Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)

Capítulo cincuenta y ocho

Mis padres no supieron reaccionar. Fue tan rápido e inesperado que yo sólo... Me alejé. Salí de la casa, corriendo.

¿Quiere casarse conmigo? ¿por qué querría hacerlo? ¡arruinaría su carrera! ¡¿acaso... Es idiota?!

- ¡Idiota! -Grité. No podía seguir. Mi corazón latía tan fuerte que dolía. Me agaché e intenté recuperar el aliento, pero lloraba... Y eso solo empeoraba mi situación- ¿Por qué tuviste que volver? Yo... Yo podía hacerlo sola. Me... Me siento bien sola, ¡imbécil! -volví a gritar, como si la inmensa oscuridad que me rodeaba fuese Mark. Me senté en medio de la calle me permití llorar. Estaba agotada. Las idiotas de la escuela... Las personas que hablaban cosas horribles sobre mí en internet, los mensajes constantes de Nick, las insistencias de Jackson y Yugyeom por verme. Haber estudiado día tras día con el único proposito de olvidarme de Mark. Mark... Él, el hombre que se llevó mi estúpido corazón lejos... Cuando decidió dejarme sola. Estaba harta, de todo. -

- _________, oh Dios. Al fin... Al fin te encuentro -me levanté de inmediato cuando escuché su voz. Mark, otra vez Mark. No dudé ni un segundo, caminé hacía él y abofetee su rostro. -

- ¿En serio te atreves a llegar con semejante propuesta absurda después de lo que pasó? -cuestioné entre dientes. Mark respondió inmóvil a mi cachetazo. Tan serio como nunca. - ¿Tienes idea de cómo me sentí? ¡de lo que he sufrido por tu culpa! -golpeé el brazo de Mark con una mano, me sentí bien. Volví a hacerlo, luego con ambas manos. No podía calmar mi llanto, sólo quería descargarme- ¡Imbécil! ¡me dejaste sola! -Él intentó determe. Estaba histérica y cada vez que pensaba en calmarme, recordaba y sentía dolor. Mark me abrazó fuerte, inmovilizando mis movimientos-

- Tuve que hacerlo, tuve que hacerlo... ¡TUVE QUE HACERLO! -gritó. Dejé de moverme, él me apretó y sentí su respiración agitarse. Lo oí llorar, pero no quería moverme. Tal vez, era la primera vez que lloraría después de tanto tiempo. No podía escoger entre mis sentimientos- Lo siento... Mi amor, lo siento. -Continuó entre sollozos-

- No tienes idea de lo que he pasado... No quiero volver a ser tu novia, mucho menos tu esposa -dije. Mark se alejó. Pude observarlo, sus ojos rojos; algunas lágrimas seguían brotando de ellos-

- Sé que están molestándote, pero me ha llevado mucho tiempo convencer a mi agencia que me permita casarme...

- ¡Qué me importa! ¿por qué siempre piensas en tí? Mi padre te pidió que te alejaras de mí y sólo lo hiciste. No te importé.

- ¡Lo hice por tí! Necesitaba... Tiempo para asegurarme de que pudiéramos casarnos, ¿no lo entiendes?

- Pues, lo has perdido entonces. No voy a casarme.

- Las personas seguirán hablando, no vas a soportarlo.

- ¿Crees que voy a casarme porque me molestan? ¿lo haces para no ocultarme más? -Sonreí. Mark arrugó su frente-

- Estás siendo paranoica. Quiero casarme contigo porque te amo. -Mark tomó mi rostro- Tengo veinte años. Soy tu maldito ídolo, ¿crees que lo haría en otra situación?

- No tendrías el valor. Ahora, déjame en paz. ¿De acuerdo? Sólo, olvídate de esto.

-

Era martes. Mis padres y los de Mark habían pasado mucho tiempo juntos la última semana; al parecer, Mark les explicó lo sucedido y todos volvieron a creer que simplemente éramos novios sin ningún tipo de conexión sexual. Tal vez, me comportaba como una auténtica odiosa, pero él no dejaba de meter la pata.

- ¿Qué quieres para beber? -me preguntó la mujer que servía los almuerzos-

- Una soda, por favor. -Respondí. Ella puso un vaso sobre mi bandeja y volcó el agua de su jarrón sobre la comida. - Claro. Mark regresó, debí saberlo... -Respiré profundo y caminé hacía la sala de música, solía estar vacía-