Locura Semidiosa- Nico di Angelo

Capítulo 3

"Todos los personajes de la saga de Percy Jackson le pertenecen a Rick Ríordan, excepto los de mi invención"
Disfruten de la lectura!!

Campamento mestizo 1957

Nunca me había sentido tan cansada como cuando hice mi primer entrenamiento con mis poderes hace 3 años atrás, el primer año podía hacer levitar el agua y eso me dejaba cansada, poco a poco logre darle intensidad al golpe si la decidía lanzar contra el rival y ese era mamá, me volvía más fuerte física y mentalmente para usar mis poderes; conforme paso el primer año ya podía sentir la presencia del agua donde sea que se encontrara y usarla a mi favor en alguna batalla que practicaba contra mi padre o mi madre, mayormente con mamá ya que ella entendía mejor por ser hija de Poseidón.

En el segundo año perfeccione mis habilidades de dominio del agua, ahora podía hacerla levitar sin problemas y lanzarla donde sea que deseara a una velocidad impresionante que al golpe podía desmayar a una persona si es que quisiera, un poco exagerado quizás pero lo dejaba desorientado y daba mucha ventaja en batalla, este mi tercer año desde que di a conocer mis poderes, mamá quiso que aprendiera a crear barreras de agua que me defendiera de ataques, ella dice que es muy necesario y pues tiene razón, quien sabe y me topo con una quimera lanza fuego, la barrera sería muy útil , ojalá y no pase nunca; a mis 15 años de edad he aprendido muchas cosas de la vida de un semidiós por la anécdotas de mis padres, espero con ansias el día que me toque ir de misión para poner realmente en práctica todo lo aprendido, porque una cosas es luchar en los entrenamientos pero otra muy diferente es luchar realmente con monstruos para salvar tu vida.

Mamá de verdad me está exigiendo más que nunca, en anteriores intentos si no lograba elevar una barrera de agua y mantenerla un determinado tiempo descansaba con ella y después lo volvíamos a intentar, pero esta vez no, si no lo lograba me exigía que lo hiciera mejor una y otra vez.

-Tienes que intentarlo, no estás dando lo mejor de ti Abbie....- decía ella parada detrás de mí con los brazos cruzados y su rostro serio y con un tono exasperado en su voz.- imagina que estas luchando contra unos monstruos y la persona que más quieres esta por ser asesinada, tienes que defenderla con uñas y dientes, esa presión que sentirás en tu estómago esa es la que te salvará a ti y a esa persona; sólo déjala salir.....- mamá me estaba presionando más que nunca, sentía que me estaba preparando para una batalla, y de verdad no podía descartar eso por los sueños y por sus actitudes extrañas, que lo único que hacían era confirmar mis sospechas.

Así que respire hondo me concentre, y me imagine la escena que veía en mis sueños, ese bosque rodeado de niebla, los gritos, el miedo que sentía y la voz de mi madre gritándome cosas que no lograba descifrar, y sentí esa pequeña presión en mi estómago, extendí mi mano hacia el agua de la playa, con cada segundo que reproducía la escena en mi mente, la presión se hacía más grande, podía oler el agua con más intensidad y se produjo un jalón en mi estómago, abrí los ojos y me impresione de ver una barrera enorme frente a mí, era impresionante, no podía creer que yo haya creado eso, si miraba fijamente la barrera podía notar algunas chispas, parecía que la barrera tenía electricidad.

- Mamá ¿es lo que creo que es? - le pregunte, nunca había demostrado signos de tener habilidades de mi abuelo por parte de padre, más era de mi abuelo Poseidón, pero ahora creo que tengo algo relacionado con Zeus.

- Tu padre se pondrá como loco cuando se entere- comentó de manera graciosa y puedo jurar que se imaginó la escena que montaría papá cuando se enterara.

Lo que no imaginé, ni se me paso por la cabeza , fue lo que ocurrió después de que mi madre terminará de hablar, un ruido espantoso, como de un grito de guerra se escuchó, pero no eran personas las que gritaban si no algo peor, mucho peor, en ese momento se escuchó el cuerno que se tocaba cuando había una amenaza en el campamento, definitivamente estábamos en problemas; entré en un estado de nerviosismo y miedo extremo que me impedía reaccionar, ocasionando que la barrera que había logrado formar se deshiciera.