PROLOGO

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Colina mestiza 1942

Una joven de cabello castaño oscuro herencia de su madre, unos ojos verdes mar que si mirabas atentamente podrías jurar ver las olas del océano moverse en ellos, rostro con facciones delicadas, piel blanquecina, labios carnosos que en estos momentos se encontraban siendo mordidos por la joven y sus facciones delicadas del rostro siendo contraídas en muecas de dolor, en sus ojos se notaba el miedo y la angustia al mismo tiempo, corriendo lo más rápido que sus piernas podían, con un vientre de aproximadamente 7 a 8 meses de gestación.

Fuera algo raramente normal si no se encontrara en medio de un bosque oscuro, con espada en mano y siendo perseguida por una cosa mitad humana y mitad serpiente.

-Oh! Pequeña hija de Poseidón, ya no eres nada con ese vientre, tus habilidades en batalla no te servirán, ríndete ya no hay donde puedas ir.-

La joven escondida entre dos árboles, jadeaba de dolor y cansancio, lamentablemente la cosa mitad-humana tenía razón su energía y cuerpo no aguantarían mucho tiempo, además de que ella y el pequeño en su vientre podrían resultar lastimados si se enfrentaba a la cosa, el campamento se encontraba a unos 2 kilómetros de distancia cuesta arriba, solo un milagro la haría llegar sana y salva.

Tendría que luchar por ella y por su bebe, pensar en eso la lleno de energía, su pequeña pequeño que fue concebido fruto del amor de dominick y ella. Oh! Dominick ojala este bien.

Respiro profundo y con espada en mano y rezándole a todos los dioses del olimpo encaro a la cosa mitad- humana, solo rogaba que sus poderes no le jugaran una mala pasada, con el embarazo sus energías iban y venían.

-Así que tu nuevo pasatiempo es perseguir mujeres embarazadas, que bajo has caído, sabes que si no estuviera en este estado te patearía el trasero mil veces-

Tal vez si la distraía un poco lograra provocar un pequeño terremoto que le daría tiempo para poder llegar al campamento, o que dominick la alcanzara.

-Niña tonta, sabes que si no te mato yo lo harán otros, ese pequeño en tu vientre solo traerá problemas al olimpo, lo más sensato es que los mate a los dos-

A cada palabra que decía la cosa esta retrocedía, poco a poco sintió el vínculo con la tierra señal de que dentro de poco se iniciaría un terremoto.

- Que más quisieras tú, matarme y alardear de tu hazaña pero te digo algo- sus instintos estaban al máximo, los temblores leves en la tierra los podía sentir, solo un poco más de tiempo- tu ni tus malditos parientes asquerosos con cola de lagartija saldrán vivos de esta!!

Y paso, un terremoto se desato en el lugar donde se encontraban las dos, la joven por poco y queda atrapada si es que no se lanzaba antes de que el árbol donde estuvo escondida antes la aplastara, como pudo se paró y corrió el tramo que le faltaba al campamento.

Ella y dominick habían tenido una reunión en el olimpo y cuando estaban de venida un grupo de monstruos los localizaron y atacaron, dominick se enfrentó con ellos y la mando al campamento para que ella y él bebe no resultaran heridos, y sin importar sus múltiples quejas y reflejando su miedo a perderlo en sus ojos salió rumbo al campamento, pero en el camino se topó con esa cosa y por poco no la cuenta.

En su campo de visión logro ver la entrada al campamento pero no había señales de dominick, una pequeña presión se instaló en su pecho.

- él está bien, él es fuerte- se repetía mientras acariciaba su vientre y lágrimas descendían por su rostro- el juro que nada pasaría, papi está bien.

Una vez llego a la entrada del campamento espero unos pocos minutos, con los sentimientos a flor de piel, no había señales de dominick, y eso la estaba desesperando, hasta que escucho unos ruidos por la subida de la colina, rogando que sea dominick se acercó poco a poco esperando ver su cabello color azabache y eso ojos azul cielo que la volvían loca, que el aparezca con su característica sonrisa sarcástica y le diga una de sus frases tontas para sacarle una sonrisa.

Con cautela se acercó, apretó el agarre en su espada y se colocó de costado buscando una posición de ataque donde su vientre no resulte lastimado.

- Dominick eres tu....- pregunto con miedo a la respuesta

Justo cuando estaba por volver a su posición cerca de la entrada dominick apareció en su campo de visión lleno de tierra y con algunas heridas que se notaban por su ropa rasgada, la joven llena de alegría, angustia, dolor y muchas emociones se lanzó a abrazarlo.

- Ariadna....estas, bien.- el joven la abrazo con lágrimas en los ojos - no sabes lo preocupado que estaba, pensé lo peor al sentir el terremoto.- empezó a revisarle todo el cuerpo y por ultimo colocar sus manos en su vientre y sentir al bebe.

Los jóvenes se abrazaron y dejaron salir toda la angustia que sintieron, su amor tuvo que pasar por muchas pruebas para demostrar a sus padres que en verdad era real; pedirían que lo aprueben pero eso era mucho pedir, así que se conformaron con que estos no intervengan y no traten de separarlos como intentaron en varias ocasiones, aunque estos los nieguen; todo estuvo bien hasta que la joven se tensó y un dolor inmenso se colocó en la parte baja de su vientre.

- Dominick....- dijo con dolor y los dientes apretados, sintió un líquido deslizarse por sus piernas- creo que él bebe ya viene- dijo con el miedo pintado en su cara.

Sin perder más tiempo él la cargo en sus brazos y la llevo lo más rápido que pudo dentro del campamento, el lugar que tanto trabajo les costó llegar, una vez pasado el arco varios sátiros y campistas los vieron y se sorprendieron al verlos en ese estado, unos se quedaron mirando, otros corrieron a informar al director del lugar y unos pocos los ayudaron y siguieron a la enfermería, el único lugar donde podrían ayudar a dar a luz a Ariadna.


Locura Semidiosa- Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora