Capítulo cincuenta y seis

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— ¡Mark! ¿Qué haces? ¿qué demonios te sucede ahora? —Él prácticamente me había arrastrado a la salida del cine. En serio quería golpearlo en el rostro —

— Estoy cansado de perder el tiempo, pajarito. Realmente cansado.

Mark volvió a jalarme y me apartó a un callejón frío y sumamente oscuro.

— ¿Quieres dejar de llamarme así? —me quejé. Mark se mostró algo confuso, me apoyé en una pared helada.—

— ¿Parajarito? Tú amas que te llame así. —Exclamó él.  Sentí una horrible presión en el estómago, ya no podía mirarlo a los ojos sin que sucediera—

— ¿Quién te ha dicho que amo que me llames de esa manera tan ridícula? —dije, firme. Jamás de mi boca, habían salido palabras tan duras—

— Es sólo... Tu rostro es diferente cuando te llamo de esa manera, _______. —Mark pronunció mi nombre tan bruscamante como suave. Cuando discutíamos, a ninguno de los dos le importaba ser cruel, cuanto más... Mejor.—

— Santo cielo, Mark. Nosotros no somos ya esos niños que intentaban apodos y conversaban a través de una pantalla. Nos sentíamos protegidos y comprendidos. Así que ya... No vuelvas a llamarme así. —dije. Me aparté de él. Sólo caminé unos pasos.—

— ¿Qué es lo que te dijo Nick? ¿qué... Hiciste con mi novia?

Mark caminó tras de mí.  Asumí la angustia, la presión, el miedo... La desesperación. Volví a enfrentarlo.

— Mark, cuando hablábamos a través de esa pantalla... Conversamos sobre esto, dijimos que nuestro encuentro podría ser a la solución a todo, pero... ¿realmente lo es?

— He actuado mal. Lo sé, fui un... Cobarde, muchas veces... Pero tú... Tú fuiste por mí en la mañana, querías estar conmigo, ¿por qué todo ha cambiado tan repentinamente luego de la cita con él?  —Mark me sujetó por los hombros, tal vez creía que iba alejarme, por eso fue tan cuidadoso y calmo—

— Estoy cansada. No he hecho más que... ¡mírate! Estás estudiando conmigo en vez de volver a casa y hacer lo que realmente amas. Te traje aquí, te metí en problema y me metí en problemas. ¿Por qué insistes en evadir nuestra maldita realidad?

— ¿Prefieres nuestras vidas antes de conocernos, _____? —Sentí que esa era la última pregunta que iba a hacerme. Algunas lágrimas recorrieron mis mejillas. Mark las limpió con un dedo. Aún así, en discusiones y momentos de tensión, él seguía cuidándome —

— Dije que no vinieras por mí. Yo... Estoy cambiando tu vida y no soy, la chica que necesitas.  —No iba a hacer una escena más dramática, esta vez censuré las ganas de llorar. Quité las manos de Mark que yacían sobre mis hombros y volví a alejarme—

Mark no dijo nada. Asumí que estaba de acuerdo. Lo amaba, él lo sabía y yo no hablaba en base a un capricho. Yo era del tipo de chicas que podía amarlo, pero no estaba a su nivel. Nick se había esforzado mucho en hacérmelo comprender, pero lo cierto es que yo lo sabía desde un principio. Claro está, que no lo quería aceptar. Era demasiado tarde para pensar en si habíamos elegido bien nuestro camino. Alguno de los dos debía dar el paso y Mark... Él no me abandonaría por algo así. Creía que fingía bien, pero yo no era idiota.   Su celular no dejó de sonar este tiempo, y cuando él no atendía, los mensajes eran insoportables. Lo había visto dos o tres veces con la frente hundida entre las palmas de sus manos, lo había oído gritarle a sus propios amigos. Mark no era un chico común y corriente, hablábamos de un idol y su básica novia del secundario. Él no iba a entenderlo, haría lo imposible para hacer que funcionara y seguiría pretendiendo que todo estaría bien.

Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora