Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)

Capítulo cinco

Narración: _______(tn)

Ya había pasado una semana de mi extraño encuentro con Jackson. Para ser honesta, los primeros días estuve pendiente al teléfono y laptop como nunca antes, esperaba aunque sea una mísera palabra, pero nada. Coolguy se desvaneció, y aunque me consideraba una persona dura y fría, me dolía. Solo me había sentido tan sola y triste dos veces en mi vida: Cuando peleé con Abie, y cuando él desapareció.

Peiné mi cabello y me puse mi pijama que básicamente consistía en mi ropa interior nada sexy para cubrirme, y una gigantesca remera larga con una estampa que decía GOT7 al frente y detrás, Jackson. Era extraño usarla después de lo que me había sucedido, quizás necesitaba hablarlo con alguien, ¿pero con quien? ¿mi madre? Oh, ella seguramente diría algo como "hija, esos chicos te han hecho perder la razón", en cuánto a mis hermanos... ellos simplemente no me escucharían. Lamenté ser tan antisocial y aburrida, quería amigos, y amigos reales.
Me miré al espejo. Pensé en Jackson, en GOT7 y en mi vida. ¿Ni siquiera podía actuar como una verdadera fanática? ¡Debería estar gritando y saltando por todos lados! . Me sonreí con mis solitarios pensamientos y volví a creer que era raro usar esa remera, pero era la única prenda que podía utilizar para dormir y sentirme cómoda.
Me acosté. Era sábado, sí, y apenas eran las 2:00 hs de la madrugada, en ese momento debía estar divirtiéndome, pero no tenía nada mejor que hacer, que dormir. Me acomodé y cerré los ojos. Minutos después mi celular comenzó a sonar y me sentí una idiota por seguir esperanzada.
Estiré un brazo para alcanzar mi mesa de luz, tomé el celular y lo coloqué sobre mi oreja. Ni siquiera miré la pantalla. Gruñí para responder.

- ¿_______(tn)? ¿eres tú? -oí una voz masculina del otro lado. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, ni siquiera noté el momento en el que me senté sobre la cama más despierta que nunca. -

- Sí, ¿quien... quien habla? -pregunté tartamudeando, comenzaba a sentirme nerviosa. Del otro lado sólo se escuchaban puros ruidos -

- Soy Jackson -el insoportable y predecible revoltijo en el estómago se hizo presente - ¿estás bien? -¿pregunta si estoy bien? ¡¿que si estoy bien!?¡claro! Todos los días una estrella me llama a la madrugada - Hey, niña, ¿sigues ahí?

- Oh si, sí, solo... me sorprendió tu llamado -respondí alterada. Maldije para mis adentros. ¿Acaso podía ser más ridícula? -

- Espero que no estés ocupada -dijo con un tono grave y algo brusco, pero rápidamente noté que no era un tono desganado o agresivo, si no más bien curioso y exigente -

- ¿Yo? -vamos _____(tn) el no sabe que eres una perdedora - no, yo, dormía -solté. Cerré mis ojos con fuerza, y me quejé en silencio. -

- Bien. Necesito que hagas algo por mí. ¿Puedes salir? -preguntó y oí más ruido detrás de él -

- ¿Salir? ¿salir dónde?

- Aish, pues afuera -arrugé mi frente por su tono - tu te bajaste... en la calle 234, y entraste en la casa de barandilla negra, ¿no? -sacudí mi cabeza intentando entender de qué demonios hablaba. ¡Claro! El día del encuentro, volvimos a tomar un taxi y yo me bajé a media cuadra de mi casa -

- Sí, ¿puedes explicarme....? -Jackson me interrumpió -

- ¡Ya! ¡oh amigo! ¡soy genial! -lo oí presumir - puedes salir ahora, estamos frente a tu casa -con el corazón en la boca, y sin poder hablar con fluidez, cubrí mi boca con las manos dejando caer el celular -