Cap.6

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En cuanto abrí los ojos vi que era Chandler, por un momento nos quedamos viendo fijamente, ví lo Claro que eran esos ojos azules, sin embargo el alcohol me hacía sentir tan tonta, así que comencé a reír, él de inmediato me siguió aquella risa.

—¿A dónde ibas? —logró preguntarme, pues por lo visto casi no podía hablar bien.

—¡Estaba por buscar a Alejandra!

Empezábamos a hablar fuerte ya que no se escuchaba casi nada de lo que decíamos, la música era muy fuerte.

Y sin importar aquel beso, los dos nos hicimos los tontos platicando.

—¿Y para qué quieres a Ale? —preguntó mientras buscaba con la mirada a alguien.

—Porque ya es tarde, ya me tengo que ir.

—¡No te vayas! —me tomó de la mano y yo sólo reí.

—Ya es tarde, bobito —comenzamos a reír —Mañana hay escuela y yo estoy borra-cha. —bueno, ahora tenía hipo.

—Acabamos de salir ayer de vacaciones, ¡No hay clases! —respondió gritando la última frase, todos le siguieron el grito y comenzaron a beber más.

—En serio ya me tengo ir —lo tomé del brazo ya que casi estaba por caerme, él de inmediato me tomó de la cintura.

—¡No, ya no te vayas! —hizo puchero pero yo sólo comencé a reír mientras negaba con la cabeza.

No sé cómo, pero me safe del agarre de Chandler y caminé directo hacia Ale, ella de inmediato me vió y se me acercó.

—¿______? —preguntó Alejandra al verme tambaleandome.

—¡Aleeee! —grité emocionada de verla —¡Ya vámonos!

—¿Estás borracha?

—¡Para nada! —comencé a reír —¡Ya es tarde!

—Está bien, está bien —comenzó a reír —sólo deja me despido de Gray. —asentí sin pensarlo más.

—Te veo en la salida —dije dándome la vuelta.

—Sí, ahorita te alcanzo.

En cuanto escuché su respuesta me volví a girar hacia ella, y de pronto ví que se dieron un beso nuevamente, eso me hizo sonreir, eran muy lindos juntos.
Pero de pronto escuché mi nombre por detrás, voltee y de nuevo sentí unos labios en mí, sabía de quienes eran, tenían aquel sabor delicioso de hace un rato, no lo dudé y comencé a seguir aquel beso, y no sé por qué, pero sonreí a la mitad de este. Hasta que nos quedamos sin aire y nos separamos, abrí los ojos encontrándome con Chandler, de nuevo.

No creí que besara tan bien.

—¿Me hablabas? —pregunté caminando hacia la salida.

—Quédate otro rato, la fiesta está muy buena —me tomó de la mano deteniendome.

—Mañana te... veo —regresó el hipo, haciéndonos reír —¿Bien?

—Está bien... —Chandler paró de reír y sólo hizo cara triste.

Sin más, caminé directo a la salida, después de unos minutos salió Ale.

Caminamos a casa, mientras decíamos muchas tonteras, estoy segura que mañana no recordaré nada.

[...]

Cuando llegamos notamos que la luz de la sala estaba prendida, y tal cual lo imaginamos, al entrar vimos a mamá sentada en el sofá.

—¡Hola! —saludé exageradamente con la mano a mamá, ella arrugó sus cejas notando mi estado.

—¡¿Estás borracha, _____?! —se veía alterada.

—No fue por ella —intervino Alejandra —Estábamos en la fiesta, ella y Chandler se emborracharon, unos chicos comenzaron a darles cerveza, supongo que no se midieron, pero no fue culpa de ella —Ale estaba explicándole todo a mamá, ella poco a poco iba relajando más su expresión.

—Vaya... —suspiró cansada —Pues ya suban a dormir, ya es tarde. —ordenó, mientras caminaba a la cocina.

—Hasta mañana, ¡te amo! —grité mientras subía las escaleras, Alejandra comenzo a reír.

Subí a mi cuarto, y al entrar note que ya habían puesto mi cama, agradecí tanto eso ya que no quería dormir con el colchón en el piso. Y sin pensarlo más sólo me deje caer en mi cama, quedando completamente dormida.

Sin Destino (Chandler Riggs y tú) [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora