Locura Semidiosa- Nico di Angelo

Capítulo 4

"Todos los personajes de las sagas de Percy Jackson le pertenecen a Rick Riordan, excepto los de mi invención."

¡Disfruten de la lectura!!

Campamento Mestizo Actualmente

Narra Annabeth

Estábamos todos reunidos en el comedor, cada uno en su mesa respectiva junto a sus hermanos; como sabrán cada semidiós debe sentarse en la mesa de su padre o madre divino, es una de las reglas aquí en el campamento; era la hora del desayuno todo el comedor estaba lleno de jóvenes semidioses de acá para allá conversando con sus amigos, otros llegando para comer, unos vestían la polera del campamento de color naranja y el logo, otros pocos la polera Morada del campamento Romano que estaba de visita hace dos días, otros preferían vestirse con su ropa que traían al venir a pasar las vacaciones en el campamento, habían unos pocos que se quedaban a vivir aquí porque no se llevaban bien con su padre o madre mortal porque estos habían formado su familia y nosotros éramos un estorbo por no ser normales como ellos, como es mi caso, y otros porque no tenían más familia y aquí sentían que era su hogar, no completamente, pero se sentían normales porque la mayoría llevaba esa parte divina en su ser; en fin como les decía estábamos en el comedor comiendo tranquilamente, después de las distintas batallas, misiones y demás despertar e ir a entrenar y tener una comida sin estar en apuros es tranquilidad plena para nosotros, en especial mi grupo de amigos, ustedes sabrán o habrán escuchado la profecía de los siete, pues después de eso nos hicimos grandes amigos, después de estar al borde de la muerte, aprecias los pequeños momentos de tranquilidad y pues es eso justamente lo que hacemos, ha pasado un año desde que se cumplió esa profecía, luego de que finalizara esa tormentosa etapa de nuestras vidas, las cosas por aquí se han mantenido tranquilas, pero sé que no será así por siempre.

- Annabeth estás ahí!!!- escucho que me gritan muy cerca de mi oído, lo que hace que me pegue un susto y brinque del banco donde estaba sentada e ida en mis pensamientos, volteo para saber quién es el que me dio el susto y veo a Leo que tiene una enorme sonrisa en su rostro por haberme asustado.

- de verdad que estás loco, pudiste haberme hablado de una forma normal, no darme tremendo susto- le digo lo más calmada que puedo, unos pocos de mis hermanos se ríen por la escena, es difícil asustarme, pero de verdad que estaba metida en mis pensamientos.

- Diría que lo siento, pero sabes que no es así, un logro más para el gran leo- se alaga el solo y hace unos gestos graciosos dirigidos a el mismo señalándose con las manos.

- Lo que tú digas- le diría más, pero sé que con Leo no tiene caso, él es así, si no molestara no sería Leo. - y dime para que me buscabas.

- Solo quería avisarte que ya está listo lo que me pediste el otro día- hace gestos pocos disimulados indicando con su cabeza en dirección a mi hermana pequeña, días atrás le había en cargado a Leo que arreglara una caja musical que se le había roto y esta estaba triste porque era un regalo de su abuela y quería darle una sorpresa mandando repararla. - tú me entiendes- dice guiñándome el ojo.

- Está bien, hoy paso por el bunker a recogerlo- le aviso poniéndome de pie, y alejándome de mi mesa- y lo de disimulado no te va en nada- le digo con una sonrisa y negando con la cabeza. - te veo después.

Me alejo de Leo y voy a la mesa de Poseidón, ahí está Percy terminando su comida; son muchos los momentos que he vivido con Percy, muchas anécdotas, muchas emociones que hemos compartido juntos y con nuestros amigos que nos han ayudado a conocernos mejor y poder decir que realmente nos conocemos y que nos aceptamos tal cual somos, y pensar que me terminaría enamorando de este sesos de alga es algo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza, pero no podría vivir sin él; me acerco con esos pensamientos rondando en mi cabeza y sonrió al recordar todo lo que hemos vivido.