Empecé a moverme incómoda en la cama pero algo me impedia hacerlo con libertad, sentí una sensación extraña, un calor en el pecho, abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz que yacía presente en la habitación. Cuando logré aclarar mi vista me encontré con un Daniel profundamente dormido a mi lado.
Sonreí al recordar la noche anterior, Dani reía cada vez que me asustaba con alguna escena de terror de la película y yo solo le reprochaba por burlarse de mí. Eché un vistazo a mi alrededor, este cuarto era un verdadero desastre. La tv aún estaba encendida, habían almohadas por todo el suelo, el carrito de comida estaba del lado de Daniel, con algunas sobras por toda la comida que pedimos ayer.
Traté de sentarme en la cama pero algo me lo impidió, bajé la vista y el brazo de Daniel abrazaba mi cintura posesivamente.
Me costó un poco de trabajo salir de su agarre pero que tenga el sueño pesado ayuda mucho.
Me dirigí al baño para tomar una ducha y vestirme para bajar a desayunar. Pero en cuanto me paré frente al espejo no estoy nada contenta con lo que vi.
Tenía chocolate en el cabello y no sólo eso.. Tenía la algo escrito en la frente con marcador azul: "Nigga". Wao! En serio que Daniel es un genio para las bromas. También tenía dibujados bigotes y en la mejilla un....
¡Mataré a Daniel!
-¡Daniel!- le grité lanzandole una almohada. Abrió los ojos de golpe, y empezó a mirar a todos lados desorientado, hasta que se topó con mis ojos. Pero cuando vió mi rostro empezó a reír. -¿Y encima te ries?!-esa acción me enojó más y corrí hacia el.
El se levantó rápidamente de la cama aún riendo.-¡Idiota! -le lancé una almohada.-¡A ver! Tranquila... tranquila..- dijo opacando un poco su risa.-Mira.. no es para tanto. Se quita con agua y jabón.-Estate tranquila.
-¿Y encima me hablas como si fuera tu cachorro?!- ya se está pasando.
Le lancé otra almohada pero logró esquivarla, tomó una y me la lanzó.
-Natalie! Ya!- me pidió aún muriendo de la risa cuando le lancé otra y paró de reír.
Empezamos a corretear por toda la habitación, esto se había convertido en una guerra. Y mientras el continúe lanzandome cosas yo también lo haré. Ambos reíamos hasta que el logró esquivar una almohada que le lancé y me tomó de las muñecas, nuestras respiraciones eran agitadas y nuestros alientos se mezclaban. Juro que amo esos ojos verdes! Son tan profundos y están llenos de misterio. Logran despertar en mi una curiosidad que ni yo puedo saciar.
Escuchamos la puerta de la habitación abrirse derrepente y juro que mi corazón dió un brinco que ya lo veía fuera de mí. Mis manos empezaron a sudar y mis piernas eran de gelatina.
-Oh! Lo siento, lo lamento mucho. Solo vine a arreglar la cama y traer las toallas, pero creo que interrumpo. Me retiro.- se justificó rápidamente quien supongo es la Mucama.
-Nonono... no pasa nada.- empezó a decir Dani alejándose de mi y acercándose a la chica. -No interrumpiste nada Julia. No hacíamos nada. Pasa. -¿Nada? ¿Ven que no significo nada para él? ¿Entienden porque no le digo lo que siento? Solo soy un pasatiempo y el lo acaba de confirmar.
-Si.- salí de mi trance. Y empecé a caminar hacia ellos.- No hacíamos nada.- miré a Daniel a lo ojos y sonreí fingidamente. -Iré a tomar un baño. - entré al baño, llené la tina, agregué algunas esencias aromáticas para relajarme, me deshice de mi ropa y me entré en la bañera.
¡Obvio que no hacíamos nada! ¿Qué podríamos hacer, Daniel? Ah! Solo besarnos y tal vez hacerme sentir algo por ti. Pero no creo que estemos haciendo algo.
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Seduciendo al enemigo
Teen Fiction-¿Crees en el amor a primera vista?- preguntó sentándose frente a mi y tomando un trago de su cerveza. -Si. Pero lástima, no me hiciste sentirlo.-dije poniéndome de pié y caminando hacia la cocina. Natalie. Deportista. Arriesgada. Optimista. Daniel...