora suspiró.  Creí que me había hundido peor, tragué saliva y cerré los ojos un instante. Ni siquiera esos nervios podían compararse con los que Mark me había provocado la tarde anterior—

— ¿Y cómo explica el incidente del cigarrillo?

— No tengo objeciones al respecto. Yo... Quise probar y no consideré la posibilidad de hacerlo fuera de la institución —me expresé.

— Bueno... —La rubia entrelazó sus dedos y apoyó los codos en el escritorio para descansar el mentón. Era increíble, estaban a punto de castigarme,  podrían haberme castigado y en lo único que pensaba era en Mark acariciando mi cabello mientras yo buscaba sus labios para besarles, pero me sentía tímida y entonces él lo hacía primero— La suspenderé cinco días. Los exámenes son la próxima semana, por lo que deberá esforzarse el doble para aprobarlos sin las clases presenciales. —mencionó. Asentí con la cabeza, pensé en que de todas maneras, ya estaba en problemas con respecto a los exámenes. Le había pedido ayuda a Nick, pero sin dudas llevaría mucho más tiempo que cinco días—

  —  Gracias. No volverá a pasar. — dije, y me levanté de la silla incómoda en la que me encontraba sentada— 

—  En cuanto a lo de su primo, hablaré con su familia y veré que hacer al respecto. Mientras tanto puede retirarse  —Añadió asesinando cualquier esperanza de salir victoriosa—

Cuando por fin pude salir de su oficina, decidí no tomarme un tiempo. Cada vez que lo hacía sólo lograba alejarme más de Mark o involucrarme en asuntos que más tarde, no  podía controlar. 

Corrí hacia mi habitación, mejor dicho, subí corriendo las escaleras que llevaban al pasillo en donde se encontraba mi cuarto.
Le expliqué a Mark lo que había sucedido con la rectora. Nick también estaba allí y para mi sorpresa, ninguno fue agresivo ni descortés con el otro.
Esa tarde, los tres fuimos al lago fuera del campus principal, allí se realizaban todas las fiestas en las noches, pero de día era un excelente espacio para descansar.
Las cosas con Mark seguían igual, ni mejor, ni peor. Aunque a veces se tornaba incómodo cuando estábamos los tres, llevamos esos cinco días relativamente en paz.
Nick me ayudó a prepararme para los exámenes, pero Mark insistía en que podía enseñarme mejor. Cuando no podía comprender o retener algunos contenidos, él salía a caminar y me enviaba mensajes de texto. "Lo siento", "te amo", sólo eso repetía una y otra vez.