-¿Crees en el amor a primera vista?- preguntó sentándose frente a mi y tomando un trago de su cerveza.
-Si. Pero lástima, no me hiciste sentirlo.-dije poniéndome de pié y caminando hacia la cocina.
Natalie. Deportista. Arriesgada. Optimista.
Daniel...
-¿Entonces que dices?- dijo con voz rasposa. Aun no podía creer la propuesta que me estaba haciendo.
-No lo sé. - dije no muy convencida.
-Te sorprenderé.- continuó hablando.
-Supongo que esta bien.- dije con una sonrisa tímida.
-Está lista a las 8.- dijo y se fue.
Me acaba de invitar a salir, Él me acaba de invitar a salir, Daniel.
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Desperté nerviosa y un poco sudada. Estaba desorientada. Vi la hora en mi teléfono y eran las 4:03 am.
¡Joder! Acabo de soñar con Dani, soñé que teníamos una cita. UNA CITA!!
Traté de volver a dormir pero me era imposible no conseguía el sueño, así que empecé a usar mi móvil, tenia algunas notificaciones de mensajes pero no tenía muchas ganas de resppnderlos. Luego de un rato me cansé y quedé dormida sin darme cuenta.
-Nat..!!- escuchaba mi nombre a lo lejos.- Natalie!- insistían. Abrí los ojos lentamente y con dificultad reconocí la silueta que estaba junto a mi.
-¿Mmh?-dije para que supiera que la estaba escuchando.
- Llegarás tarde..- dijo con su voz suave y dulce, era única.
-Ya voy, ma. - dije y se salió de la habitación.
Me puse de pié y empecé a buscar que atuendo debía ponerme hoy. Me dirigí al baño, me sequé, y me vestí.
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Tomé una mochila en lugar del bolso que se supone que debia usar.
-Buenos di...- me calle al ver que no había nadie.- mama! - la llamé. Pero nadie respondió.
Salí de la cocina y continué llamándolos. Hasta que Dani empezó a bajar por las escaleras.
-¿Puedes dejar de gritar?!- preguntó de mal humor.
-¿Puedes dejar de ser tan pesado?-Pregunté incómoda.
-No. No puedo. Y dice papá que el y tu madre tuvieron que salir temprano por no sé qué y llegarán en la noche.-dijo. Suspiré, desde que se casó casi no veo a mamá, ya casi ni hablamos y es un tanto incómodo y nostálgico.
-Bueno.- me dirigí a la cocina para buscar mi mochila, tomé un termo, serví jugo y tomé un muffin de chocolate. Cuando salí, él estaba sentado en el sofá. -Me voy.- justo cuando iba a abrir la puerta de salida me tomó del brazo.-¿Qué haces?- dije volteando a verle.
-Quédate, ¿sí?- dijo. No me había fijado pero el aún en pijama y tenia el cabello alborotado.
-Tengo práctica, al menos yo me preocupo por mi futuro y no soy..-detuve, tenía coraje pero tampoco quería discutir.-Bye. -fue lo último que dije antes de salir en dirección a mi auto para ir al instituto.
