Capítulo cincuenta y siete

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Mis padres llegaron a tiempo. Mark y yo los esperamos sentados en las escaleras que llevaban a mi habitación. El rostro de mi madre... Ella, se... Veía realmente decepcionada de mí. Mi padre no dijo ni una sola palabra.
Mark nos acompañó hasta el estacionamiento, mis padres habían alquilado un auto en cuanto bajaron del avión, para llegar más rápido. 

— Mark. Hablamos con tu madre... —Dijo mi padre. Mi novio se alejó de mí para aproximarse a él—

— Señor, ¿ella... Sabe lo que sucedió? —Preguntó. El ambiente que había sido tenso desde un comienzo, ahora era insoportable—

— Ella... —Mi padre miró a mi madre. Ella subió al auto, él volvió a posar la mirada en Mark— Está decepcionada, hijo.

— Señor, yo... —Mark se apresuró por hablar.—

— Y yo... Dios. Ustedes me han decepcionado mucho. —Mi padre interrumpió. En ese momento, deseé no sentir mi corazón. No me importaba que no me vieran llorar, me sentía miserable— ________, vamos, es tiempo de regresar a casa.  —Continuó. Mark me observó unos segundos, acaricié su mano, apenas. — Mark, eres un gran muchacho... Considero a tus padres unos buenos amigos, preferiría conservarla. Así que por favor, no... Busques más a mi hija. —No sentía que lo que estaba viviendo fuera real, me aferré a Mark, lo abracé con todas mis fuerzas. ¿Era... Mi culpa? ¿me alejarían del amor de mi vida? Yo... Lo había provocado.—

El mundo había desaparecido. No podía oír, no podía ver. Con mis ojos apretados y corazón roto, repetía una y otra vez; "no puedo vivir", "no puedo vivir sin Mark".
Mi padre me tomó por los hombros.  Mark soltó mi cintura y fue aún peor notar que podría no volver a sentir sus manos en mucho tiempo, o tal vez... Nunca más. 

— ¡¿Qué... Qué haces?! ¿vas a dejarme? —Le grité. Mark apartó su mirada de mí. Mi padre me llevó hacía el auto— ¡Mark! ¿Qué haces? —Volví a gritar, esta vez... Mi voz se oía distorsionada por mi propio llanto. Él saludó a mis padres, volteó y se fue. Sin más... Él se fue —

Hacía mucho calor. El sol entraba en mi habitación, mi vieja habitación llena de fotos de.... GOT7. Empezaría las clases en mi escuela, la misma de siempre, la mañana siguiente. Mis útiles escolares estaban en el suelo, debía prepararme... Pero no estaba lista.

— ¿______? ¿estás despierta? — mi madre llamó a mi puerta, no respondí—  Alguien vino a verte...

— Ben, regresa más tarde... Estoy algo... Ocupada. —dije. Las únicas visitas que había tenido en casi un mes eran mis hermanos. Realmente no sabía si mi madre había impedido que alguien más me visitase, puesto a que apenas me dirigían la palabra. Tal vez, ni siquiera mis antiguos amigos querían verme —

— Soy... Yugyeom —Oí. Mi corazón re aceleró rápidamente y pude sentir que mis ojos se cristalizaron de inmediato. Me puse de pie y me apoyé sobre la puerta—

— Los dejaré solos —dijo mi madre. ¿Entonces nadie había impedido que me visitaran?—

— Hola... ______. Apuesto a que estás ocupada poniéndote al día con la escuela... Pero, he querido verte.  ¿Crees que será posible? —Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Ridícula. No hacía más que llorar. Ni siquiera podía hablar— Sabes... Si no quieres verme, puedo volver otro día. Volveré... Todos los días.  —Yugyeom suspiró.— Sé que te duele. Evitaremos hablar sobre el dolor.

El dolor. Yugyeom pudo describir y simplificar una sentimiento tan puro y complejo en esa palabra.
No se trataba de aceptación, tampoco estaba negando mi situación.  Sólo intentaba evitarlo... Porque sentía que moría cada vez que pensaba en ello. Yo estaba segura... No podía pensar en ello.
Apreté el picaporte de la puerta. Yugyeom se sorprendería al verme en ese lugar vacío. Mi habitación, ahora solo era un pequeño sitio sin colores ni vida. No había nada que me recordase a mi grupo favorito, a mis ídolos.
Temí de que fuera a creerme otra persona, no obstante, abrí la puerta.
Yugyeom sonrió. Bajé la mirada en cuanto lo hizo. No tardó en abrazarme, y yo no tardé en alejarme de él.

Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora