Capítulo 10: "Después de la fiesta..."

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¿Alguna vez te ha pasado que en un mismo día te hayan sorprendido más de dos veces? A mí sí, y no de esas sorpresas alegres, con regalos y agradecimientos, si no cosas en las que me quedé más que sorprendida, para que me entiendan, les voy a mostrar el día, o los días en los que recibí más "sorpresas"...

*FLASHBACK*

-¡ERES UNA ZORRA! ¡Y PUTA, Y ESTÚPIDA, Y TODO LO QUE SIGNIFIQUE ALGO MALO! –me gritó Caitlin, o eso fue lo que entendí, ya que la voz de ebria que tenía era muy difícil de entender. Me estaba acorralando contra la pared luego del casi-beso con Ryan, y todos estaban mirando. Qué divertido.

De repente sentí una cachetada en mi mejilla izquierda. Y, ay, cómo me dolió.

-Ah no. No, no y no. No sabes con quién te has metido –mascullé. Le di un empujón a la idiota, haciendo que se caiga.

-¡¿Yo soy la zorra, la puta y la estúpida?! Dime, cariño, ¿Quién fue la que se desnudó frente a todos? Ah, sí, tú. ¿Quién es la estúpida que me viene a separar de Ryan? Tú, ¿Y por qué, si no son nada? Por poco sabe tu nombre, si vas a ser posesiva, que sea con alguien que sepa de tu existencia -le grité...o eso fue lo que creí. Estoy un poco ebria...o tal vez mucho, pero tenía que decirle todo eso por ser tan...tan...ella. Además, estoy ya de mal humor por el casi-beso, es decir, ¿En qué estaba pensando? Fue el alcohol. Estoy segura, nunca haría eso si tuviera uso de la razón.

Caitlin está tirada en el piso, o sentada, y mirándome con furia. De repente alguien se acerca a ella y la levanta suavemente, y... ¡Es Ryan! ¡Ryan se preocupa más por esa idiota que por mí! Ella vino y me pegó y... ¿Se va con ella? ¿En serio? No estoy sorprendida, estoy más que sorprendida. E indignada. No, no indignada. MUY indignada.

Y lo que hice luego me sorprendió más.

Corrí hacia ellos empujando a toda la gente que seguía rodeándome, y ahora volvía a bailar, ajenos al "intercambio de palabras fuertes", llegué a donde estaba Ryan sentado al lado de la muy puta, en un sofá. Me acerqué a ellos, todavía no me habían visto. Cogí a Ryan del brazo y lo levanté, me miró confundido y se tambaleó un poco.

-¿QUÉ HACES CON ELLA? –exploté. Seguro que quedé como una novia celosa, es que sí...quedé así. Pero lo tengo que arreglar, no quiero que piensen que estoy celosa, además...mi ego, pobrecito, le duele que lo lastimen y lo bajen de tal manera.-Es decir, ella me golpeó primero, y no tenía por qué hacerlo... ¿Y te vas con ella? –pregunté rápidamente.

-Creo que él tenía más ganas de estar conmigo, no contigo, puedes irte –dijo una voz chillona. Miré sobre el hombro de Ryan, estaba la idiota. Agarró a Ryan del brazo y se le pegó cual serpiente.

-Mira, idiota con carencia preocupante de neuronas, yo creo, que si no cierras la boca ahora mismo te la engrapo –le ladro. Ahora no hablo yo, ni el alcohol, lo que habla es mi ira. Estoy iriosa. ¿Acaso eso existe? Eso sí que fue el alcohol. Estoy furiosa. Muy.

Caitlin me mira confundida, y luego pone una cara de NoEntendíUnaMierdaLoQueDijistePeroPorTuCaraFueMalo y luego...luego mi mandíbula calló al suelo. No, no literal. Pero mi boca se abrió, y sí, ¡Por la sorpresa! Ryan...el maldito Ryan, pasó su brazo por la cintura de Caitlin y la apretó más contra él, a lo que la puta sonrió.

-¿Y sabes qué creo yo? Que tienes que irte, ahora mismo, o haré que te vayas. Y, encanto, no te pongas celosa, habrá más para tí, pero no ahora –me guiñó un ojo y se fue caminando con Caitlin, los dos con bastantes dificultades para caminar.

Y me quedé ahí, con la boca entreabierta, como una estúpida... ¡Es que todo era tan confuso! Rápidamente agarré lo que fuera que estaba en la mesa y me lo tomé de un trago. La manera en la que quemó mi garganta aquella cosa del demonio…Puaj. Debía ser vodka puro. Agarré el vaso que estaba al lado y le dí un trago, rezando porque fuera algo más…dulce, pero no.

Guerra de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora