ADELINE POV
-Adeline… no es que nunca haya pensado en tú, yo, cama, sexo, etcétera, definitivamente sí pienso en eso, pero… esta conversación es tan pero tan frustrante –dijo Ryan pasándose una mano por el cabello, evidentemente frustrado. –No sé si lo que diré te caerá bien o mal, y seguramente entenderás algo mal –dijo rascándose la nuca. Alcé las cejas, quería saber de todos modos lo que tenía para decirme.
-Dime, Ryan –le ordené. Titubeó por unos segundos y luego habló.
-Es difícil de explicar… ni siquiera yo lo entiendo. Principalmente las mujeres quieren una relación si van a… pasar la línea con un hombre, y nosotros no somos nada, no es que esté diciendo que no quiero que seamos, bueno, tampoco que sí… –comenzó a trabarse, así que lo hice callar. Parecía como que estaba hablando hasta con él mismo, intentado hacerse creer algo.
-Ryan… solo… cállate, creo que empeoras –le dije escondiendo una sonrisa.
-Lo siento –dijo encogiéndose de hombros. –Espero que hayas entendido algo por lo menos. Ahora, ¿Puedes decirme qué piensas acerca de nuestra… situación? –preguntó mientras se sentaba en su cama. Me enderecé en la cama de Chase y suspiré.
-Lo hago corto, definitivamente no quiero que te acuestes con otra chica, y definitivamente no quiero que te metas en mis pantalones sólo porque necesitas saciar tu necesidad –dije sacudiendo la cabeza.
Era simplemente eso. No quería algo, pero tampoco lo otro.
-Entonces, tú idea es… que el pobre Ryan muera de abstinencia sexual, comprendo –dijo sarcásticamente. Rodé los ojos.
-¿Nunca una conversación seria? –le dije haciéndome la dura. Levantó las manos en forma de disculpa y carraspeó.
-No quieres que tengamos relaciones porque no somos nada y definitivamente tú no quieres que seamos algo, pero tampoco quieres que pueda estar con otras chicas… –dijo como repasando el tema. En realidad nunca había dicho que definitivamente no quería nada con él. En realidad nunca me había puesto a pensar realmente en eso, pero le di la razón de todos modos, para terminar el tema de una vez por todas.
-Exacto –dije sonriendo.
-¿Realmente, quieres que muera de abstinencia sexual? –preguntó alzando las cejas hasta el cielo. –Y, si no somos nada, y no quieres que seamos nada, me voy a acostar con quien mierda quiera, porque puedo y porque quiero, de todos modos, ya sabes donde buscarme si te apetece hacer algo más que calentarme la… –comenzó a decir efusivamente mientras se paraba de su cama y se acercaba a la puerta.
-¿Qué carajos, Ryan? Te conviertes en un diablo de la nada, eres bastante desconcertante –lo interrumpí mientras me acercaba a él. Me miró a los ojos y sacudió levemente la cabeza, suspirando.
-Tú eres desconcertante. ¿No quieres nada conmigo? ¿Entonces qué mierda sigues haciendo aquí? Honestamente, no entiendo a qué estás jugando Adeline, no entiendo –dijo cruzándose de brazos, con una expresión dura.
-Nunca he dicho que no quiero nada contigo, tú lo diste por sentado antes y no lo negué –dije a la defensiva.
-De hecho, dijiste la palabra “exacto” –me contestó mientras se acercaba más a mí.
-Bueno, no me refería a que no quería definitivamente nada contigo, me refería a lo otro –dije encogiéndome de hombros. Sus hombros se relajaron y las comisuras de sus labios se elevaron lentamente.
-¿Es decir que sí quieres tener una relación conmigo, Adeline? –me preguntó irguiéndose sobre mí.
Como siempre, había quedado entre la pared y Ryan. Estaba bastante consciente de su mano en mi cadera y sus labios a centímetros de los míos.
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Guerra de gemelos
Teen FictionLos padres de las gemelas Trinity y Adeline, cansados de sus travesuras, las envían a un internado de New Orleans. Ellas piensan que todo se volvería aburrido y perfecto, hasta que conocen a los gemelos Whitley... Mujeriegos, arrogantes, odiosos, in...