Seduciendo al enemigo

capítulo 4

Estacioné en el parqueo, Chad me acompañó hasta la administración y me espero hasta que me entregaran todo.

Me acompañó hasta mi casillero y por suerte teníamos algunas clases juntos.

La primera me tocaba sola, me indicó hacia donde tenía que ir y justo la campaña tocó y se fue corriendo, no conozco la temática del lugar, así que empecé a caminar a paso lento mientras observaba mi horario pero todos me empezaron a chocar hasta que caí al suelo y dejé caer todo lo que tenía en las manos.

-Carajo- dije en susurro.

Miré a todos lados y ya estaba sola.

Empecé a recoger todo y de pronto alguien se paró junto a mí.

Levanté la vista y vi a Dani.

-Ah, Tu...- dije sin ánimos y continué con lo que estaba haciendo.

-Cuidado si se te caen los libros. - dijo burlonamente y empezó a caminar.

-A ver... ¿que rayos es lo que te pasa? - dije poniéndome de pié y volteando a verlo.

-Es algo que no te incumbe, nenita.-De verás que este chico tiene que practicar más sus insultos.

-De hecho nisiquiera me interesa, y solo mantén tus idioteces lejos de mí. - me iba a agachar nuevamente para terminar de recoger pero el me tomó del brazo y me pegó de la pared.

-Mira mocosa, tú no sabes nada de mi, y si no quieres salir muy mal, mejor no te pases de lista conmigo. - prácticamente escupió las palabras.

-Discúlpame si no soy tan idiota como tú. -dije apartándolo de mí. No soy una nena débil como aparento ser. Ejército mucho y eso me da ventaja.

Recogí mis cosas y empecé a caminar rápido hacia mi salón pero antes de desaparecer por los pasillos le saqué mi dedo del medio.

Este no se las verá fácil conmigo, lo juro.

Llegué al salón y ya todos estaban allí,  incluyendo al profesor.

-Llega tarde.- dijo el señor de lentes de anciano y cabello blanco.

-Lo siento, estaba en administración.-mentí.

-Aparte de nerd mentirosa.-dijo Dani chocando mi hombro y entrando a la clase.

- Usted es la señorita Delgado.-dijo el profesor y yo asentí.

-Bien...- dijo buscando algo en su escritorio. Me extendió unos papeles y buscó algo entre los estudiantes. - siéntese junto al señor Lange. -el se levantó para mostrarme quien era y me senté junto a él.

-Soy Thiago.- se presentó.

-Natalie.-le sonreí y el profesor continuó con la clase.

-No eres de Malibu, ¿cierto?- preguntó tratando de hacer conversación.

-No..- dije cortante.

Si hay algo que no me gusta es que me llamen la atención en las clases. Así que ante mi actitud ninguno de los dos volvió a hablar.

Sonó la campana y sonreí.

Así pasaron algunas clases y ya era la hora del almuerzo. Me dirigí hacia la cafetería,  compré una hamburguesa, un muffin de chocolate, una soda y unas papas fritas. Estaba buscando donde sentarme, hasta que vi a Chad y él me indicó que fuera hacia donde él.

-¡Hey! ¿como estás hermanita?- preguntó divertido.

-Bien.- dije siguiéndole el juego.

-¿Es tu hermana?- preguntó una castaña.

-Hermanastra. - aclaró Chad y solo sonreí de boca cerrada.-pero es la versión buena de la hija de Maléfica.

En la mesa habían 3 chicas y 5 chicos.

Almorzamos y la verdad es que me agradaron, chistes, y bromas pesadas finalmente la hora acabó.

Sonó la campana y nuevamente debíamos volver a clases. Cuando íbamos saliendo de la cafeteria vi unos carteles en algo así como una pizarra, habían varios anuncios y había una sección especial deportiva.

-¿Qué ves?- preguntó Thiago.-acercándose a mí. Él era uno de los amigos de Chad.

-Deportes.

-¿Te gustan? - preguntó y empezamos a caminar.

-Me encantan. Soy deportista.- confesé.

-¿Tú Qué? - dijo riendo.

-Soy deportista.-repetí seria. ¿por qué se ríe?- ¿de que te ríes? - pregunté sin entender.

-Esque..- dijo aún riendo.- es-esque, sin ofender, pareces una barbie. ¿Cómo rayos se supone que eres deportista?- preguntó finalmente.

Eso no me gustó.

-¿Y eso que tiene?- pregunté enojada.

- No podrías ni correr 1 km.- dijo cesando la risa.

-Corro más de 4 y son otros tiempos, no porque "parezca una barbie" quiere decir que soy una inútil, y si no te molesta "la barbie" tiene que tomar clases.- dije y me fui rápidamente dejándolo con la palabra en la boca.

Si hay algo que odio más que nada es que me subestimen y más por mi apariencia.

Iba tan enojada y concentrada en mis pensamientos, que choqué con alguien.

-¡Ay, niña! mira por donde vas, zorra de dos patas.- dijo una rubia plástica y se fue caminando hacia algún lado. Volteé a verla y vi como se comía a Dani, literalmente.

Que asco. Seguí caminando ignorando lo que acabo de ver.

Llegué a mi próxima clase y por suerte me tocaba con Chad.

__________

Al fin se fue mi karma😧