Capítulo 13: "Día de reposo...con Ryan"

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ADELINE POV

-Señorita Pierce, señor Whitley, ¿Qué hacen aquí todavía? -preguntó el doctor Hastings. Bueno, en realidad no tengo idea de quién es, solo sé su apellido por su placa en el delantal de doctor que dice "Hastings", este tiene el cabello negro azabache y corto, ojos color avellana (más tirando para marrón), pómulos marcados, alto, delgado y de espalda ancha. Su mirada era cálida y tenía una sonrisa con un hoyuelo en la mejilla izquierda, parecía ser muy inteligente por su modo de... ¿Resipirar? Y con eso terminamos con el análisis del doctor Hastings.

-Justo ya nos estábamos yendo, agarraré la bolsa de hielo para su nuca y la llevaré a su cuarto para que descanse un poco, ¿Le parece? -preguntó Ryan saltando de la camilla y poniéndose a mi lado con una sonrisa falsa y adorable.

-De acuerdo... ¿Cómo te sientes ahora? El doctor Reinholdi me acaba de informar acerca de tu nuca, necesitas ponerte hielo por un rato y reposar, ¿Necesitas también alguna medicina o ya no duele? -preguntó apresuradamente pero entendiblemente el doctor.

-Uhm... tal vez deba quedarme aquí un rato más, Ryan puede volver a clase, no quiero que pierda más tiempo en mí, mientras usted, que es un doctor de verdad, puede revisarme y decirme si no moriré hoy-repliqué dulcemente. Ryan me asesinó con la mirada, yo me hice la tonta, el doctor EstoyMásBuenoQueLaChocotorta nos miró confundido y luego un poco divertido.

-Problemas de pareja, ya veo... -susurró divertido. Cuando lo iba a contradecir, Ryna me interrumpió.

-Sí... estamos pasando por un momento un tanto... difícil -dijo muy apenado, tomándome de la mano un poco más fuerte de lo normal. Puse los ojos en blanco.

-Bien, hagamos una cosa, ¿Puede, señor Whitley, llevar a la dama a su cuarto y arreglar sus asuntos? No confío en que camine sola por el pasillo en este estado. De todos modos, ¿Está usted de acuerdo con que el caballero la acompañe a su cuarto? -preguntó el doctor confidencialmente. Me solté de la mano de Ryan y suspiré resignada.

-No estoy de acuerdo, pero haré un esfuerzo -repliqué de mala gana.

-Bien, por cualquier cosa, estoy aquí, ¿De acuerdo? Si sientes alguna inseguridad con respecto a tu golpe, no dudes en venir -me dijo con una sonrisa dulce.

Oh, como me cuidaba el doctor Hastings, siempre supe que me amaba.

-Claro, gracias, doctor Hastings -respondí soñadoramente.

-Adiós chicos -nos saludó con la cabeza y se fue por la puerta.

-Bien, ahora, me iré a mi cuarto, te irás al tuyo y todos felices -le dije a Ryan con una sonrisa.

-Claro que no. Te acompañaré a tu cuarto y arreglaremos nuestros asuntos -replicó divertido.

-No, Ryan. Basta. Quiero descansar, reposar, no quiero a un dolor en el culo al lado mío con este dolor de cabeza -dije fingiendo jaqueca.

-Dormiste un montón, y sé que no te duele la cabeza idiota. Ahora, vamos -dijo impaciente.

-No. Deja de molestar y vuelve a tus quehaceres, si no quieres volver a clase, que es obviamente la razón por la que estás aquí, puedes ir a tu cuarto y si me preguntan diré que te pasaste todo el día en mi cuarto -dije con desdén. En un movimiento fugáz, Ryan me tenía acorralada contra la pared.

-Adeline, iré contigo a tu cuarto y te cuidaré hasta que termine el horario de clase, no lo hago solo para faltar a clase, lo estoy haciendo por ti, y podrías ser un poco más agradecida, si yo quisiera faltar a clase faltaría y me quedaría en mi cuarto durmiendo sin ningún problema y lo sabes, pero de todos modos estoy aquí, contigo, así que antes de hablar piénsalo... -dijo con voz ronca y un poco furiosa. De repente, entró el doctor Hastings de nuevo. Sabía que estaba roja como un tomate.

Guerra de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora