Joseph Howe tenía una única meta en la vida, y estaba dispuesto a sacrificar su dinero, su tiempo, su corazón y su cordura para verla realizada.
Por cuenta propia se aisló de la sociedad. Creía que la misma corrompería sus brillantes ideas.
Se confinó a sí mismo a un constante recorrido entre un viejo departamento y una estación de tren, y sus célebres monólogos al viento le concedieron una fama de loco que poco le importó.
Rápidamente el hecho de nombrarlo se convirtió en un tabú. Cuando se le veía fuera de su hogar era señalado con dedos temblorosos, anunciando así la presencia de un despreciable demente.
Aun así, aunque muchos lo evitaban, algunos pocos se atrevieron a dirigirle la palabra. Quedaron tan maravillados con sus ideas que se volvieron tan locos como él.
Las leyendas urbanas para mantener a los niños alejados comenzaron. El pobre hombre era la pesadilla de toda madre.
Joseph Howe nunca prestó atención a todo esto. Tenía una única meta en la vida, y estaba dispuesto a sacrificarse a sí mismo para verla realizada.
>>CARENCIA DE CORDURA, SECUENCIAS LÓGICAS O PERSONAJES ADMIRABLES<<
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|| HOWE ||
Short StoryHowe era un hombre extraño. Un demente. Un desequilibrado. Howe era un hombre desconocido. Un incomprendido. Un repudiado. Howe era un hombre soñador. Un iluso. Un romántico. Howe era un hombre. Howe era un loco.