Capítulo 28

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Canción: Call Off Your Dogs - Lake Street Dive

La habitación estaba casi lista

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La habitación estaba casi lista. Había pintado, claro con ayuda de Charlie, las paredes de un gris tenue, excepto una, que estaba de un azul cielo. Ella había pensado en que, si su hijo resultaba tan creativo como ella, entonces podría ocupar esa pared azul para sus diseños con tizas de colores.

Dio los últimos toques al último de los globos aerostáticos que decoraban la parte superior de la pared azul cuando Charlie entró al cuarto para regañarla.

-Amor, te dije que no te subieras a esa escalera. Yo puedo pintar los globos por ti.

Verónica ni se inmutó, continuó delineando el contorno amarillo de las estrellitas que llevaba la canasta del globo. Necesitaba mucha atención porque podría quedar chueco y se vería mal.

-Amor. Bájate de ahí.

-Yo puedo hacerlo, Charlie, no exageres. Pásame el pincel más grueso.

-¿Cuál, el de punta o el romo?

-El romo.

Charlie se lo entregó. Con este pincel Verónica se dedicó a terminar de iluminar las canastitas.

Él miró su trabajo.

-Te quedó muy bonito. Al bebé le va a encantar.

-Espero que se sienta a gusto.

-Yo me siento a gusto.

Verónica se bajó de la escalera y colocó los pinceles y el resto de la pintura sobre un mueble cubierto por periódico.

-Ya sólo falta encontrar la alfombra, para que la duela no se sienta fría.

Charlie cogió un bote donde estaban los gises de colores.

-Piensas en todo, amor.

-Claro que sí.

Verónica vio que él se había arreglado. Lo barrió, a propósito, con la mirada e hizo un gesto de deleite.

-Muy guapo.

-Ah, no es para tanto. Roberto me pidió si podía acompañarlo en el casting.

Verónica siseó. Eso significaba que aún no encontraban una actriz que pudiera representar el papel principal para su obra. Verónica sabía el verdadero motivo.

-Muy bien -aceptó ella-. Te vas con cuidado y no vuelvas tan tarde.

-No me tardaré. ¿Vas a estar aquí?

-Sólo iré a caminar un ratito con Ramón -Verónica ahora conocía mejor al amigo de Carlos que tenía el mismo nombre que su perrijo. Eso era causa de muchas bromas y ella sonrió con complicidad.

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