«A mí, de manera muy personal, me resulta encantador escuchar hablar a alguien de lo que más le gusta. Garantiza una plática o monólogo fluido y entretenido, porque quien habla necesariamente tendrá un vasto conocimiento del tema, la pasión que siente lo impulsará a meterme mucho a este y hasta puede que me contagie de su emoción. Es increíble ver brillar los sueños de alguien en sus ojos y en su semblante. No existe nada más poético. Es de una belleza inmarcesible... »
[...] Divagaba el protagonista de mi sueño favorito frente a la pizarra, ante las pupilas vacías de interés de sus lánguidos alumnos; usted..., me estaba mirando.
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Usted, señor.
Short Story«Usted, señor, me desquicia, me revuelve las ideas. Embota mi mente y nubla mis sentidos. ¿Qué me hace señor? ¿Por qué no puedo actuar como una persona normal frente a usted? ¿A dónde se ha ido la pequeña Sky 'mademoiselle insolente'? ¿A dónde la ha...
