Sin Destino (Chandler Riggs y tú) [EDITANDO]

Cap.1

Me desperté sin tantos ánimos, sería un día algo triste pero a la vez feliz, o eso supongo... Bueno, empezaré contando aquel día, cuando yo sólo tenía siete años de edad, para ser exacta. Hoy me despediría de mi mejor amigo, se llama Chandler y, al igual que yo, tiene la misma edad.

Mi madre me hizo un desayuno delicioso para estar llena durante el viaje, ya que me mudo a California, jamás estuve de acuerdo con mudarme, pero a mi edad ¿Qué podía hacer?

Mi hermana Alejandra, tiene seis años, y mi hermano Fabián de diez años, estaban enojados con mamá porque al igual que ellos eran mejores amigos de Chandler, aún que Alejandra era más amiga de Gray Glazier. Nosotros ya teníamos amigos aquí, y alejarnos era lo peor.

- _____, ¿Ya tienes todo listo? -me preguntó arrodillandose a mi altura.

- Sí, todo. -respondí cortante, no me apetecía hablar con ella por ahora.

- Sé que no será fácil acoplarte, pero California será un lindo lugar, te lo prometo.

En ese momento escuchamos el timbre interrpiendo, sabía quién era así que sin pensarlo más salí corriendo a la puerta, ignorando completamente a mi madre.

Abrí y era Chandler junto con su madre Gina, él se miraba triste.

- Hola, peque -saludó Gina- ¿Está tu mamá?

- Está en la cocina, pase.

Gina y Chandler pasaron, pero de inmediato Chandler me tomó de la mano y me dirigió a la sala.

- Te voy a extrañar... -dijo Chandler sentándose a un lado de mí, era terrible verlo así de triste.

- Yo también, y mucho, pero en algunos años vendré, lo intentaré. -dije levantando mi mano en forma de promesa, cosa la cual lo hizo reír.

- Eso espero, _____. -juntó su mano a la mía. Sonreí intentando no llorar aún.

- Bueno, en realidad no lo decido yo, pero sé que en algún momento regresaré, te lo prometo -añadí con cara triste.

- Pues te marcaré con ayuda del teléfono de mi mamá, o haremos video llamadas, lo que sea pero tenemos que seguir con esta amistad.

- Por mí está muy bien. -le regalé una sonrisa y él me la regresó.

En ese momento bajó Fabián y empezó a platicar con Chandler, mientras yo estaba con Alejandra.

- ¿Estás lista? -me preguntó un tanto triste.

- No, pero... ¿Nos queda de otra?

- Supongo que no.

Toda la casa estaba completamente vacía, mi cuarto se veía mas grande de lo normal, la sala principal ahora de veía gigante, sobre todo el área en la que Fabián, Chandler y yo jugábamos.

- Bueno, pequeños, ya es hora. -dijo mamá haciendo seña de que ya comenzaramos a salir.

- Cuídense mucho -dijo Gina con sus ojos cristalinos.

No pude evitar salir corriendo para abrazar a Chandler, él me devolvió el abrazo. Aún recuerdo ese abrazo tan fuerte. Mis ojos dejaron escapar unas cuantas lágrimas, y era difícil de creerlo, pero Chandler también estaba llorando.

Digo difícil porque él casi nunca lloraba, si no fuera por algo que le doliera. Por otro lado, Fabián también lo abrazó, y se unió Ale después.

Subimos a la camioneta en dirección al aeropuerto, y cuando estuvimos ahí abordamos, fue un largo viaje.

[...]

Siete años después...

Hoy era mi cumpleaños #14, sí, siete años de ya no vivir en Atlanta, de no saber casi nada de Chandler, aún que en realidad, digo casi nada porque un año atrás, justo haciendo una video llamada, Chandler se enojó conmigo sólo porque le conté que un chico me pidió que fuera su novia.
Se enojó porque cuando éramos pequeños hice una promesa con él de que tendríamos pareja hasta los 16 años, pero de verdad, fue demasiado tonta esa pelea, obviamente yo le dije que no al chico pero Chandler no me dejó continuar y me colgó.