Guerra de gemelos

Capítulo 18: "Pacto con los diablos"

RYAN POV

-Sabía que iba a suceder esto… ¡Fue todo tu culpa! –le siseo a Chase intentando no perder el control ya que todavía las cosas estaban tensas entre nosotros, y no quería empeorarlas.

-¿Todo esto fue mí culpa? ¿Quién mierda fue el pelotudo que mandó todo a la mierda con Angie y Annette sin pensarlo dos veces? –me preguntó ferozmente.

Suspiré resignado, Chase tenía toda la razón.

Nosotros estuvimos con Annette y Angie por conveniencia, ¿Conveniencia para quién? Para nuestros padres. Tuvimos la suerte de que sean dos chicas ardientes, ¡Imagínense tener que salir con dos abortos de mono! Como nuestros padres son abogados, querían ser ascendidos en su trabajo, y adivinen… ¿Quiénes son los que son capaces de ascender a nuestros padres? ¡Muy bien!

Ignoren eso, fue muy dora la exploradora.

El padre de Angie y el padre de Ann son los que manejan todos los rangos inferiores a ellos, (es decir… todos), así que nuestros padres nos enviaban dinero todas las semanas con tal de que salgamos con las hijas de sus jefes, y así ellos tendrían más posibilidades de ser asendidos, además de que querían tener razones por las cuales ir a sus hogares (muchas veces nos obligaron a ir a la casa de Annette a cenar, fue una de las peores experiencias de “Conocer a los padres de tu novia”, o mejor dicho la única) Y ahora ellos se enteraron de que no estamos más con Ann  y Angie.

Los propios padres de las chicas les contaron a nuestra madre, ellos exigieron que volvamos con sus hijas ya que las habíamos dejado solas y deprimidas, cosa que es mentira, deberían haber visto la cara de las dos putas cuando le comían la boca a dos muchachos en el pasillo.

De todos modos, no me puede importar menos.

Y finalmente… como nos rehusamos a volver con esas dos, bajaron de rango a nuestros padres, y nosotros dos nos quedamos sin dinero. No nos envían más dinero. Dinero. Dinero. ¿Qué mierda hacemos sin dinero?

Oh, pero eso no es lo peor de todo…

Aquel dinero que tuvimos que usar para pagar el lío que había echo Adeline por vengarse, lo habíamos estado juntando desde muy pequeños por las dudas que pasara alguna situación así (con unos padres así, es mejor no tomarse nada desprevenido…), pero claro, ahora, por culpa de esa idiota, nos quedamos sin un centavo. Nuestras cuentas están vacías.

-Somos menores de edad Chase, es su obligación darnos dinero, mantenernos, tenemos que hacer algo –dije pensativo.

-Definitivamente hay que hacer algo –musitó Chase –Y ya sé que podemos hacer –dijo sonriendo maliciosamente.

-¿Qué? –pregunté ansioso.

-Bueno… te lo diré más tarde, primero… déjame arreglar unas cosas a mí, ¿De acuerdo? –preguntó efusivamente mientras se levantaba.

-Claro. –afirmé. Antes de que Chase pudiera salir, lo agarré del brazo. –Chase… espera un segundo –unos ojos iguales a los míos me miraban de vuelta con un poco de esperanza. Me pregunté por qué estaba tan esperanzado. –Quiero pedirte disculpas… sé que todo esto fue mi culpa… si no fuera por lo que hice, nada de esto estaría sucediendo, y podríamos ir a en Florida, y disfrutar de la playa –dije intentando no mirar a los ojos verdes de Chase. –Uhm… y… sé que algo te está molestando, Chase, y no sé qué es, no sé por qué mierda te enojaste, y creo que es hora de que me lo digas –dije secamente. Cuando lo volví a mirar a los ojos, él ya no me miraba. Carraspeó y metió las manos en los bolsillos del jean.

-Err… acepto tus… inesperadas disculpas. Fue todo culpa de las gemelas también, y con respecto a lo otro… -dijo, pero luego se trabó.

-Espera… ¿Acabas de decir gemelas? ¿Como… gemelas con S? ¿En plural? ¿Adeline y Trinity? –pregunté confundido. La única que nos había quitado dinero, por así decirlo, había sido Adeline. Chase suspiró y se pasó una mano por la cara, frustrado.