Durante las tardes, en ocasiones casi independientes a las estaciones del año, el cielo llora.
Durante las tardes, florece el melancólico arte de múltiples amantes, pero no el nuestro.
Durante las tardes, sentada en un café, o bajo la cándida bruma de los árboles, mientras escribo, es cuando más lo echo de menos. No puedo esperar a que se dé otro de nuestros pequeños episodios, a la mañana siguiente.
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Usted, señor.
Short Story«Usted, señor, me desquicia, me revuelve las ideas. Embota mi mente y nubla mis sentidos. ¿Qué me hace señor? ¿Por qué no puedo actuar como una persona normal frente a usted? ¿A dónde se ha ido la pequeña Sky 'mademoiselle insolente'? ¿A dónde la ha...