Al llegar a mi pupitre me encontré con una inquietante tarjeta doblada en dos, y una cursiva muy familiar para mí:
" Estoy cayendo por ti, y la inquietante verdad es que no quiero parar. Pero no puedo permitir que me lastimes más. Veme en el estacionamiento frente a la escuela, creo llegado el momento de que hablemos. He de tutearte.
E. A. M."
ESTÁS LEYENDO
Usted, señor.
Historia Corta«Usted, señor, me desquicia, me revuelve las ideas. Embota mi mente y nubla mis sentidos. ¿Qué me hace señor? ¿Por qué no puedo actuar como una persona normal frente a usted? ¿A dónde se ha ido la pequeña Sky 'mademoiselle insolente'? ¿A dónde la ha...